“Diesciseiscincuentayocho 16:58” danza teatro

Una interesante propuesta escénica

Una interesante propuesta escénica

Una cuidada estética es el marco adecuado para construir una historia en la que se manifiestan emociones y estados en los que se expresa la soledad e inconexión cotidiana de las personas. Foto: Gentileza producción

Cristina Copes

“Diesciseiscincuentayocho 16:58” es la obra prima del grupo “La Chiva (en el patio)” que se estrenó recientemente en el Teatro de la Abadía, con la interpretación del citado grupo de danza independiente, integrado por Yanina Bileisis, Virginia Dilda, Lucila Martínez y Gustavo Sánchez. El diseño de vestuario es de Virginia Dilda; el maquillaje, de Yanina Bileisis; la fotografía, de Matías Candela, y la edición y selección musical, de DJ Gonza C. , con la dirección general de Gustavo Sánchez y dirección teatral de Julio Beltzer.

“Diesciseiscincuentayocho” surge como una creación colectiva del grupo que posee una importante formación y experiencia artístico-profesional en cada uno de sus integrantes

El relato escénico se construye en un espacio íntimo, una casa, y en su desarrollo la obra atraviesa distintos lenguajes, sobre todo la danza y el teatro. Los intérpretes-personajes, a modo de historias mínimas manifiestan emociones y estados en los que expresan la soledad e inconexión cotidiana de las personas, el encierro, las obsesiones en donde aparecen delineados rasgos del mundo femenino y sentimientos en los que asoman mecanismos perversos de las relaciones humanas.

En ese mundo de olvidos y presencias que vive cada personaje aparece una realidad aplastante con una única conexión con el otro o la realidad: la imagen que proyecta la pantalla del televisor.

Los climas abordados en esta sutil trama son muy diversos, todos tienen una relación directa con la cotidianeidad, con momentos de calma, otros impregnados de agobiante tensión y un desenlace que es una desbordante alegría.

La obra transitó un intenso proceso creativo, el cual contó con la importante colaboración del director Julio Beltzer, quien realizó su aporte desde una mirada teatral que potenció el trabajo interpretativo.

Es una propuesta escénica muy interesante, con cuidada estética que incluye los elementos espectaculares de la puesta como la realización coreográfica, todo ello íntimamente relacionado con la intención general del trabajo y el intenso compromiso del grupo.