Al margen de la crónica

Los grandes que se fueron

“Millones nacen para sufrir y a nadie le importa”, dijo alguna vez el comprometido escritor portugués José Saramago, Premio Nobel de Literatura, cuya muerte conmocionó a muchos este 2010. Un año que fue testigo de la partida de otros tantos referentes de las letras, del cine o de la música.

El autor de “Ensayo sobre la ceguera” o “El Evangelio según Jesucristo”, eterno cuestionador y con un activo compromiso político, falleció el 18 de junio a los 87 años en la isla española de Lanzarote, su segunda patria desde 1993. Sólo un día después partía otro intelectual de izquierda, el narrador y ensayista mexicano Carlos Monsiváis, quien murió a los 72 años por una fibrosis pulmonar después de más de dos meses de internación.

“Santa Evita” fue la novela argentina más traducida y es considerada la obra maestra del periodista y escritor Tomás Eloy Martínez, que murió a los 75 años el 31 de enero, poco después que el autor de la obra de culto “El guardián en el centeno”, el estadounidense J.D. Salinger, que pasó más de 45 años sin publicar y en el ostracismo hasta que falleció de muerte natural a los 91.

España también perdió a un importante referente literario con la muerte de Miguel Delibes a los 89 años “tras una larga enfermedad”, un cáncer de colon con el que vivió durante 12 años y que lo alejó de la escritura.

El mundo del cine perdió importantes figuras en 2010, como el productor italiano Dino de Laurentiis, su compatriota y cineasta Mario Monicelli, el creador de “La Pantera Rosa” Blake Edwards, el legendario actor de Hollywood Tony Curtis o sus colegas Dennis Hopper y Leslie Nielsen.

“Lo que hizo Sandro fue muy especial, le tenía un cariño muy profundo, porque, dentro de sus composiciones, lo más bello que hacía era defender a la mujer, amaba a la mujer y eso me encantaba de él”, declaró a la radio Caracol de Miami la cubana Olga Guillot tras la muerte del cantante argentino, cuyo nombre de nacimiento era Roberto Sánchez, pero cuya fama le valió finalmente el título de “Sandro de América”.

“El gitano”, que falleció después de sufrir durante años de una enfermedad pulmonar, era un gran amigo de Guillot, “la reina del bolero”, quien murió unos meses después de un ataque cardíaco en Miami, uno de sus lugares de residencia de los últimos años, después de abandonar su Cuba natal por su oposición al régimen de los hermanos Castro.

El compositor folclórico santafesino Ariel Ramírez, que marcó un hito en la historia de la música con su “Misa Criolla”, así como el cantautor uruguayo José Carbajal “El Sabalero”, son otros de los referentes culturales que desaparecieron en 2010 y cuya obra seguramente será recordada por muchos.