En el marco del convenio de la Sociedad Rural Las Colonias y la UNL

Proponen producción intensiva de carne

Durante una jornada de experimentación adaptativa, compartieron la demostración de la producción de ternero bolita.

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Holando Americano es una de las alternativas de biotipo que se utiliza para producir el ternero bolita. Foto: Corresponsalía Esperanza

 

Corresponsalía Esperanza

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En la histórica cabaña El Timbó, se realizó una jornada de experimentación adaptativa, en el marco del convenio de la Sociedad Rural Las Colonias y Universidad Nacional del Litoral (UNL).

En la oportunidad, el Ing. Pedro Weidmann, el Dr. José Maiztegui y la Ing. Belén Lazzarini informaron sobre el trabajo desarrollado en “Producción intensiva de carne proveniente de biotipos de razas lecheras”, que lleva adelante el departamento de Producción Animal de la Facultad de Ciencias Agrarias. Este proyecto sirvió a su vez, para el desarrollo de 2 Tesinas realizadas por alumnos pasantes de la Facultad de Ciencias Agrarias, Mauricio Brega y Luciano Azario.

En tal sentido, el Ing. Pedro Weidmann, director del mencionado departamento, explicó que “la estrategia de experimentación adaptativa no es nueva en las instituciones de generación y transferencia de tecnología agropecuaria. Su objetivo es adaptar y validar tecnología bajo condiciones controladas en sistemas reales, usando propuestas generadas, pero antes de la adopción masiva”. Ello implica, por lo tanto, la actividad concurrente de instituciones generadoras de tecnología, técnicos extensionistas y asesores privados y de los productores, quienes son los potenciales usuarios”, precisó el profesional.

En referencia a este caso, Weidmann señaló: “Compartimos en esta ocasión la demostración sobre la producción de ternero bolita, proveniente de tres alternativas de biotipo: Holando Americano, Holando Frisio y Holando Argentino x Jersey. Este animal se termina como macho castrado alrededor de los 8 meses de edad, con aproximadamente 300 kilos y, por lo tanto, con un giro de capital muy corto”, puntualizó.

Durante la jornada, los asistentes recorrieron “las tres unidades internas de manejo; primera etapa de crianza artificial de hembras y machos con alojamiento en estaca; segunda etapa de crianza postdesalojo hasta 100 días de vida; tercera etapa de crianza de hembras hasta 180 días”, detalló el docente.

A modo de conclusión de esta jornada, el Ing. Pedro Weidmann mencionó que “ante lo demostrado en esta jornada, donde asistieron más de 100 personas, podemos puntualizar la gran importancia de la producción de carne derivada del tambo para la región; la posibilidad de producir carne en forma intensiva y precoz, habiendo varios biotipos con comportamientos satisfactorios; y la gran oportunidad y conveniencia de desarrollar proyectos de experimentación adaptativa donde se articulan funcionarios, investigadores, extensionistas, asesores y productores, para formar propuestas de auténtico desarrollo agropecuario.

Viabilidad productiva

Para el Ing. Mario Correnti, del Inta Esperanza, “ésta es una alternativa interesante. Lo fundamental es que se hace en muy poca superficie y en corto tiempo. Hablamos de que en 6 a 8 meses tenemos un ternero terminado y podemos liberarlo al consumo, hecho que antes era impensable, sobre todo en el Holando que antes había que llevarlo a 500-550 kilos. Hoy, un animal Holando con un poquito más de 300 kilos, lo podemos generar en corto tiempo, con una calidad y una aceptación excepcional de parte del consumidor”.