Arrolladora despedida del Festival del Pescador en Sauce Viejo

La noche del adiós en el festival más importante de la provincia

La noche del adiós en el festival más importante de la provincia

El romance que crece día a día, mes a mes, año tras año. Horacio Guarany y su público, que volvió a ovacionarlo para demostrarle cuánto lo quiere.

Foto: Pablo Aguirre

 

Silvia Mugica

Cuando ya nos habíamos acostumbrado a vivir cuatro noches a puro folclore y queríamos seguir festivaleando, llegó el cierre de esta contundente vigésimo séptima edición. Cuatro noches a puro sentir nacional, con representantes de nuestra música folclórica que se sintieron orgullosos de pisar el escenario Horacio Guarany.

La jornada del lunes no fue una más, se podía sentir ese sabor a despedida que dejan las cosas y momentos que han hecho huella en nuestro sentir; y eso fue lo que pasó anoche en el balneario Don Roque de Sauce Viejo. Todos, adelante y detrás del escenario, dispuestos a vivir el broche de oro desde la labor que les tocaba. Adelante del escenario, un predio que se colmaba poco a poco, centímetro a centímetro. Detrás, los organizadores ultimando detalles y los artistas afinando sus instrumentos, vocalizando, dominando los nervios que surgen a segundos de que el público se abra en aplausos. Todo estaba listo para transitar la noche del adiós.

La danza, condimento esencial en cada festival, aportó su energía y destreza; en esta oportunidad, el Ballet Comunal Sauce Viejo, dirigido por Daniela Román, provocó los aplausos de la gente que no dejaba de admirar a los bailarines más pequeños, cuyas edades iban a partir de los 5 años.

El grupo Ginebra, de San Jorge, quien por primera vez visitó el festival, se mostró con temas como “Cuando me vaya”, “Quédate en mí”, entre otros y se llevaron los sinceros aplausos de la gente. Javier Sosa, Román y Luciano Lorenzatti y Mariano Cáceres, de impecables trajes gauchos que estrenaban para la ocasión, se manejaron profesionalmente sobre el escenario, con un estilo propio, sin emular a nadie y ganándose la pronta aceptación del público. Célebre paso por el festival.

Eran las 22 cuando los maestros de ceremonia anunciaron la presentación de Mariel Trimaglio, fue entonces cuando, con un puñado de chacareras y otros ritmos contagiosos, la santafesina ofreció su show a puro corazón y talento. Como en cada lugar que visita Mariel, la respuesta de la gente no se hizo esperar y la recibió con incansables aplausos.

Enseguida, la ganadora del Pre Festival del Pescador, María Fernanda Roselli llegaba desde Paraná acompañada por Juan Simón Rossi en guitarra, para interpretar con éxito temas como “Calle angosta” y “Herida de carnaval”, entre otros.

Sentir litoraleño

Durante 45 minutos a puro chamamés se lució Monchito Merlo con su típico repertorio litoraleño. Todos ovacionaron al rosarino, que dedicó su arte por doquier sin pausa. Fue por ello y su labor profesional que fue nombrado “Padrino del Festival 2011”. Los sapucay brillaron en la noche y adhirieron la premiación otorgada por la Comisión del Cultura.

Continuando con las premiaciones, otros de los galardonados fueron Marcelo Carraro como “Revelación” y Patricia Ratti como “Consagración” del Festival.

Si se calla el cantor

Quince minutos habían pasado de la medianoche cuando Horacio Guarany llegó al escenario entonando “Alto Verde querido” para desatar los gritos de la gente, que lo recibía de pie con sus brazos en alto. “Pescador y guitarrero”, “Si se calla el cantor”, “La villerita”, “El duraznero”, “Estrellita”, encantaron a la platea que no dejó ni un minuto de celebrarlo y agradecerle su obra.

“Quién iba a decir que la vida me iba a marcar con tanta alegría y felicidad...” dijo el Potro al referirse a su camino musical y al reconocer el nivel de convocatoria que año tras año tiene el Festival del Pescador.

“No se va... Horacio no se va...” cantaron los presentes para demorar al artista que disfrutó a la par de todos aquella noche de reencuentro y recibió de manos de Pepe Vázquez y Miguel López una plaqueta en reconocimiento a su labor artística.

Cierre de lujo

No podían estar ausentes en esta noche de despedida Los Nocheros, quienes se despacharon con chacareras, zambas y canciones a lo largo de más de una hora y media de show. Fanáticas por doquier, en los cuatro puntos cardinales del balneario los festejaron con la misma pasión que ellos mismos ponen sobre cada escenario que los convoca. Gritos, cantos, palmas se combinaron para vivir los temas del grupo. Primero desde la calma de sus ubicaciones, luego, cuando la euforia se acercaba al fin de la noche, algunos se animaron a subirse a sus sillas para agitar sus brazos al ritmo nochero.

Un broche de oro de lujo que resumió el éxito de esta vigésimo séptima edición del festival por donde pasaron más de 60.000 personas a lo largo de las cuatro noches.

Merecido saldo positivo para el festival que año tras año se renueva en energía y para cada uno de los colaboradores que siguen redoblando la apuesta para mantener en pie el sueño de todos los santafesinos.


Organización brillante

Un párrafo aparte merece la comisión organizadora, hombres y mujeres piezas de un mismo engranaje que, a pura fuerza y voluntad no dejaron ningún detalle librado al azar y aportaron ese granito de arena que hizo que todo funcionara a la perfección.