Rechazo mundial al atentado terrorista

Identificaron los primeros 18

cuerpos del atentado en Moscú

Hubo 35 muertos y 180 heridos, 43 de ellos graves. Putin amenazó con vengarse de quienes cometieron el atentado.

De la Redacción de El Litoral

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DPA - EFE

Médicos forenses han identificado ya los primeros 18 cadáveres de las 35 víctimas mortales del atentado suicida perpetrado el lunes en el aeropuerto Domodedovo, el más grande de Moscú, informaron hoy medios rusos.

Entre los primeros cuerpos en ser identificados hay dos británicos, un alemán y un búlgaro. El Ministerio ruso de Protección Civil publicó los primeros nombres de las víctimas mortales en su página de Internet.

La labor de identificación es difícil porque muchos cuerpos quedaron destrozados por la onda expansiva de la explosión y los fragmentos de metal que salieron disparados, indicaron los médicos.

En el atentado, que se produjo en la sala de llegadas del aeropuerto, resultaron heridas además unas 180 personas, muchas de las cuales se encuentran en estado crítico.

El presidente Dmitri Medvedev exigió en una entrevista concedida al diario “Vedomosti” que los responsables de la seguridad en el aeropuerto moscovita sean castigados. Hubo flagrantes violaciones de las normas de seguridad, dijo Medvedev. También la Comisión Nacional Antiterrorista criticó a la dirección aeroportuaria.

Según medios moscovitas, la calma se restableció entre tanto en el aeropuerto y los vuelos se realizan otra vez con normalidad.

Las autoridades rusas sospechan que el atentado fue obra de terroristas originarios de la conflictiva región del Cáucaso Norte. Según algunos medios rusos, el FSB ya tenía desde hace algunos días indicios de un inminente atentado terrorista en Moscú.

En el Cáucaso Norte, que incluye a la república federada de Chechenia, luchan desde hace años grupos de islamistas por instaurar un Estado independiente de Moscú. En el pasado, los rebeldes habían amenazado reiteradas veces con llevar la guerra al interior de Rusia.

El último atentado terrorista en Moscú causó en marzo del año pasado la muerte de 40 personas en el metro de Moscú.

Venganza

Esta mañana, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, amenazó con una “venganza inevitable” del atentado, según informó la agencia de noticias Interfax. “Los terroristas pagarán por este acto cruel y sin sentido”, le citó la agencia.

Putin y el jefe de Estado, Dmitri Medvedev, visitaron en los hospitales de Moscú a los pacientes heridos.

Durante una posterior reunión de gabinete, Putin prometió a los familiares de las víctimas indemnizaciones de respectivamente unos 75.000 euros.

El alcalde de Moscú, Serguei Sobyanin, declaró para mañana miércoles un día oficial de luto en la capital rusa.

Por su parte, los investigadores del ataque suicida tratarán de identificar al autor mediante un análisis de ADN, informaron hoy agencias de noticias rusas.

El cadáver del hombre que se hizo volar por los aires con una bomba fabricada con clavos y tornillos está tan destrozado que ni siquiera se puede reconocer bien su rostro, citaron medios a investigadores y forenses.

Las fuerzas de seguridad hallaron la cabeza y las manos del atacante el lunes en el aeropuerto. Aseguraron que se trata de un hombre de rasgos caucásicos o árabes que tenía entre 30 y 35 años, afirmaciones que se basan en las grabaciones de video de la explosión.

Se busca además a tres presuntos ayudantes que supuestamente huyeron tras el ataque.

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El presidente ruso, Dmitri Medvédev y el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, saludan a uno de los heridos en el atentado, durante una visita a un hospital en Moscú. Foto:EFE

Repudio de líderes

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó “firmemente” el atentado perpetrado en el aeropuerto internacional moscovita. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que Obama reafirmó el compromiso en mantener una estrecha colaboración entre los dos países en la lucha contra el terrorismo.

La canciller alemana, Angela Merkel, condenó “con espanto” el atentado suicida y en un escrito dirigido al presidente ruso, Dmitri Medvedev, habló de un “atentado cobarde” y expresó su “solidaridad más profunda” al mandatario.

En tanto, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aseguró estar “consternado” por el atentado y expresó su “condena” a lo que tildó de “un acto deplorable e injustificable”.

También “Su Santidad Benedicto XVI expresa su profundo dolor y firme reprobación por el grave acto de violencia, deseando hacer llegar sus sentimientos de cercanía espiritual y de pésame a los familiares de las víctimas”, escribió el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, en un telegrama enviado en nombre del Pontífice al presidente de Rusia, Dimitri Medvedev.

El Obispo de Roma, agregó Bertone, reza “por las vidas rotas” e invoca a Dios el conforto para todos los que lloran a sus seres queridos muertos en el aeropuerto de Domodedovo.

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Los pasajeros caminan junto a varias flores que han sido depositadas en recuerdo a las 35 víctimas mortales del atentado perpetrado ayer en el aeropuerto moscovita de Domodedovo. Foto:EFE

Medvedev echó funcionarios

El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, exigió hoy dimisiones en el Ministerio del Interior tras el atentado suicida cometido ayer.

“Ordeno al ministro del Interior que proponga dimisiones u otra clase de medidas para los responsables de la seguridad en el transporte”, declaró Medvédev al reunirse con la plana mayor del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).

Además, exigió al FSB, principal órgano en la lucha contra el terrorismo, que “dirima responsabilidades en relación con altos cargos del mismo cuerpo”.

“En 2010 el número de atentados aumentó. Para el FSB, al igual que para otros cuerpos de seguridad del Estado, esta es la advertencia más alarmante”.

Asimismo, Medvédev ordenó al Gobierno de Vladímir Putin que tome medidas en relación a los funcionarios del Ejecutivo encargados de garantizar el orden en transporte.

Al mismo tiempo, afirmó que en aeropuerto de Domodédovo en materia de seguridad reinaba la anarquía.

“Los datos de los que disponemos reflejan que en el lugar del atentado sencillamente reinaba la anarquía. Entraban desde cualquier lugar, el control de acceso era, en el mejor de los casos, parcial y no afectaba a aquellos que recibían a los pasajeros”, declaró.