Anthony Hopkins en “The Rite”

Exorcismos con pasión

El actor sostiene que su rol es el más interesante desde Hannibal Lecter.

Exorcismos  con pasión

Desde ayer el rostro del actor protagoniza la historia en la que se narra el viaje de un joven sacerdote al Vaticano para asistir a una escuela de exorcismo. Foto: EFE

 

De la redacción de El Litoral

El actor galés Anthony Hopkins afirma que su papel en “The Rite”, la película sobre exorcismos que ayer se estrenó en Estados Unidos, es el “más interesante” que ha hecho desde 1991 en que su interpretación de Hannibal Lecter en “El silencio de los inocentes” le valió un premio Oscar.

“No fue difícil meterme en el papel... Me llevó dos minutos. El guión era redondo y así es cómo se empieza, con un guión bien escrito y con un director estupendo, Mikael Hfström”, dijo Hopkins en entrevista con EFE, en la que también se refirió a sus próximos proyectos.

“Estoy trabajando con (el director brasileño) Fernando Meirelles. Voy a hacer una película con él en abril, titulada “360’. Y puede que haga otra sobre Alfred Hitchcock en el rodaje de “Psicosis’ ”, agregó Hopkins.

Con guión de Michael Petroni basado en el libro del periodista Matt Baglio sobre un caso real de exorcismo, “The Rite” relata la historia de Michael Kovak, un cura joven estadounidense que, en medio de una crisis de fe, viaja hasta el Vaticano para asistir a su escuela de exorcismo.

El veterano Hopkins calificó de “extraordinario” el trabajo del joven actor irlandés Colin O’Donoghue, en su primer papel protagonista y en una gran producción estadounidense.

De su papel como el padre Lucas, Hopkins, de 73 años, señala que “es un buen hombre que está un poco obsesionado con lo que hace, realiza exorcismos. Y cree en los exorcismos con una gran pasión”, frente a Kovak que “no cree en ello para nada, con lo que hay un conflicto”.

Dios del universo

Sobre sus creencias personales, el actor señaló que no es “ni ateo ni agnóstico. Lo era de joven. Creo, ahora creo, no en un dios personal interesado en mis asuntos, sino en un dios del universo, en una mente divina universal”.

“Es un misterio, por eso mantengo una mente abierta sobre todo eso. Creo en algo mucho más grande que yo, un poder más grande. Puedo llamarlo Dios, puedo llamarlo como sea”, agregó. Precisamente esa posición personal le llevó a participar en la elaboración del guión tras consultar con el director.

“Quería darle otra dimensión. Es un sacerdote que ha perdido su fe. Le dije (a Hfström) que me gustaría añadir unas líneas, y (en ellas) digo que hay días en los que no sé en qué creo, si en Dios, en Santa Claus o en Campanilla”, explicó.

Y añadió: “Esos son de los momentos más oscuros y angustiosos de mi vida, en los que hay algo dentro de mí que empuja desde la oscuridad hacia la luz. Así que escribí esa pequeña parte”.

Sobre su método de trabajo para meterse en la piel de los personajes, Hopkins señaló que trabaja “muy duro” para memorizar el guión. “Me lo marco, lo leo una y otra, y otra vez, hasta que me lo sé bien”, dijo.

Idiomas

Para dar vida al padre Lucas, Hopkins aprendió latín e italiano. “Seguí el mismo proceso y después de un tiempo pienso, bien, me lo sé. Entonces ensayamos, hablo con el director... La única preparación que hago como actor es aprender lo necesario para el personaje, lo aprendo hasta que se convierte en real, en fluido”.

Su personaje, además, le interesó porque le resultaba “muy cercano”, pues le recordaba a su padre. “Mi padre era muy impaciente, me decía, venga, deja de hablar. Y así era yo, con mucha energía. Así le hablaba al sacerdote joven, así soy yo en la vida real, aunque no tan duro”, explicó.

Hopkins, que ha conservado la nacionalidad británica pero que se hizo estadounidense hace unos años, no quiere oír hablar de volver a su país natal y confiesa que Estados Unidos le “encanta, es un país estupendo”. “Te sientes libre con estos grandes espacios abiertos. En Inglaterra trabajaba en el teatro y lo dejé para hacer películas”, recordó de sus inicios.

De su carrera en el teatro señaló: “No fue tremenda. Es una leyenda. Hice algo de Shakespeare, pero siempre quise hacer películas, no encajaba en el teatro para nada. No me sentía parte de ello, por lo que lo dejé hace años”.