Cuatro puntos sobre seis, pero con deuda futbolera...

Colón juega poco pero suma bastante

Flojo partido, Pozo salvó el punto con tres o cuatro atajadas estupendas en el segundo tiempo y al final no le cobraron, a Colón, un claro penal.

Colón juega poco pero suma bastante

Quiroga abasteció al goleador. En una línea de tres, los carrileros son los que más corren. Tienen la obligación del ida y vuelta constante por el lateral. Sin embargo, Quiroga metió anoche dos pelotas de gol a Fuertes. Y una de ellas fue adentro y le dio el empate a Colón. Foto: DyN

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado especial a Buenos Aires)

Fue un bodrio futbolero. Y como tal, resulta prácticamente imposible rescatar -ni a favor de Colón ni tampoco de Banfield- una actuación positiva por parte de alguno de los dos equipos. O que deje fundamentos como para ilusionarse tanto de parte de Gamboa como del “Gallego” Méndez. Ni Colón ni Banfield jugaron bien. Y lo que se valoriza para los sabaleros es el punto conseguido, máxime atendiendo a un simple detalle: en el segundo tiempo, Diego Pozo se convirtió en la figura del equipo. No porque Banfield lo haya “peloteado” a Colón. Ni siquiera porque haya dominado el partido. Pozo fue figura porque Banfield tuvo mayor calidad de llegadas que Colón y, de no haber sido por esas dos o tres excelentes intervenciones del arquero, hoy se estaría hablando de otro resultado. Y ese resultado -negativo- habría traído aparejado un halo de preocupación por el rendimiento futbolístico del equipo de Gamboa.

A propósito de esto último, es mucho lo que le está faltando a Colón para convertirse en un equipo que, al menos, tenga alguna ambición protagónica. Lo mejor que logró hasta ahora es la sumatoria de puntos (4 sobre 6 no está nada mal). Pero mucho se debió a que en la distribución de las cartas sigue ligando un as de espadas que es implacable: la capacidad goleadora jamás exenta de eficacia del Bichi Fuertes. Al margen de eso, apenas el orden táctico y algunos pocos rendimientos medianamente aceptables son los que asoman tibiamente en la columna de lo rescatable. Pero lo cierto es que, por ahora, las dudas superan las certezas.

A este equipo le falta juego

Uno de los grandes problemas que tiene Colón es la falta de fútbol. La pregunta que uno se hace es: ¿se puede tener fútbol en un equipo en el que Damián Díaz sufre de soledad? ¿Se puede esperar que alguien asuma responsabilidades de manejo y conducción cuando a Damián Díaz lo tapan, con estos jugadores que hoy eligió Gamboa? Es muy probable que el técnico sea el primer convencido de que no sólo pone a los mejores, sino de que con estos mismos jugadores se puede esperar todo lo que hoy está faltando. Pero la realidad muestra otra cosa. Banfield, al ir ganando, le cedió el terreno y la pelota a Colón. Y el equipo creó muy poco. Apenas un par de centros muy bien tirados por Quiroga, de los cuales uno de ellos terminó en gol y el otro no lo fue porque al Bichi lo encandiló la luz y cabeceó en forma defectuosa y desviada.

Damián Díaz se recostó mucho por el costado izquierdo. Tiene tendencia a jugar por allí, por eso Quiroga tiene más participación que Graciani o Quilez, que ayer entró en su reemplazó cuando terminaba el primer tiempo. Pero jamás se puede esperar que el verdadero socio futbolero de Damián Díaz sea alguno de los carrileros; ni siquiera Moreno y Fabianesi, que puede ser una descarga pero no el que se cargue el equipo si al “10” lo tapan. Acá está faltando que aparezca un jugador que se “conecte” y juegue. Fuertes está para definir y Cano no pesa ni adentro ni afuera del área. Afuera hay dos jugadores que, definitivamente, tienen casi todo dado para aprovechar la oportunidad y ganarse un lugar. Uno de ellos es Higuaín (puede ser socio de Damián Díaz), otro es Lucas Acosta, con lo cual quedaría Fuertes arriba como único punta más volantes que lleguen.

Ésa es la primera lectura que se hace de este equipo. Quizás porque sea la más importante y la que le va a dar -o no- un salto de calidad. Si Colón no juega mejor al fútbol, es imposible que se pueda esperar un protagonismo concreto. Así, no.

Orden, sí; solidez, a veces

Gamboa lo ha parado con prolijidad al equipo. Ganó en combatividad con Prediger, pero todavía da la impresión de que no es lo suficientemente sólido para defenderse. Ni Quilmes ni Banfield le generaron grandes problemas, pero anoche, sobre todo en el segundo tiempo, hubo dos o tres llegadas muy francas al área de Pozo.

El esquema no se discute; el libreto del 3-4-1-2 está aprehendido. La cuestión pasa por encontrar rendimientos individuales que no necesiten compensarse. Los tres de atrás tienen que ser muy firmes, casi implacables. Y ni siquiera el Chino Garcé -más allá de que terminó jugando bien- ofrece hoy esa clase de garantías que antes ostentaba y que lo llevó a convertirse en un jugador clave y prácticamente irreemplazable en la defensa.

Tampoco se observa claramente que el equipo ejerza una presión constante sobre el rival para recuperar la pelota. En una de esas, ni Quilmes ni Banfield sean equipos que obliguen a “comerles los talones” a los volantes rivales, porque no tienen mucho talento en la mitad de la cancha. Pero no siempre se consiguió recuperar la pelota en el lugar que pretende Gamboa para que no se sufra en el fondo. Ésta es una de las premisas sobre las cuales se tiene que trabajar, a fin de que el rival no llegue tan limpio y claro a enfrentarse con los defensores.

Se pudo perder y se pudo ganar

Los 90 minutos de anoche, más allá de estas conclusiones individuales y colectivas, no ofrecen demasiado para el análisis por lo ya apuntado: el partido fue un bodrio. El empate está bien y no admite discusiones. Termina premiando con un punto el escaso compromiso de los dos con el juego.

En el reparto de situaciones, Banfield fue algo más que Colón y por eso se convirtió en figura Pozo. Pero sobre el final hubo un claro penal a favor del sabalero por una mano adentro del área que Vigliano interpretó como casual. Fue un centro a rastrón del Bichi e Higuaín entraba por detrás del defensor para empujarla, pero no pudo por esa acción que debió penarse con el remate de los doce pasos.

De todos modos, son sólo detalles puramente anecdóticos. El empate está bien, Colón jugó un partido flojo y, por ahora, luce más en los resultados que en el juego. Seguro que Gamboa debe tener en su mente y en sus ensayos la idea de estilo para su equipo. Por el momento, esto resulta prácticamente imposible de descifrar. Pero, mientras se define esa identidad de juego, bienvenidos sean los resultados.

Colón juega poco pero suma bastante

Corrió y metió. Sebastián Prediger tuvo otra vez un gran despliegue y recuperó mucho en el mediocampo. Foto: Télam

/// SÍNTESIS

Banfield...1

Colón...........1

Cancha: Banfield.

Árbitro: Mauro Vigliano.

Banfield: Bologna; Barraza, Dos Santos, Víctor López y Marcelo Bustamante; Jonathan Gómez, Bustos, De Souza y Carrusca; Cristian García y Achucarro. A.S.: Santillo. Estuvieron en el banco: Delfino, Ladino y Sebastián Romero. D.T.: Sebastián Méndez.

Colón: Pozo; Candia, Garcé y Goux; Graciani, Moreno y Fabianesi, Prediger y Quiroga; Damián Díaz; Fuertes y Cano. A.S.: Marcos Díaz. Estuvieron en el banco: Raldes, Lucas Acosta y Larrivey. D.T.: Fernando Gamboa.

Goles: en el primer tiempo, a los 5 min Achucarro (B) y a los 45 min Fuertes (C).

Cambios: en el primer tiempo, a los 44 min Quilez (C) por Graciani. En el segundo tiempo, a los 28 min Higuaín (C) por Cano; a los 35 min Barbaro (B) por De Souza; a los 38 min Bauchet (B) por Cristian García; a los 40 min Quinteros (B) por Gómez y a los 47 min Ledesma (C) por Prediger.

Amonestados: en Colón, Quiroga y Damián Díaz.

Damián no juega ante Gimnasia

El volante sabalero Damián Díaz llegó a las cinco amarillas y no podrá jugar el partido del viernes que viene, a las 19, ante Gimnasia y Esgrima La Plata en el Cementerio de los Elefantes.

Con cuatro amarillas quedaron “colgados” Garcé y Moreno y Fabianesi, quienes junto al “10” habían llegado con esa cantidad al partido de anoche en Peña y Arenales.

Por otra parte, los juveniles Bailo, Lessman y Luque son los que quedaron afuera del plantel que firmó planilla. Seguramente, los tres iban a participar del encuentro de reserva que fue suspendido por cuestiones climáticas (en Buenos Aires llovió durante casi todo el día y el plantel sabalero de Sciacqua no viajó).

Respecto de los dirigentes, junto al presidente del club, Germán Lerche -quien había estado martes y miércoles en capital, retornó ese mismo día por la noche y ayer volvió a viajar-, estuvieron Rubén Moncagatta (junto a Tete, su hijo), Pedro Eusebio, Carlos Marín, Julio Mesquida y algunos allegados a la dirigencia.

El plantel se reencontraba hoy, aunque sólo los que no jugaron el partido de anoche. La totalidad de los futbolistas fue citada para el lunes, a fin de comenzar una semana corta de entrenamientos teniendo en cuenta el compromiso del viernes ante el equipo de Cappa.