Posición ante el G-20

Boudou defiende reglas de mercado para el precio de los alimentos

El presidente francés reclamó “más oferta” de los países productores. La Argentina, como país proveedor, no quiere controles y defiende esa posición junto a Brasil.

De la redacción de El Litoral

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DyN/Télam

La cumbre los ministros de Economía, Hacienda y Finanzas de los países que integran el Grupo de los 20 comenzó hoy en París, con declaraciones de representantes de diferentes naciones que hacen prever grandes dificultades para arribar en el término de dos días a un acuerdo para fijar reglas uniformes en aspectos fiscales y financieros y en el precio de las materias primas.

El ministro de Economía, Amado Boudou, y el canciller Héctor Timerman, participaron de la primera jornada de deliberaciones en la que el presidente galo, Nicolas Sarkozy, se volvió a pronunciar a favor de regular el precio de los alimentos e implementar una reforma monetaria internacional.

Ése es el propósito de las naciones “ricas” del bloque, que pretenden establecer pautas comunes para cuentas corrientes, tipo de cambio, reservas, déficits y deuda pública y ahorro privado.

Sin embargo, desde el inicio de las deliberaciones se dieron a conocer los rechazos a esas pautas por parte de Brasil (en nombre del denominado Bric, junto a Rusia, India y China). La posición brasileña fue expresada por su ministro de Hacienda, Guido Mantega, quien la semana pasada coordinó la postura con Boudou.

Durante un encuentro en Brasilia, los ministros latinoamericanos analizaron el reclamo de los países centrales por una mayor oferta de alimentos, debido al alza de precios internacional de los últimos meses.

Boudou anunció su rechazo al proyecto argumentado que el mandatario galo y directivos del BM pretenden alterar las reglas del mercado que determinan el precio mundial de los alimentos.

En conjunto

“Vamos a defender la posición de la Argentina -que también lleva Brasil- con respecto a que no es una buena propuesta intentar que nuestros países no cobren los precios que los mercados dan por los bienes que producimos”, remarcó el ministro.

“Si ellos piensan que hay que aumentar la oferta de alimentos, no va a ser por este camino por el cual lo van a lograr”, aseguró el titular del Palacio de Hacienda.

En cuanto a los aspectos fiscales y financieros, Mantega señaló que los Bric “acordamos no tomar la cuenta corriente como indicador, sino tomar la cuenta de bienes y servicios. No estamos de acuerdo en establecer un límite para la acumulación de reservas”, dijo el ministro brasileño.

En el discurso de apertura de la reunión, el presidente francés se refirió al rol del Fondo Monetario Internacional (FMI) que, a su juicio, debe ser “la piedra angular de la cooperación”.

También señaló que en el marco del G-20 no había que “dar la prioridad a los intereses nacionales”, porque esto significaría la “muerte” del grupo. Al respecto, Mantega advirtió que “cada país tiene su particularidad”. La posición consiguió una inesperada adhesión del representante alemán Wolfgang Schauble, quien condicionó su apoyo a los pedidos de Sarkozy a que no causen un perjuicio al comercio exterior de su país.

Indicadores de desequilibrios

Los ministros de Finanzas y jefes de los bancos centrales de los miembros del G20, integrado por las principales potencias desarrolladas y emergentes, continuaban hoy las deliberaciones en procura de reducir los desequilibrios económicos mundiales.

El ministro alemán, Wolfgang Schauble se manifestó convencido de que hay buenas oportunidades de acordar una serie de indicadores para medir las divergencias entre las economías. Las declaraciones se produjeron después de que China frenara las esperanzas a acuerdos decisivos, al oponerse al uso de tasas de intercambio reales y reservas monetarias como criterio de medición. La adopción de indicadores para medir los desequilibrios es vista como un primer paso hacia una mayor armonización de las políticas económicas. Aparte de las tasas de intercambio y reservas monetarias, otros indicadores que se barajan son los balances contables y los niveles de deuda pública y privada.

El representante chino, Xie Xuren, mostró su oposición a que entre los indicadores para evaluar los desequilibrios globales se incluyan los tipos de cambio y las reservas de divisas. Una reacción que no sorprende en una China frecuentemente acusada de mantener artificialmente el yuan con un valor muy bajo gracias al control de su tipo de cambio para favorecer sus exportaciones, y de acumular reservas de otras monedas que generan inestabilidad.

Disputa

Es controversial la reforma al sistema monetario internacional, con regulación a los tipos de cambio reales y de las reservas de cada país. “Argentina no está en contra de los organismos multilaterales de crédito, sino contra el rol que cumplen hoy esos organismos, pues éstos deben reflejar la realidad que estamos viviendo ahora y no cuando fueron creados”, aseguró el canciller Timerman. Brasil dejó en claro que no desea reglas y límites mundiales sobre el flujo de capitales.