Mojar la cama de noche: un problema con solución

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Hacerse pis en la cama hasta los cinco años no se considera preocupante.

La enuresis es un síntoma asociado a diversas causas, orgánicas o funcionales, que favorecen la emisión de orina durante las horas de descanso. En general, con un buen diagnóstico, existen tratamientos específicos que permite a los más chicos dormir y despertar en una cama seca.

TEXTO. REVISTA NOSOTROS. FOTOS. EL LITORAL

El comienzo de las clases despierta muchas expectativas en los chicos pero también en sus padres. Los preparativos de la mochila, los miedos, los nervios del primer día y la nueva señorita. Son muchas las cuestiones que hay que tener en cuenta en estos días previos.

Pero a este ambiente de ansiedades se le suman otras si esta personita que está por empezar un nuevo año de escuela todavía se hace pis en la cama. No es un tema menor, ya que afecta la autoestima y el normal desenvolvimiento del niño y preocupa a los papás.

Pero, ¿cuándo realmente tienen que preocuparse si mojan la cama?. “Desde los 2 años en adelante, cuando los chicos comienzan a tener manejo voluntario de su vejiga, estos episodios de pérdida de orina son frecuentes. Mientras tanto, los padres la van llevando, ya que el chico viene de dejar los pañales. Pero debe ser preocupante cuando llegan a los 5 años, sobre todo si ya han ingresado a la escuela”, comentó el Dr. Héctor Nievas, jefe del Servicio de Urología del hospital de Niños Dr. Orlando Alassia de nuestra ciudad.

La enuresis -así se llama este síntoma, ya que no es una enfermedad- es uno de los motivos de consulta frecuente que atiende este servicio: llegan con este problema entre 1 y 2 pacientes por consulta (representan un 5% del total).

“No es fácil el manejo de este niño: después de los 5 años, si tiene el escape nocturno, los padres consultan, aunque no lo hacen si se da en forma discontinua. En realidad, consultan en primera instancia al pediatra y después lo vemos los especialistas, si es que un tratamiento previo no dio resultado. En cambio, sí se empiezan a preocupar si en el mes se hace pis en la cama 15 veces. Si ocurre dos o tres veces al mes y está en crecimiento no hay problemas”, comentó.

Y agregó un dato significativo: “Si alguno de los progenitores ha tenido este problema hay un 40% de probabilidades de que su hijo lo tenga, y si fue el caso de los dos padres, la probabilidad aumenta al 70%”.

TRATAMIENTOS

Consultado en relación a la causa de este síntoma, Nievas aclaró que “la enuresis es un problema porque puede surgir de diferentes factores: psicogénicos, urológicos propiamente dichos (como infecciones urinarias sintomáticas o asintomáticas, que se descubren en forma accidental), problemas del sueño (muchos duermen “como un tronco”, pero no es un factor decisivo). Por el contrario, estos chicos duermen bien pero no reaccionan cuando hay un lleno vesical (se les llena la vejiga) y no se despiertan. Por eso, es importante llegar a un diagnóstico y ver de qué tipo de enuresis se trata”, comentó.

En tanto, mencionó que “hay tratamientos con medicamentos para la enuresis, que sirven para relajar esa vejiga hiperactiva que presentan estos chicos, como los anticolinérgicos, o los que están realizados a base de un sustituto de la hormona antidiurética, porque se ha visto que muchos de estos chicos tienen -de noche- una menor producción de la denominada demospresina (hormona antidiurética), que hace retener mucho líquido de noche; el riñón trabaja pero no como durante el día”.

Por último, sugirió que “es fundamental el trabajo entre los padres, los médicos y el chico, que tiene que ir entrando en esta especie de engranaje. Como no es una enfermedad tiene que empezar a hacer una reeducación vesical, ir varias veces al baño pero bien (habitualmente sólo largan los primeros chorritos y se van, por lo que siempre queda orina en la vejiga, no se descarga toda y no trabaja bien)”.

Y agregó: “A esta tarea de educación, sumada a los medicamentos, debe agregarse aumentar la autoestima del chico. En el comienzo no se da cuenta de su problema pero sí cuanto más grande es y lo afecta: no puede ir a dormir a la casa de un compañerito, ni a un campamento. Vemos que la mayoría no se hace pis cuando sale de su casa y va, por ejemplo, a lo de una abuela. Si usamos esta forma de trabajar tenemos chicos que responden rápido, aunque hay otros que no tanto. Vemos que -a medida que van progresando- muchos chicos sienten mucha alegría por el logro. Sin embargo, a veces hay retrocesos, es normal, pero no tiene que haber angustia”.

Consejos prácticos

• Busque asesoramiento profesional.

• Elimine el reproche o la censura para mejorar la autoestima de su hijo.

• No le imponga un sentimiento de culpa y frustración.

• Tenga paciencia y tolerancia, ya que son muy pocos los que seguirán mojándose en la adolescencia.

• Inculque la rutina de orinar antes de acostarse.

• Limite los líquidos durante la cena y que los evite después de cenar.

Preguntas frecuentes

Enuresis primaria: el chico, desde el momento en que se sacó los pañales, tiene pérdidas nocturnas de orina, hasta los 12 y 15 años. Si no se hace nada, el 99% de los casos deja de mojar pero existe un 1% que sigue en la adolescencia e incluso en la adultez.

Enuresis secundaria: el chico deja los pañales y logra el control voluntario de la micción tanto diurna como nocturna, pero entre los 2 y los 12 años empieza a tener pérdidas de orina.

Cómo funciona: “Tenemos dos centros que manejan el control miccional y para ir de cuerpo: a nivel central está el motoneurona superior, y en la zona sacra, el motoneurona inferior. La regulación de ambos nos permite hacer un buen llenado y vaciado de la vejiga. Pero a veces alguno de ellos no trabaja bien, sobre todo el superior que tiene que bloquear y se da mucho en los chicos que están en crecimiento. Mandan estímulos que llegan a la vejiga en forma involuntaria: el chico duerme y no se da cuenta que tiene que orinar”.

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