Coyuntura

Un optimismo bajo revisión

Crece el número de quienes tienen perspectivas positivas sobre la economía, pero esa opinión representa menos de un tercio del total. Una gran mayoría duda o prevé malos tiempos. El trasfondo es la amenaza inflacionaria.

Félix Canale

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El 40 % de los argentinos tiene una opinión bivalente sobre la situación económica actual del país (no es buena ni mala), mientras que el 32 % opina que es bastante mala o muy mala y un 26 % que es muy buena o bastante buena. Las opiniones negativas tienen mayor incidencia entre los entrevistados de menor nivel socioeconómico (34 % en la clase baja vs. 17 % en la clase alta) y educativo (33 % en las personas con educación primaria y secundaria vs. 26 % en los universitarios).

Los datos, desconcertantes en un momento de fuerte demanda y con un PBI por sobre 8 %, se desprenden de la última encuesta sobre el Índice General de Expectativas Económicas (Igee), que TNS Gallup realizó para la Universidad Católica Argentina, entre el entre el 21 y el 26 de enero de 2011.

Por una parte, en dicho mes todos los subíndices que componen el Igee registraron aumentos con respecto a la última medición realizada en diciembre. En el subíndice Situación Actual, la calificación de “buena” creció 4,3 % en comparación con diciembre de 2010 y 15 puntos porcentuales por encima del registro correspondiente a enero del año pasado.

Pero pese a este dato alentador, resulta llamativo que casi un tercio (32 %) de los encuestados calificó la situación como mala. Sumando a este registro a quienes no la califican ni como buena ni como mala (40%), se perfila una importante mayoría de opinión (72 %) que no está conforme con su situación actual.

Futuro inmediato

En lo que se refiere a la Situación Futura -a un plazo de seis meses-, también se registraron avances. Quienes esperan estar económicamente mejor que en la actualidad (30 por ciento de los entrevistados) crecieron 3 % entre diciembre y enero, casi 13 puntos porcentuales con respecto al primer mes de 2010. El informe de la UCA señala que esta medición muestra los valores más altos de los últimos 35 meses.

Como en el caso de Situación Actual, el optimismo a futuro es algo mayor entre los entrevistados de mayor nivel socioeconómico (39 % vs. 28 % en los sectores de ingresos más bajos) y en el GBA (34 % vs. 29 % en Capital Federal y 28 % en el interior del país). Como contrapartida, el 42 % de los entrevistados considera que la situación económica se mantendrá sin variantes y el 21 % opina que empeorará.

Puntos de vista

Los números de la encuesta pueden leerse de dos formas diferentes. Por un lado, la constatación del incremento de opiniones positivas (que demuestran confianza) tanto en lo atinente a la situación actual como al futuro inmediato. Pero por otro, no puede soslayarse que quienes no comparten esa confianza son mayoría estadística.

Consultado por El Litoral, Patricio Millán, director de la Escuela de Economía de la UCA (entidad que encarga el trabajo de campo a TNS Gallup), razona: “Nosotros nos limitamos a dar las cifras de las encuestas y no las comentamos. Pero si usted quiere mi opinión, diría que la buena noticia es que disminuye el número de opiniones negativas. Aunque también es válido el ejercicio que propone (sumar opiniones negativas más indecisos) y en este caso, es cierto que esa suma es mayoría desde hace mucho tiempo”.

La desconfianza histórica es una incógnita que deben despejar los sociólogos o los psicólogos sociales. La de la actualidad puede buscarse en otros números que arroja la misma encuesta, que en todos su ítems muestra que el optimismo en ningún caso supera el 30 por ciento de las repuestas.

Trabajo e ingresos

Para buscar una razón por la falta de entusiasmo, debe prestarse atención a la visión de los encuestados sobre las oportunidades laborales. Una minoría de 21 % opina que hay muchos puestos de trabajo disponibles. En la vereda de enfrente, el 42 % de los entrevistados dice que hay pocos o muy pocos, y el 31 % no se inclina por ninguna de las dos alternativas. Nuevamente, en este caso, la percepción positiva se concentra en los sectores de ingresos altos, en tanto las opiniones negativas aumentan en las clases media y baja (44 % vs. 35 % en la alta) y en el interior del país (46 % vs. 40 % en el GBA y 35 % en Capital Federal).

En línea con lo anterior, el 58 % de los encuestados dice que los ingresos del hogar esperados para los próximos 6 meses no se modificará, mientras que el 25 % espera mejorarlos. Es sorprendente el porcentaje de quienes no tienen expectativas de mejoras, teniendo en cuenta que en los próximos meses habrá incrementos de sueldos, vía paritarias, que de acuerdo con las primeras cifras puestas en negociación oscilarán entre 25 y 30 por ciento.

Los fantasmas

Detrás de esa mayoría “no positiva” se asoma, en realidad, el creciente temor ante una inflación que el gobierno se obceca en negar. En la encuesta de la UCA, un rotundo 81 por ciento de los entrevistados espera un incremento de precios en los próximos 12 meses. Comenta Patricio Millán: “Es evidente que la gran preocupación por el posible aumento de los precios, hace que la gente piense que la situación no será tan buena”.

Dos días después que la UCA publicara su encuesta, la Universidad Torcuato Di Tella difundió su informen mensual sobre expectativas inflacionarias. De acuerdo con el mismo, en febrero, 9 de cada 10 argentinos esperan para los próximos 12 meses una inflación superior a la proyectada por el gobierno (8,9 %) en el Proyecto de Ley de Presupuesto. Además, la mitad de los encuestados cree que los incremento serán de 30 % o más.

+ información

La encuesta de TNS Gallup para la UCA puede consultarse en http://blogs.ellitoral.com/empresariosyempresas.