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Berlusconi está en todas.

El primer ministro italiano Silvio Berlusconi, para bien o para mal -esta vez para mal- es actualmente figura protagónica de la más importante tormenta política que se recuerde en la península desde la Segunda Guerra Mundial. Al escándalo no le falta nada: sexo, dinero, mucho dinero, encubrimiento, complicidades en el más alto nivel...De todo y para todos. Sin embargo, hay quienes se permiten tomárselo en solfa: una de las carrozas de participan del desfile de carnaval de Viareggio lleva como mascarón de proa una reproducción de la cara de “Il Cavallieri”. Y si algo le faltaba para completar el cuadro, su antiguo amigo personal, el autócrata libio Muammar Gadafi está en la cuerda floja y la oposición italiana le reclama a Berlusconi que rompa relaciones con Trípoli. Las relaciones entre Italia y Libia están marcadas por la firma, el 30 de agosto de 2008, del Tratado de Amistad y Cooperación, que estipulaba que Italia indemnizaría a Libia por las más de tres décadas de ocupación colonial del país magrebí. Una fecha tras la que el líder libio ha visitado en varias ocasiones Italia, levantando la polémica por algunas de sus actuaciones.

Foto: Agencia EFE