Historias escritas sobre el ring

Gonzalito, el vengador de Locche

Gonzalito, el vengador de Locche

González y Amílcar Brusa, rincón victorioso en el Luna Park de Buenos Aires.

Foto: Ilustración de Lucas Cejas.

Sergio Ferrer

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El 28 de junio de 1974 llegó a Buenos Aires el experimentado peleador panameño Alfonso Gerald Frazer. El hecho hubiera pasado desapercibido para Santa Fe, de no ser porque “Peppermint” Frazer desembarcó en estas latitudes para confrontar con un pupilo de Amílcar Brusa y porque poco más de dos años antes, el 10 de marzo de 1972 para ser más precisos, había logrado quedarse con el cinturón welter junior de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), destronando en Ciudad de Panamá a un gastado y alicaído Nicolino Locche, que lejos estaba de ser el radar humano que alguna vez fue.

Para presentar a Frazer en el Luna Park, Juan Carlos “Tito” Lectoure decidió contratar al joven valor santafesino Daniel Aldo González (nacido el 4 de octubre de 1949), tal vez con la idea de reflotar en el palacio de los deportes de Corrientes y Bouchard la rivalidad del visitante istmeño con “El Intocable” mendocino. En 1973 Locche había tenido un intento fallido de reconquista ante el colombiano Antonio “Kid Pambelé” Cervantes (monarca reinante, dos veces vencedor de Frazer) y pasaba por un inusual ostracismo, que lo llevó a estar gran parte de aquel año y todo 1974 sin combatir.

Al margen de Nicolino (que volvió a ver acción sobre un ring recién el 9 de agosto de 1975, contra el mexicano Javier Ayala), cierto es que Frazer figuraba cuarto clasificado AMB en la división de las 140 libras (63,503 kilogramos) y González noveno, por lo que la importancia del match estaba justificada por sí sola, dada la trascendencia a futuro para ambos. A ello se sumaba el particular interés que había despertado en Santa Fe la presentación del equipo de Brusa, a tal punto que a Lectoure le reservaron 100 entradas con varios días de anticipación al combate, el que en un principio estuvo programado para el 6 de julio, pero pasó al sábado 13, por el fallecimiento de Juan Domingo Perón (1º de julio de 1974).

Ráfagas de Metralleta

El ambiente boxístico conocía a Daniel como “Gonzalito” y como “Metralleta”, alias que hacía honor a la velocidad y precisión con las que descargaba sus golpes -como si tuviera una “tartamuda” en cada puño-, especialmente el cross de izquierda, una de las manos que más han elogiado quienes lo vieron guantear o combatir con asiduidad, entre ellos Rufino Cabrera y Jacinto Fernández. Algunos registros indican que el apodo de González era “Cañonazo”, pero Rufino insiste en que eso no era así y que el verdadero sobrenombre era “Metralleta”. Una de las razones por las que siempre se reconoció a “Gonzalito” ha sido su condición de discípulo y colaborador histórico de Brusa, así por haber sido compañero y amigo inseparable de Carlos Monzón.

La carrera de Daniel estuvo jalonada por varias performances notables, como sus victorias sobre los experimentados Omar Gottifredi y Héctor Pace cuando aún era un novato. Además, tuvo un espectacular nocáut ante Mario Miranda, en cruce de invictos que hizo estremecer al Luna Park. Fue el 21 de julio de 1973; el rival tenía 22-0 con 19 KO y él acusaba 30-0 con 21 KO. Su campaña como rentado empezó el 16 de enero de 1971 frente a Lucas Baez (GKO 2) y culminó el 3 de abril de 1981 en Laguna Paiva, contra Néstor Vittadini (GP 10). En ese período completó 66 combates, de los cuales ganó 58 (30 KO), perdió 3 (le adjudican una derrota con John Nava en EE.UU. que no es real), empató 4 y tuvo 1 sin decisión.

Los únicos vencedores de González fueron welters: Johnny Gant (PP 10 en su pelea número 51, el 26 de junio de 1976), Miguel Angel Campanino (PP 12 por el título argentino de las 147 libras, el 16 de diciembre de 1977) y el inolvidable Ray “Sugar” Leonard (PKO1 el 24 de marzo de 1979). Con Gant cedió su calidad de imbatido cuando llevaba 45-0-4 y 1 (27 KO). Los empates fueron con Carlos María Giménez, con Mario Guillotti (dos) y el mexicano José Figueroa. El exilio deportivo de Brusa por la pelea de éste con Lectoure -y la “escoba” que pasó el Luna Park contra los pupilos del viejo maestro- lo afectó de tal manera, que entre 1979 y 1981 tuvo algunos pleitos cancelados, incluso, cuando estaba a punto de subir al ring.

Yerba Mala

Está dicho, una de las actuaciones de mayor renombre de Daniel fue cuando le ganó a Frazer, entre otros motivos porque logró “vengar” a Locche (que subió al ensogado para saludar, junto con Pascual Pérez, Horacio Accavallo y Monzón), así como a otros dos mendocinos que habían caído contra “Peppermint”, pero sin la corona en disputa: Carlos Aro (que PKO 1 en Panamá) y Juan Domingo Corradi (PKO 3 en El Salvador). Al margen de ello, ese desempeño le vino bien a Brusa para calibrar su proyección a nivel internacional. No hay que olvidar que, si bien había sido un campeón mundial discreto, el panameño tenía una respetable pegada (sus números a la altura del compromiso de Buenos Aires eran 35-8-1, con 26 KO) y un bagaje de recursos óptimos para embarrar, enredar, trabar o entorpecer la lucha. De todas maneras, no pudo evitar un incuestionable triunfo del santafesino, quien estuvo algo “atado” y nervioso al principio, pero siempre mantuvo la iniciativa.

Como la corta distancia le convenía a González (que era retacón, ágil, compacto, potente y llegaba con record de 38-0 con 25 KO), Frazer intentó hacer valer todos aquellos artilugios en algunos pasajes del duelo. Tal fue así, que el árbitro Alberto Balparda tomó cartas en el asunto y le descontó un punto en la sexta vuelta por faltas reiteradas. Evidentemente, aunque peppermint signifique yerbabuena, lo cierto es que hubo momentos en los que Frazer fue “yerba mala”, porque apeló a toda su astucia y malicia para sobrellevar una refriega que ya se le hacía muy cuesta arriba cuando entraron al séptimo round (para El Litoral, Pedro Oscar Roteta tenía, hasta ahí, 4 puntos a favor de “Gonzalito”).

Los jueces dieron guarismos apretados, que -a juzgar por lo expresado por Brusa que sostiene que González le dio a Frazer una paliza- no fueron fiel reflejo de lo que pasó: 99-96, 97-95 y 97-97. Esta última tarjeta fue muy silbada por el público (se reportaron en taquilla 53 millones de pesos de aquel tiempo, una muy buena recaudación), que entendió que González había ganado con total claridad. Como “Cacho” Roteta, que quedó con 99-95 a su favor. Los guantes usados para este match, Daniel se los obsequió en su momento a Carlos “Chiquito” Uleriche.

Los cabezazos de Giménez

Después de vencer a Alfonso Frazer, Daniel González superó por puntos a José Baquero y antes del límite a Roberto Rizziardi. Lamentablemente, no pudo cerrar ese envión anímico de la mejor manera, porque el 30 de noviembre de 1974 tuvo un choque de cabezas en el Luna Park con el campeón argentino welter junior Carlos María Giménez, virtual protegido de Tito Lectoure.

“Gonzalito” fue el más perjudicado de los dos, porque Giménez -que fue mal con la cabeza- siguió siendo campeón, mientras que él debió recibir cinco puntos de sutura debajo del arco superciliar izquierdo, por parte del doctor Nicolás Rondón.

El abrupto final de la contienda abrió las puertas para el desquite. Así fue como volvieron a verse el 7 de febrero de 1975, otra vez con la corona nacional en juego, pero en el Anfiteatro Natural Cerro del Triunfo de Balcarce. Giménez cometió varios cabezazos y con uno de ellos lastimó feo a González, que no pudo seguir en el tercer round. Increíblemente no lo descalificaron y fueron a las tarjetas, las que terminaron dando un injusto empate. El diario sentenció: “Despojo a Daniel González”.

 

//// el dato

Monzón y el 4 a 0

Carlos Monzón estuvo presente en el Luna Park haciéndose sentir como hincha número uno de “Gonzalito”. También alentó hasta la afonía en las peleas de los otros pupilos invictos de Amílcar Brusa: Ceferino Morales GKOT 5 a Carlos Burgos, Jacinto Fernández GKO 2 a Aníbal Aguirre y el correntino Antonio Merlo GKOT 7 a Francisco Fernández. Estas actuaciones fueron reflejadas en El Litoral del 15 de julio de 1974, bajo el título “Uno, dos, tres, cuatro... ¡Y todos de Santa Fe!”.