Es requisito indispensable para controlar el uso de agroquímicos

Más comunas definen su línea agronómica

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En regla. Además de las protecciones que deben tener los operarios, las aplicaciones deben realizarse fuera de las áreas vedadas. Foto: Archivo

Desde el Ministerio de la Producción explicaron que hubo un importante avance respecto del año pasado y casi tres cuartas partes de las municipalidades y comunas dictaron la ordenanza pertinente. También confirmaron que ya funciona el 0-800 para consultas gratuitas.

 

Juan Manuel Fernández

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El Director General del Política Agropecuaria del Ministerio de la Producción, ingeniero Carlos Debona, afirmó que se registra un importante avance en la cantidad de municipios y comunas que ya definieron la línea agronómica, punto de partida para una eficiente aplicación de la norma que regula el uso de agroquímicos, y confirmó que ya funciona la línea gratuita para consultas sobre la Ley Provincial de Productos Fitosanitarios (11.273), tal como se estipuló en el último convenio firmado con el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe. El número es 0800 888 3498 y los llamados se atienden, de lunes a viernes de 7 a 13hs, en una oficina de la Subdirección de Agricultura y Sanidad Vegetal de la cartera productiva. El objetivo es responder consultas y pedidos de información sobre la Ley 11.273. En el caso de que se denuncien actividades que no cumplen con la norma los llamados se derivan a los agroasesores, otra figura creada en el convenio.

Mayor adhesión

“En enero con el señor Ministro (de la Producción, Juan José Bertero) volvimos a insistir sobre las municipalidades y comunas que aún no habían fijado el límite urbano a los fines de la aplicación de la ley y todavía estamos recibiendo nuevas ordenanzas en ese sentido, así que ha tenido una buena acogida”, señaló Debona respecto de la adhesión de los pueblos y ciudades del territorio provincial.

El funcionario recordó que un año atrás sólo un tercio de los municipios y comunas habían cumplido con este requisito de la Ley 11.273, pero que hacia fin de año —luego de una nota remitida en junio desde el Ministerio— “prácticamente estábamos en un 56 o 57%”. Luego de la comunicación de enero, calculó que “muy probablemente estemos cercanos al 70%”.

También refirió que en algunos departamentos, por ejemplo Constitución, “casi el 100% ya tiene la ordenanza”. La situación contraria, con muy bajo nivel de adhesión, se observaba en otros como General López, que preocupaba particularmente porque “siendo eminentemente agrícola el porcentaje de ordenanzas era muy bajo”.

Asimismo, se da el caso de localidades que no tendrían necesidad de reglamentarla línea agronómica por carecer de actividad agrícola en las inmediaciones, por ejemplo San José del Rincón. En tales circunstancias “sería una ordenanza que no tendría ningún sentido porque no se estaría cumpliendo”, explicó el funcionario, y mencionó que también hay distritos exclusivamente ganaderos, como en los Bajos Submeridionales o la Cuña Boscosa, que estarían en las mismas condiciones. Sin embargo aclaró: “esas son determinaciones que tienen que tomar las propias autoridades locales”.

Para qué sirve la línea

Debona recordó que cada distrito puede fijar su línea agronómica donde le parezca conveniente, sobre el límite urbano o más lejos aún del ejido, y a partir de allí la Ley Provincial de Productos Fitosanitarios determina las distancias mínimas a las que se puede utilizar un agroquímico, según su clase toxicológica y el sistema de aplicación. “Se establece qué se puede hacer dentro de los 500 metros contados desde ese límite”, sintetizó, y mencionó que en algunos casos hay que avisar al municipio antes de aplicar; que siempre está prohibido utilizar aviones en esa franja; y que sólo se permite usar los productos menos tóxicos. “Los productos más tóxicos se pueden aplicar, siempre con equipos terrestres, desde el límite de los 500 metros hacia afuera”, agregó.

Otras de las acciones previstas en el convenio con los agrónomos es la de colocar cartelería que identifique a los distritos que están en regla. Debona relató que la cartera productiva ya recibió un presupuesto de vialidad para la fabricación de estos carteles que anunciarán al ingreso de los ejidos urbanos si esa comuna o municipio fijó su línea agronómica. Además comentó que algunos municipios ya han colocado mangas para medir la dirección del viento (factor fundamental para evitar la deriva) y contribuir con una aplicación segura de los agroquímicos.

Las palomas

A raíz de la visita al Ministerio de la Producción santafesino de la bióloga uruguaya Ethel Rodríguez, asesora del Senasa para la implementación del Programa Nacional de Control de la Paloma, el Director General de Política Agropecuaria de la provincia, Carlos Debona, comentó que desde el gobierno santafesino se analiza la posibilidad de darle un uso económico a estas aves, antes que combatirlas y poner en riesgo el equilibrio ambiental.

“Estamos hablando con Fauna y Senasa la posibilidad de usar estas aves —que producen daño en los cultivos— como un recurso; es decir, que se las pueda atrapar y faenar; que se pueda instalar una empresa que haga harina de carne para alimento de mascotas; e incluso exportarla como carne salvaje hacia los países europeos”, precisó el funcionario. El objetivo es hallar una fórmula que permita cumplir tanto con la Ley de Plagas como con la de Ambiente.

Mientras tanto —y por eso la visita de la especialista oriental, Doctora en Aves Plaga de la Universidad de Denver, EE.UU.— se trabaja en la elaboración de un método de medición para cuantificar con precisión el daño que causan estas aves en la producción agropecuaria. “Lo que queremos hacer es darle al productor las herramientas para que sepa de qué manera actuar para que el daño sea económicamente aceptable y no se perjudique el ambiente”, comentó Debona.

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