Encuentro de gourmets en Madrid

El jamón sigue siendo el rey

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Tres reconocidos cocineros españoles ofrecen una rodaja de pan con buen jamón ibérico en la Salón de Gourmets que se realiza en Madrid.

Foto: Agencia EFE

Los paladares más refinados siguen eligiendo una loncha de ibérico por sobre el paté francés y el caviar iraní. Al menos eso pasa por estos días en el XXV Salón de Gourmets madrileño.

 

Lorena Cantó

Agencia EFE

Ni chocolates belgas, ni paté francés ni caviar iraní: el rey de los paladares exquisitos sigue siendo el buen jamón, como puede comprobarse estos días en el XXV Salón de Gourmets, donde los expositores más concurridos son los que ofrecen al visitante unas generosas lonchas de ibérico.

Las docenas de productores y marcas de jamón presentes en este salón gastronómico internacional atestiguan el momento dulce que vive el sector del jamón ibérico, un lujo “de confianza” para unos consumidores a los que puede verse agarrando rojizas lascas al vuelo, pero que se lo piensan más antes de probar otros productos.

“Hay tal variedad y calidad que la gente compra jamón y lo consume, aunque no sea el de mejor calidad. No hay que olvidar que es uno de los mejores productos del mundo y gusta mucho más que el caviar, lo que pasa es que no es tan esnob, y aquí tiramos al esnobismo”, explica a EFE Alejandra Ansón, directora del proyecto Elite Gourmet.

Ansón asegura, rotunda, que “el jamón es y seguirá siendo la razón de ser de la alimentación de España”, y recalca que es esencial que cuando los consumidores compran un buen producto, “sepan usarlo”. Por ello advierte contra nuevas modas como la de maridar el jamón ibérico con bebidas espumosas: una “barbaridad”, pues los mejores compañeros de esta vianda son el vino tinto o el fino, bebidas cálidas que calientan el jamón en la boca y derriten su grasa. “El cava se lo carga por el frío y por la burbuja, y peor aún si es un semi-seco dulzón”, recalca.

También opina que a pesar de ser uno de los productos más populares de España, sigue habiendo un gran desconocimiento de sus características.

“Mucha gente no sabe qué es un buen jamón y de hecho nadie lo llama jamón ibérico, lo seguimos llamando jamón serrano y no se conocen las diferencias entre uno de bellota y otro de recebo”, señala.

Advierte Ansón de que algunos productores se aprovechan de la fama del buen jamón y ofertan patas de bellota que realmente no lo son, pues en España hay espacio para la crianza en libertad de unos 300.000 cerdos -para producir jamón ibérico de bellota, el mejor- pero se venden cada año más de un millón de patas bajo esta denominación.

En cualquier caso, los mejores jamones pueden probarse estos días en el Salón de Gourmets, donde, además, tiene lugar cada año el campeonato de cortadores de jamón Dehesa de Extremadura, en el que este año ha vencido por primera vez una mujer (Lourdes Corbacho, de Ronda, Málaga).

El más ibérico de los manjares ha protagonizado también un nuevo récord Guinness a manos del cortador Diego Hernández, quien en colaboración con el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Guijuelo, revalidó su propio récord al cortar 2.160 lonchas en una hora frente a las 1.660 que rebanó en el 2008, cuando logró el primer récord de este tipo.

/// EL DATO

El jamón

ibérico de bellota procede del cerdo de raza ibérica. Las principales características que lo distinguen están en la pureza de la raza de los animales, de la cría en régimen extensivo de libertad del cerdo en dehesas arboladas donde puedan moverse, de la alimentación y de la curación del jamón, que suele extenderse entre los 8 a 36 meses. El ibérico se distingue del resto por su textura, aroma y sabor, aunque este último varía según el grado de bellota que haya comido el cerdo, y del ejercicio que haya hecho.