Aseguran que los bombardeos de la Otan no son suficientes

Los rebeldes libios cifran en 10.000 los muertos y piden más protección

Rusia denunció que la intervención militar en Libia busca el cambio de gobierno.

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EFE-Télam

El presidente del Consejo Nacional Transitorio (CNT) de Libia, Mustafá Abdelyalil, cifró hoy en unos 10.000 los muertos por el conflicto en Libia y pidió a la coalición aliada bajo mando de la Otan una mayor protección, puesto que los ataques aéreos actuales “no son suficientes”.

Abdelyalil compareció hoy en Roma junto al ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, al término de una reunión en la que el líder de los opositores al régimen de Muamar al Gadafi informó a las autoridades italianas de la actual situación del conflicto.

“El presidente Abdelyalil nos ha hablado de 10.000 muertos en Libia, víctimas de un régimen sanguinario, y de entre 50.000 y 55.000 heridos”, explicó Frattini, en una comparecencia de prensa retransmitida en directo por televisión.

Ante esa abultada cifra de muertos, el presidente del CNT hizo un llamamiento a los países que participan en la coalición aliada para que faciliten al pueblo libio una mayor protección y se cumpla la resolución 1.973 de las Naciones Unidas.

Los ataques aéreos actuales sobre Libia “no son suficientes y, de este modo, no existe la protección total de los civiles”, aseguró Abdelyalil, quien indicó que “es necesario averiguar qué herramientas se pueden facilitar a los libios para permitirles que se puedan defender”.

Durante el encuentro, que precede al que el líder de los rebeldes libios mantendrá mañana en París con el presidente francés, Nicolás Sarkozy, Frattini y Abdelyalil hablaron además de la asistencia a los heridos.

Frattini, quien manifestó el compromiso de su gobierno a seguir el traslado a hospitales italianos de más heridos en el conflicto, aseguró que, en el caso de que sus vidas corrieran peligro, también ayudarían a los seguidores de Gadafi, puesto que esto constituye el “germen de la democracia”.

“Hemos prometido al presidente Abdelyalil que aumentaremos considerablemente el número de enfermos graves que pueden ser trasladados a los hospitales italianos. Abdelyalil ha hablado de cien heridos graves y creo que es posible”, indicó el ministro.

“Estamos valorando el envío de un nuevo equipo de médicos italianos especializados para cuidar a los heridos graves que no pueden ser trasladados (...). Tenemos médicos y enfermeros italianos que trabajan en condiciones de gran riesgo en hospitales libios”, agregó.

El jefe de la diplomacia italiana manifestó, además, el compromiso expresado por parte del presidente del CNT de “pasar de una Libia en la que se toma el poder sentado sobre un carro armado a una Libia en la que se llega al poder con las urnas”.

Por ello, Frattini dijo sentirse “convencido” de haber hecho lo adecuado al reconocer al CNT como su único interlocutor en Libia, algo que deberían hacer pronto, según él, otros países.

Durante la comparecencia conjunta en Roma, el ministro de Exteriores confirmó la invitación al CNT a la reunión del Grupo de Contacto sobre Libia que se celebrará en Roma el 2 de mayo.

“Espero que (en la reunión) se logren dos importantes resultados, como la activación de instrumentos legales internacionales para permitir la venta de productos petrolíferos a productores, proveedores y compradores internacionales con instrumentos financieros transparentes”, dijo Frattini.

Otro asunto que Italia quiere resolver en la reunión es, mediante métodos financieros internacionales, “que se puedan poner a disposición del pueblo libio a través del CNT sumas de dinero“ procedentes de activos económicos congelados “que son propiedad del pueblo libio y no del régimen o del coronel Gadafi”, agregó.

El ministro explicó que su gobierno es partidario del envío de “instrumentos técnicos” al pueblo libio como radares, aunque la cuestión de facilitar armas es algo que debe afrontar la comunidad internacional en conjunto, pues “la resolución 1.973 de la ONU no prohíbe la ayuda en términos de autodefensa”.

Abdelyalil y Frattini abordaron además cuestiones bilaterales, como la inmigración ilegal o como el Tratado de Amistad que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, firmó en agosto de 2008 con Gadafi y que, según el líder del CNT, los rebeldes tienen intención de retomar “cuando las condiciones lo permitan”.

Advertencia rusa

En tanto, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, denunció hoy en Belgrado que se está violando la resolución de la ONU que permitió los ataques en Libia a las fuerzas de Muamar al Gadafi, y recordó que ese mandato pretende sólo la protección de la población civil, pero no provocar un cambio de gobierno.

“El Consejo de Seguridad nunca se ha propuesto como objetivo el cambio del régimen en Libia, ni en ningún otro país, y los que de momento usan esa resolución para lograr tal objetivo, para cambiar el régimen, violan abiertamente el mandato aprobado en la ONU”, declaró Lavrov.

El responsable de la diplomacia rusa, de visita oficial en Serbia, advirtió en una rueda de prensa de que el uso de la fuerza podría afectar precisamente a la población civil.

Por eso, Lavrov insistió en que la prioridad ahora es lograr un alto el fuego y sentar en una mesa de negociación a los partidarios y a los opositores del líder libio, Muamar al Gadafi.

“Está mal que, debido a la postura de algunos países occidentales, la oposición en Libia rechace absolutamente la posibilidad de sentarse a la mesa negociadora. Pero es indispensable, y el paso más urgente que se debe dar es el cese inmediato del fuego”, indicó el ministro ruso.

Según Lavrov, la oposición en Yemen “también rechazó la posibilidad de sentarse a la mesa de negociaciones, posiblemente contando con que recibirá ayuda desde el extranjero”.

Lavrov insistió en que “esa es una lógica muy peligrosa que puede causar una reacción en cadena”.

“Es importante, en principio, que todos los miembros responsables de la comunidad internacional, y sobre todo los miembros del Consejo de Seguridad, no aboguen por confrontaciones sino por el diálogo”, indicó.

Ésa es, según el ministro, la vía por la que las fuerzas políticas y públicas de cada país “pueden llegar a un acuerdo sobre la forma en que vivirán en el futuro”, concluyó.