Al margen de la crónica

El riesgo de alzheimer se puede medir

El riesgo de una persona de desarrollar alzheimer es detectable con una nueva tecnología española, que combina la resonancia magnética de alta resolución para la obtención de imágenes de gran precisión de distintas secciones cerebrales con la inteligencia artificial.

La capacidad de esta tecnología de discriminar entre quienes están cognitivamente sanos frente a quienes posiblemente desarrollarán alzheimer fue presentada en Madrid, como parte de un proyecto piloto realizado por más de una treintena de científicos pertenecientes al denominado grupo Demcam.

El estudio, denominado “Resonancia Magnética estructural y funcional: estudio multicéntrico de las fases iniciales del alzheimer en la Comunidad de Madrid”, ha sido desarrollado en el Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía-Fundación CIEN de la capital española.

El alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa irreversible de causas desconocidas que cursa con demencia y deteriora gravemente las funciones cognitivas y funcionales.

Se trata de la demencia más frecuente, pero no coincide con el envejecimiento normal del individuo, ni tampoco es un mal exclusivo de los ancianos.

El uso de nuevas tecnologías combinadas ha permitido diferenciar, con niveles del 95 por ciento de exactitud en un colectivo de 170 voluntarios participantes en el estudio, cuáles son cognitivamente sanos y cuáles tienen riesgo de desarrollar la enfermedad de alzheimer.

Con la nueva tecnología de resonancia magnética de 3 Tesla se agiliza la obtención de las imágenes cerebrales respecto a otras técnicas, con una mayor definición y contraste.

Su aplicación generalizada ayudará a prevenir el desarrollo del alzheimer desde sus estadios más iniciales, es decir, incluso antes de ser visualizado el deterioro cerebral que provoca.

Asimismo, es previsible que esta nueva tecnología que incluye conjuntamente cuatro tipos de técnicas de imagen (volumetría, difusión, perfusión y espectroscopia) favorecerá el desarrollo de fármacos contra la enfermedad.

En el marco del estudio, se han obtenido más de 238 variables de secciones cerebrales de cada uno de los individuos participantes, relacionadas con características muy particulares.

El proyecto ha recibido una aportación conjunta de 230.000 euros (unos 340.700 dólares) por la Fundación Reina Sofía, GE Healthcare y la Fundación Eulen.