Regreso con gloria...

La vuelta soñada y festejada por todos

La vuelta soñada y festejada por todos

El público no pudo esperar y se metió en el campo de juego. Miles de personas se asociaron a la fiesta de Atlético. Los más fanáticos pasaron por los controles de seguridad para correr junto a los jugadores. Foto: M&G Fotografía

Atlético de Rafaela volvió de Tucumán, desató una verdadera fiesta en la ciudad y luego se trasladó al Monumental, donde compartió el ascenso con su público.

 

Carlos Scalzo

[email protected]

Rafaela (De nuestro corresponsal)

Pasaron, exactamente, 2.515 días desde aquella tarde del domingo 4 de julio de 2004 cuando Atlético perdió la categoría y en el medio hubo momentos dolorosísimos como las tres promociones perdidas: la primera ante Argentinos, en el 2005; después, aquella increíble, en La Plata, en el 2009, cuando a diecisiete minutos del final estaba tres goles arriba de Gimnasia, pero el “Lobo” se lo igualó y lo dejó en el ascenso y, finalmente, la última, ante el mismo rival y con igual suerte el año anterior. Ahora, llegó el momento para que la “Crema” pueda volver a la elite del fútbol argentino, por segunda vez en su historia.

Por eso este ascenso se disfrutó en grande después del partido en Tucumán y ayer en el estadio Monumental de barrio Alberdi. Porque se hizo justicia. Porque fue el premio a la continuidad, a la consecuencia y a la templanza de dirigentes y simpatizantes que, a pesar de los crueles sufrimientos y frustraciones por culpa de esta pasión llamada fútbol, supieron amasar un proyecto institucional y deportivo y armarse de paciencia para ver sus frutos.

“Hace años que Atlético es de primera, ahora simplemente jugará en el lugar que le corresponde”, señaló con gran claridad conceptual el periodista Diego Lisandro durante la transmisión de ayer en la previa de la vuelta olímpica del plantel y definió cabalmente el modelo que desde años atrás puso en marcha el club rafaelino.

Por eso no extrañó, más allá, exteriorizaciones de euforia y la alegría, la sencillez y tranquilidad con que su gente festejó, ayer, en el estadio. La misma humildad de trabajo de su cuerpo técnico y la que también desplegó el equipo en cada cancha y le valieron el reconocimiento del público tucumano que, el pasado sábado, lo vio conseguir su paso a la máxima división del fútbol nacional despidiéndolo con aplausos.

Fue, precisamente, el final del encuentro frente al “Decano” tucumano el inicio de un festejo inolvidable para el pueblo “albiceleste”, que masivamente se volcó a las calles de la ciudad para dar rienda suelta a su alegría, el mismo que en la tarde de este domingo llegó a su Monumental, fortaleza, casi inexpugnable, para el logro de este ascenso para rendir homenaje y agradecer una nueva página de gloria escrita por los “héroes” comandados por el cabezón Trullet.

La dulce espera

Mientras la gente esperaba en el estadio, sobre la ruta nacional Nº 34, el paso del bus con el plantel “celeste” debió casi detener su marcha, en los últimos 100 kilómetros del recorrido hasta Rafaela, por la cantidad de simpatizantes que se concentraron al borde del camino para saludar a sus ídolos, que en algunos lugares los acompañaron por un largo trayecto.

La demora se prolongó aún más por un fatal accidente ocurrido en la localidad de Ataliva, que interrumpió el tránsito vehicular y obligó al micro a tomar por caminos alternativos.

La llegada

El ingreso a la ciudad será una postal que va a quedar grabada en las retinas del plantel por mucho tiempo, con una multitud que desbordó todo lo previsto, esperando en las calles y formando una caravana de varias cuadras, que hizo marchar a paso de hombre al colectivo.

Tres horas después de lo previsto, llegó el plantel al estadio que se mostraba imponente y colmado de hinchas “cremosos” que desde varios minutos antes, y ante la proximidad del arribo de la delegación, comenzaron a vibrar.

El ingreso a la cancha

La entrada del equipo y cuerpo técnico al terreno de juego desató una fiesta estremecedora. Miles de simpatizantes saltando y cantando en una manifestación de alegría desbordante y, a la vez, con los ojos rojos de emoción conteniendo las lágrimas para no llorar, en una rara mezcla de orgullo y satisfacción porque tanta espera no fue en vano.

En el césped los “chicos” del club, una amplia mayoría del plantel, y los llegados en la última etapa, se abrazaban en la mitad de la cancha, atónitos por lo que sucedía en las tribunas y las gradas del Monumental. Pasado el primer impacto y presos de la ansiedad por dar la vuelta olímpica corrieron hacia el arco, a cuya espalda se ubica la “Barra de los Trapos”, y comenzaron una alocada carrera por el perímetro de la cancha.

Como lamentablemente, siempre ocurre en estos casos, el festejo se vio empañado por un grupo de inadaptados que se colocó en el terreno sorteando los controles de una organización que fue impecable.

Seguramente, los festejos se prolongarán y ahora vendrán cuatro fechas, un mes, para jugar el fútbol y disfrutar por la historia y el presente de este ascenso conseguido, una consagración como no se recuerda que muchos equipos la hayan obtenido con tanta antelación, y que debe gozarse en forma superlativa porque Atlético es uno de los equipos del interior del país que la vienen remando y haciendo las cosas bien para conseguir un lugar en el círculo privilegiado del fútbol argentino.

/// LO IMPORTANTE

Una ovación

Uno de los momentos de mayor emoción de la tarde en el Monumental fue cuando se mencionó a Gabriel Airaudo, el arquero titular de la última Promoción con Gimnasia.

/// EL DATO

Póster del ascenso

El Litoral publicará el próximo jueves un póster a todo color del equipo de Atlético de Rafaela que consiguió el ascenso a Primera División en la cancha de Atlético Tucumán.

La vuelta soñada y festejada por todos

En la cancha y con los jugadores subidos al arco. La vuelta olímpica que todos estaban esperando. Rafaela y su gente disfrutaron de un momento inolvidable. Foto: M&G Fotografía

/// EL DATO

El futuro

La gente, la pasión y el clima vivido por la parcialidad de Atlético hicieron presagiar lo que serán esas tardes de domingo por venir en las que River, Boca y los grandes de Primera volverán a pisar el césped del estadio, una ilusión que todavía muchos no se dieron cuenta que se transformó realidad.

/// EL DATO

La dulce espera

Larga fue la espera en el Monumental, pero valió la pena. El plantel de Atlético arribó al campo de juego pasadas las 18.30, cuatro horas después de la apertura de las puertas del estadio, y las más de 15.000 personas que aguardaban explotaron para darle a los jugadores un recibimiento nunca visto antes en la ciudad.

1.jpg

Por las calles de la ciudad. El plantel, en una llegada que se vio largamente demorada por la cantidad de gente que se pudo ver en las calles de Rafaela. Foto: M&G Fotografía

Los dos “sobrevivientes” del 2003

Iván Juárez y Lucas Bovaglio, como el resto del plantel, hablaron muy poco a la llegada al estadio, apurados por vivir la fiesta desde adentro. “Hemos hecho un sacrificio muy grande y después de tantas frustraciones, lograr el ascenso para nosotros es magnífico y lo queremos disfrutar con la gente de Atlético, nuestra familia que nos banca en todo momento y esto es para todos ellos. Tuve el privilegio de ascender dos veces con este club y te aseguro que lo que se vive acá es único, incomparable”, dijo al pasar el volante Juárez.

En tanto, el defensor Lucas Bovaglio destacó que “este grupo humano se merece este logro porque siempre lo dio todo. Y vamos a seguir haciéndolo para poner al club en lo más alto en Primera porque estamos orgullosos de ser de Atlético de Rafaela”.

4.jpg

Un goleador de raza. César Carignano subrayó que por sobre todas las cosas se logró conformar “un grupo de amigos que pudimos lograr el ascenso a Primera. No fuimos ni más ni menos que eso. Estoy muy contento porque le dimos una gran alegría a la gente de Atlético pero también a una ciudad que lo merecía”, agregó el delantero quien apuntó que en lo personal “es un premio al sacrificio por haber superado tantas cosas malas que me pasaron en los últimos años”.

Foto: M&G Fotografía