María Eugenia, la Bielsa que ganó la elección

El kirchnerismo no supo jugar la reina

a.jpg

“Yo sentí que este momento debía acompañar un proyecto colectivo. Y que los proyectos individuales no suelen ser buenos”. Foto: Archivo El Litoral.

La concejala rosarina, ex vicegobernadora, es la figura política con más consenso en el peronismo santafesino. Tuvo 100 mil votos más que su hermano, que quedó tercero. No está contenta.

 

Luis Rodrigo

[email protected]

María Eugenia Bielsa logró 303.908 votos sobre 639.949 válidos y afirmativos del peronismo. Aunque la figura no es exacta se puede decir que de cada dos votantes en la interna del justicialismo santafesino hubo uno que marcó su casillero. Y que en ese tablero de ajedrez que fue la interna, el kirchnerismo no supo jugar la reina. Es más, parece que ni sabía que contaba con su caudal electoral.

La cifra es notable no sólo en comparación con los sufragios que recibió su hermano Rafael (100.000 menos), también es comparable con los que obtuvo el precandidato a gobernador más votado, Bonfatti, por (apenas) 11.422 cruces. A Rossi le lleva 33.404.

Para María Eugenia Bielsa no es -según confesó a distintos medios del sur santafesino- un día feliz, pese a lo extraordinario de su resultado. Su hermano, el precandidato a gobernador que quedó tercero (con el apoyo de (Oscar) Cachi Martínez en Santa Fe) retrocede a 192.176 votos. En 2007, al enfrentar a Rossi, el ganador de ayer en la interna peronista, el ex canciller había sumado 425.195 sufragios (con el respaldo de Jorge Obeid en el gobierno provincial).

La ex vicegobernadora hoy es concejala en Rosario. Cuando estuvo al frente de la Cámara de Senadores fue famosa por varios hechos: no se rodeó de asesores y no pocas veces se enfrentó con su propio bloque (el peronismo) por la distribución de los fondos para subsidios y el aumento de las dietas legislativas. Además, inició una recuperación patrimonial del edificio del Senado, que luego se completó con toda la Legislatura.

La lista de los Bielsa logra 14 lugares de privilegio en la nómina que competirá en la elección general, y que llevará como candidato a gobernador a Agustín Rossi.

La derrota de Rafael

“Estoy segura que a Rafael por su naturaleza, cualidades, no le van a faltar proyectos”, subrayó María Eugenia sobre su hermano mayor.

“Es -recordó- una persona que está llena de propuestas. Tiene una vida tan estimulante, tan plena porque es un gran lector, escribe bien, puede trabajar en su profesión y porque es un apasionado de la política. Va a saber perfectamente cómo retomar su destino el día después de una elección que, por otro lado, no es la vida ni la muerte. Todos hemos perdido cosas muchas más grandes que una elección”, reflexionó. La ex vicegobernadora enviudó cuando ejercía ese cargo.

“Nunca pagué una entrevista”

“La gente en algún sentido votó a alguien que se parece menos a la política que la ciudadanía no desea. Porque yo nunca tuve un asesor de imagen, nunca tuve un encargado de prensa que me dijera qué es lo que me convenía decir. Nunca pauté con un medio, nunca pagué una entrevista. Cosas que en la política son habituales”, sostuvo la menor de los Bielsa.

María Eugenia habló de una “territorialización del voto”, al afirmar que durante su carrera política estuvo “abierta a la gente”.

“Me preocupé por acompañar a la gente en lo que pude, con todas las dificultades. Le agradezco a la gente que sufrió daños con el granizo del 2006 y lo único que pudimos hacer fue acompañarlos y reponerles unas pocas chapas para que pudieran reconstruir sus casas. Y ahí hay un voto. Es un hecho de gratitud para con la gente que me votó. Esta alegría tiene sentido en el contexto de un proyecto común. Primero somos un equipo y en ese equipo había gente que podía representar también como yo determinados lugares. A mí me parecía que debía honrar lo que la provincia me había dado, acompañándolo a Rafael”, respondió la candidata cuando fue consultada si no debería haber competido por la intendencia de Rosario.

“Para ser gobernador o intendente hay que estar entusiasmado, tener deseo y saber cuándo es el momento o es oportunidad de competir. Y yo sentí que este momento era para mí el de acompañar un proyecto colectivo. Y que los proyectos individuales no suelen ser buenos. Este proyecto colectivo me cautivó, me gustó, me entusiasmó”, afirmó.