Noción de ser

José María Chartier.

DNI. 6.191.112, ciudad.

Señores directores: Nací en la década de los años 20. La vida de mis primeros años fueron formando mi personalidad.

Tanto mi madre como mi padre fueron seres ejemplares y maravillosos. De ellos aprendí más con la observación que de sus palabras. El ejemplo me sirvió como aprendizaje.

Nuestros modos de obrar fueron cambiando los rumbos y modalidades. Con los años se va aprendiendo a discernir.

Nací en un pueblito de campaña.

Fui recorriendo otros lugares que me sirvieron para cultivar mi propia estima.

El destino me trajo a esta ciudad y fue mi punto de radicación. En mi vida tuve muchos porqués y altibajos, con estos fui creciendo y cultivando la amistad, mi mejor capital. Después fui conociendo la mentira, el robo, el libertinaje, etcétera. La persona con sentimiento se fue perdiendo en la penumbra y el olvido.

Si empezáramos a creer en la fidelidad del amor y el entendimiento podríamos volver a la meta perdida y cultivar el cambio que la humanidad viene reclamando y empezar a volar para llegar a la conquista de nuestro bien y mejor proceder. Hoy hay mucho engaño, violencia, inseguridad, falta de unidad y respeto. Al convivir con todo esto no somos los mismos. Dios quiera que el amor no desaparezca, para no caer al vacío. Miremos a la juventud. Hay que darles el lugar que ellos pretenden ocupar, siempre y cuando esté centrado en el bien, con verdadero amor. Con honestidad y comprensión empezaremos a emanar, dejando de lado el orgullo y la ambición, cambiando la ignorancia por el conocimiento.

Observo que la mayoría de los políticos quiere manejarse para su propio interés. Así nunca se va llegar a un verdadero razonamiento del ser por el ser.

Unidos triunfaremos.

Si no hay unión, la vida es una mentira.