Trabajo conjunto entre Bolsa de Comercio, Ministerio de la Producción y Universidad Católica

Una cosecha sin deformaciones

Este año se puso en marcha el SEA, Sistema de Estimaciones Agrícolas del Centro-Norte de la Provincia de Santa Fe, una herramienta para conocer la superficie sembrada y el volumen real de la campaña en la región. Hasta el momento se usaban fuentes no confiables que ofrecían una imagen borrosa. También se mide humedad y fertilidad de suelos.

Una cosecha sin deformaciones
 

Juan Manuel Fernández

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Una verdad de perogrullo: la información es poder. En el universo de los agronegocios, signado a nivel global por la sencilla combinación de existencias (oferta) y consumo (demanda) de mercaderías, lo saben muy bien: todo dato, indicio o rumor que produzca alteraciones entre estas variables, aunque sólo sean teóricas o hipotéticas, repercute en el mercado.

En Argentina las proyecciones de cosecha más difundidas son las del Ministerio de Agricultura y las Bolsas de Cereales de Buenos Aires y de Comercio de Rosario. Pero los números difieren según intereses más o menos visibles. Un caso testigo: en la campaña actual, próxima a concluir, el gobierno nacional decidió presentarse como el artífice del éxito agropecuario y por ello calculó que la cosecha superará por primera vez en la historia nacional las 100 millones de toneladas. Las otras fuentes sostienen lo contrario, a pesar de que sus mediciones tampoco son completas o certeras, sobre todo para el centro-norte santafesino.

Ante la necesidad de contar con datos fidedignos, la Bolsa de Comercio de Santa Fe, el Ministerio de la Producción y la Universidad Católica conformaron un “Sistema de Estimaciones Agrícolas del Centro-Norte de la Provincia de Santa Fe” (SEA). Los primeros datos son reveladores: entre los cálculos de la entidad porteña y los locales hay una diferencia en la estimación de la cosecha de soja en los departamentos del centro norte de casi 700.000 toneladas. Los primeros estiman una siembra de 1.100.000 hectáreas con la oleaginosa, mientras que el informe SEA relevó un máximo de 1.600.000 hectáreas “para todo lo que es cereales y pasturas”, sostuvo el vicepresidente primero de la bolsa santafesina, Carlos Vergara, quien afirmó: “o tenemos campos de dos pisos o hay un número que no da”. Desde Capital Federal calculan una cosecha de 2.198.624 toneladas, contra la estimación local de 1.500.278, entre soja de primera y de segunda (una diferencia de 698.346 toneladas).

Datos fidedignos

Para explicar el nacimiento del SEA, Vergara sostuvo que la información disponible “no nos generaba certezas”. También admitió que “era una deuda pendiente” para la entidad tener un sistema de estimación propio.

El Ministerio de Agricultura de la Nación cuenta con 5 delegaciones en la provincia que le proveen información, pero los reportes “tienen un alto grado de subjetivismo porque se basa más que nada en la experiencia de los estimadores y en el uso intensivo del teléfono”, advirtió Roberto Giunta, Director General de Sistemas de Información del Ministerio de la Producción. En cambio, el nuevo esquema “tiene un fuerte sustento técnico”, por lo que “es una estimación con mucho más respaldo que el de los otros sistemas”. “Desde el punto de vista comercial es de mucha utilidad porque se puede dimensionar el flujo de los volúmenes producidos”, remarcó.

La licenciada Susana Tardivo, referente de la UCSF, destacó la utilidad agronómica. “Al final vas a ver los datos estadísticos de cómo fue variando la temperatura a lo largo del ciclo del cultivo”. Mientras tanto, agregó que están desarrollando un muestreo de fertilidad “para determinar en qué condiciones llegan los lotes que vienen de soja para esta campaña”. En tal sentido precisó: “vamos a medir materia orgánica, nitrógeno, PH, conductividad, fósforo y potasio”. La información se usará para “poder hacer la relación entre un suelo que se trabaja y otro que no, para desmitificar el tema de que estamos perdiendo fertilidad en nuestros suelos”.

Saber cuanto hay

La nueva información se recaba combinando datos que aportan 11 estaciones agrometeorológicas que el Ministerio de la Producción tiene instaladas en al región (de 20 en toda la provincia), los informes de los socios de la Bolsa (acopios, cooperativas) y las imágenes satelitales y el trabajo de campo de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Ambiente de la UCSF. Se confeccionan dos tipos de informes: de avances de campaña, cada 10 días; y uno al final de cada cosecha. El área analizada, de poco más de 1.5 millones de hectáreas, abarca los departamentos La Capital, Castellanos, Las Colonias, Garay, San Justo, San Cristóbal, 9 de Julio, Vera, General Obligado y San Javier. Los resultados de estimación de área sembrada y cosechada, rindes y acumulación de humedad en los suelos y estado de fertilidad se ponen a disposición de los interesados, en forma gratuita, en los sitios web de la Bolsa y el Ministerio.

En la zona de cobertura “parte de la cosecha se comercializa a través de cooperativas, corredores o acopios que son socios de la Bolsa”, comentó Vergara, y explicó que el SEA “nos van a servir a nosotros para saber de qué producción estamos hablando cuando se discuta el tema trigo que será lo próximo que se viene”. Antes, confesó, cuando se debatieron los cupos de comercialización lo hicieron sin saber cual era la magnitud del problema que tenían.

En detalle

Desde su primera publicación, en febrero, el SEA ya elaboró dos informes de estimación agrícola y 5 parciales. El último indica que, al 20 de mayo, se da por finalizada la cosecha de soja de primera en la zona relevada, “con una superficie cosechada de 321.250 ha. —dice el texto—, rendimiento promedio de 29,9 qq./ha. y una producción de 1.008.778,00 toneladas”.

Sobre los lotes de segunda que aún se están trillando, señala: “al modificarse las condiciones de humedad en los suelos, en estos últimos diez días, y las precipitaciones registradas (las del 13 de mayo, no las de esta semana), de importancia en gran parte del área, limitaron el avance del proceso de cosecha”. En tal sentido, agrega que las condiciones de piso y el porcentaje de humedad del grano están regulando la recolección. A su vez precisó que “el déficit hídrico sufrido por el cultivo en el proceso de llenado de grano, se refleja en granos más livianos y rendimientos promedios más bajos a los estimados”. Esta recolección está avanzada en un 75% de las 208.170 hectáreas cosechables, con un rinde promedio de 20.5qq/ha y una producción parcial de 320.061 toneladas sobre un total proyectado de 491.500.

Para el maíz, el avance de la trilla alcanza al 60% con rindes promedio de 58qq/ha. Hasta el momento se recolectaron 211.758 toneladas sobre un proyectado de 491.500. El dato a resaltar es que de las 121.650 hectáreas sembradas sólo se podrán recoger 60.850. “Los maíces de segunda presentan un óptimo desarrollo, el estado fenológicos R6 (madurez fisiológica), en su gran mayoría, y se espera un fin de ciclo sin problemas”, dice el trabajo.

En cuanto a sorgo granífero, se detalla que “el cultivo se desarrolló normalmente, llega a fin de ciclo sin problemas. Se encuentra en estado fenológico de madurez fisiológica”. Sobre una superficie sembrada de 66.470 hectáreas se recolectarán 65.020, de las cuales ya se levantó el 60% con una producción 175.554 toneladas, a un promedio de 45qq/ha. Se estima que la campaña alcanzará 292.590 toneladas.


Los reportes de la Nación “tienen un alto grado de subjetivismo porque se basa más que nada en la experiencia de los estimadores y en el uso intensivo del teléfono”, advirtió Roberto Giunta.

¿Una fina muy húmeda?

De los últimos relevamientos del SEA surgió una preocupación ante la proximidad del inicio de la campaña fina. “Nos preocupan las condiciones de humedad del suelo”, alertó Tardivo, en referencia a la saturación que podrían producir las últimas precipitaciones. Excepto en algunas áreas de 9 de Julio, donde los valores rondan los 80mm, “en el último informe aparece que hay en la mayoría de los suelos del norte santafesino alrededor de 120 o 260mm acumulados, lo que nos permitía asegurar la cosecha fina”, precisó la licenciada, pero advirtió que “las lluvias del la última semana nos preocupa porque habrá una demora en los laboreos”. También indicó que hay algunos lotes de soja, maíz y sorgo que todavía no pudieron recogerse.

La campaña arranca con agua suficiente

El último informe del SEA indica que, al producirse precipitaciones (el 13 de mayo) con registros pluviométricos de importancia en toda el área, con mayores registros en los departamentos del centro, Castellanos, Las Colonias, La Capital, San Cristóbal y San Justo, el perfil de suelo puede continuar recuperándose. Antes de las últimas lluvias, había una reserva de agua en un rango desde 120 milímetros a más de 260 milímetros. Pequeños sectores y particularmente el departamento 9 de Julio contaba con la menor reserva de agua, de 80 milímetros. “Debido a ello, la humedad actual y la humedad acumulada, resultan óptimas para la planificación de futuras siembras, siendo uno de los factores de importancia a tener presente en la toma de decisión. Esta recarga de los perfiles de suelos se presenta en todos los departamentos del área de estudio, algunos en mayor magnitud que otros pero todos presentan buena reserva de agua”.

Entre los cálculos de la Bolsa de Cereales porteña y los locales hay una diferencia en la estimación de la cosecha de soja en los departamentos del centro norte de casi 700.000 toneladas.

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A campo. Técnicos y estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Ambiente relevan en el terreno la marcha de los cultivos.

Foto: Gentileza UCSF

En busca de generar más operaciones locales

El lunes 16 la Bolsa de Comercio de Santa Fe convocó a los principales exportadores de granos para hacerles un pedido puntual: que sellen un número mayor de contratos en la institución en lugar de hacerlo en Rosario. “Vinieron hasta de Buenos Aires”, dijo Vergara, quien calificó el encuentro como “una charla institucional” en la que la entidad presentó su forma de trabajo. Pero aclaró que no se limitó a “solicitar un tema de sellado, sino está reclamando una situación territorial como lo hacen la mayoría de las Bolsas”. En ese sentido, explicó que es lógico que se defienda el territorio sobre el que presta servicios como laboratorio de análisis o sellados, porque para ello se necesitan recursos.

En este planteo, la información del SEA también resulta relevante, ya que a la hora de defender el interés de sus socios necesita contar con información precisa. “Recién estamos sabiendo lo que tenemos”, dijo Vergara, y agregó que “a partir de saber qué cantidad tenemos entonces sí sabremos a cuanto podemos aspirar (de incremento de sellados); pero primero necesitamos saber de cuanto hablamos”.

Aunque “la Bolsa fue perdiendo volumen”, Vergara comentó, sobre la cantidad de contratos certificado en la presente campaña: “venimos mejor que la anterior”.