Dos científicos en Estados Unidos

Santafesinos investigan una cura para el cáncer y una vacuna contra el HIV

Jerónimo Cello y Luis Giavedoni trabajan en Norteamérica con investigaciones de punta. El primero analiza cómo utilizar virus para atacar tumores. El segundo experimenta con monos una posible vacuna para el sida.

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Cuestión de peso. “En Argentina se hace buena ciencia”, consideran los científicos, aunque reconocen que “todo se define por la cantidad de dinero que se invierte”.

Foto: Archivo El Litoral

 

Agustina Mai

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Nacieron y se formaron en Santa Fe, pero trabajan como investigadores en Estados Unidos desde hace casi dos décadas. Convocados por el 1er. Congreso de Bioquímica del Litoral, los doctores Jerónimo Cello y Luis Giavedoni dialogaron con El Litoral acerca de las investigaciones de punta que están llevando adelante: una terapia con virus para atacar el cáncer (terapia oncolítica) y una posible vacuna contra el sida.

Pese a las posibilidades de desarrollo profesional en el hemisferio norte, aseguran tener sus afectos muy ligados a Santa Fe. “Tu país es el lugar de tu infancia”, dijo Cello. Y Giavedoni agregó: “En Estados Unidos siempre me han dado muy buenas oportunidades, pero sigo teniendo el corazón acá”.

Virus contra el cáncer

—¿En qué consiste la terapia oncolítica en la que está trabajando?

Cello: —Estoy investigando cómo utilizar la capacidad que tienen los virus de replicar (multiplicarse), preferentemente en células tumorales, y tratar de erradicar los tumores. Además, los virus estimulan el sistema inmune, lo que facilitaría eliminar las células malignas del tumor primario y metástasis.

—¿Cuándo se empezó a investigar esta posibilidad?

C: —Hace 200 años se hicieron las primeras observaciones sobre personas con cáncer, que presentaban una remisión transitoria de los tumores cuando tenían una enfermedad viral -sarampión o influenza-. A partir de ahí, se intentó utilizar los virus para tratar ciertas enfermedades. Pero en esa época había varios impedimentos técnicos, por lo que quedó sin efecto. A partir de los ‘80, la biología molecular ha permitido entender los procesos de cómo una célula normal se vuelve tumoral y cómo los virus replican e interactúan con procesos de las células que infectan. Todo esto ha permitido el relanzamiento de este tema.

Alternativa a la quimio

—¿En qué se diferencia este tratamiento de la quimioterapia?

C: —La ventaja que tienen los virus es que se los puede manipular genéticamente. Entonces se les puede hacer expresar la capacidad de replicar específicamente ciertos tumores y también pueden liberar ciertas sustancias que ayudan al sistema inmune. Por lo general, son de baja toxicidad y a diferencia de los quimioterápicos y las radiaciones, se pueden replicar. Entonces aumenta la capacidad de expandirse, ir a otras células, volver y replicarse.

—¿En qué instancia se encuentra esta investigación?

C: —Desde los ‘90 ha habido una explosión de muchos virus como agentes para tratar tumores. Hay 23 virus diferentes en fase 1 y 2, donde se miden diferentes parámetros referentes a efectos secundarios y si el tratamiento puede ser efectivo. En fase 3 hay algunos virus -por ejemplo el virus del herpes- para el tratamiento de gliomas, uno de los tumores cerebrales más recidivantes (que vuelve después de ser atacado). En China ya hay un virus que se aprobó y se está utilizando para el tratamiento de cáncer escamoso de cuello.

—¿Estos virus sirven para tratar cualquier cáncer?

C: —Hay diferentes tipos: melanomas, gliomas, tumores hepáticos y leucemia. Mediante manipulaciones genéticas sería posible modificar los virus para tratar diferentes tumores.

—¿Cuánto tiempo es necesario para que puedan aplicarse?

C: —En el modelo que trabajamos, tenemos un tumor pediátrico -el neuroblastoma-, que es uno de los más comunes. Un 40% de los pacientes con neuroblastoma tiene recidivas difíciles de tratar. Actualmente tenemos un modelo de ratón y ya estamos en condiciones para entrar a la fase 1. En Estados Unidos se han acelerado bastante los métodos que puedan vencer tumores que no tienen cura. Si hay un modelo animal y datos preclínicos sólidos que demuestren que se puede utilizar en humanos, se intenta acelerar su aplicación.

Vacuna contra el sida

—¿Qué tipo de investigación desarrolla?

Giavedoni: —Estoy en un centro de investigación que tiene colonias de primates no humanos. Trabajo en un modelo de sida, que usa una especie -el macaco-, a la cual se le inyecta un virus parecido al HIV: el SIV. Estos monos tienen la particularidad de desarrollar los mismos grados de infección que los humanos infectados con HIV. Pasan por una etapa aguda y luego se mantienen en una etapa crónica, con aumento constante de inflamación generalizada, y terminan en inmunodeficiencia. Este sistema se puede usar para testear vacunas, que posteriormente pueden ser probadas en humanos; o un tipo más innovativo de terapia.

—¿Cuáles son los resultados que esperan obtener?

G: —Tenemos varias líneas de vacunas experimentales, que han funcionado con muy buena expectativa en un número pequeño de animales. Todavía deben ser probadas en un número mayor, para después pasar al ser humano. La idea es producir una vacuna, aunque es muy difícil estar totalmente protegido del virus HIV porque tiene varios factores para evadir al sistema inmune. La idea es tratar de inducir en la persona que se vacuna cierta inmunidad, que permitiría controlar la expansión del virus y mantenerlo bajo control. Eso disminuiría la propagación a otras personas.

C: —El hecho de que disminuya la carga viral es importante porque no es lo mismo infectarse con 10 millones de partículas virales que con 2 millones. Todos queremos que sea una inmunidad esterilizante, pero eso es casi una quimera.

—¿En qué momento debería aplicarse esta vacuna?

G: —Son vacunas profilácticas, que deben aplicarse antes de que la persona se infecte.

El desafío de erradicar la Polio

—¿Qué pasa con la erradicación de la Poliomielitis?

Cello: —Teóricamente tendría que haberse producido en el año 2000, pero se ha demostrado que el virus de la Polio es difícil de erradicar. A pesar de los esfuerzos de la Organización Mundial de la Salud, sigue habiendo siempre problemas. Una de las vacunas que se usa -la oral Sabin- puede replicar y circular en forma silenciosa, sobre todo en países subdesarrollados. Esto ha provocado varios brotes en los últimos 15 años. Por el contrario, los países desarrollados ya no usan la vacuna oral, sino la inactivada (Salk). En Latinoamérica todavía se usa la oral, pero se tiene que cambiar a la inactivada.

—¿Cuál es la situación en nuestro país?

C.: —En el Ministerio de Salud de la Nación ya se está planteando esta necesidad de pasar de un tipo de vacuna a la otra. El desafío es conseguir los recursos porque la vacuna inactivada es mucho más cara que la oral. Es un tema para debatirlo porque genera muchos pruritos. Hay un prejuicio de que cuando se propone cambiar de vacuna es porque está impulsado por los intereses económicos de la industria que produce esa vacuna. Pero en este caso, tanto la oral como la inactivada son producidas por los mismos laboratorios. Las dos vacunas son seguras, pero es necesario sacar la oral para disminuir al máximo la generación de cepas vacunales que pierden su atenuación y pueden generar un brote.

/// PERFIL

Jerónimo Cello

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Es egresado de la Facultad de Bioquímica de la UNL y doctorado en Suecia. Vive en Estados Unidos desde 1999 y trabaja en el Centro de Enfermedades Infecciosas del Departamento de Genética Molecular y Microbiología de la Universidad Estatal de Nueva York Stony Brook. Su investigación es sobre una terapia para tratar el cáncer con virus.

/// PERFIL


Luis Giavedoni

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También egresó de la Facultad de Bioquímica de la UNL y se doctoró en la UBA.

Se fue a Estados Unidos en 1989 y se desempeña en el Departamento de Virología e Inmunología del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Texas en San Antonio, Texas.

Allí investiga el virus del Sida en simios