Jugó bien, ante el mejor del torneo

CRAI mereció más

Jockey mostró la consistencia que lo distingue en estos tiempos y se quedó con un triunfo agónico. De este modo, sigue como único puntero.

César Miño

[email protected]

Con una producción basada en la solidez estructural que caracteriza a su plausible presente, Jockey Club de Rosario alcanzó un éxito más que importante ante CRAI, por un ajustado 9 a 8 y se mantiene como único líder del sector principal del Regional del Litoral 2011.

El sustento de tal afirmación, surge del valor que representa festejar en la condición de visitante y más aún, tratándose de un partido que si terminaba con un resultado adverso, nadie podía haberse extrañado, atendiendo a las circunstancias que se dieron en el desarrollo.

El contenido

Los cuarenta minutos iniciales resultaron sumamente equilibrados, en un contexto donde las estructuras defensivas superaron claramente a los intentos defensivos, y en el que ambos protagonistas se repartieron la obtención, el control y la utilización de la pelota.

La argumentación del 9 a 3 con el que se cerró la etapa en favor de los rosarinos, surge únicamente de la capacidad de un pateador como Bertoya, que con una sola excepción en todo el encuentro, resultó infalible en la búsqueda de los postes.

Como contrapartida, CRAI “visitó” reiteradamente las 25 yardas adversarias, pero una y otra vez se volvió con las “manos vacías”, más por impericias propias que por méritos adversarios.

El complemento comenzó y se desarrolló mayoritariamente de manera diferente, ya que Jockey se adueñó de la propiedad territorial, lo que le permitió manejarse “a piacere”, a partir de su serenidad conceptual y emocional, sumado al mantenimiento de la fortaleza colectiva que mostró desde el principio.

El “click” se produjo en los diez minutos finales, cuando con más entereza que intelecto, el equipo santafesino acorraló a su fortalecido adversario, pero solamente pudo apoyar el ensayo que sobre el mismísimo epílogo, planteó la duda final sobre quién sería el ganador.

La respuesta llegó desde el fallido intento de conversión de Damiani, que fiel a su inconsistencia, ejecutó un kick tan imperfecto, que quedó tan lejos de los postes adversarios, como su equipo de la vanguardia del certamen.

Como dato singular, vale señalar que el inicio de la reacción santafesina se había generado a partir de una situación que dejó al descubierto la irregular actuación del árbitro rosarino, quien tras una impecable actuación en los cuarenta minutos iniciales, tuvo un complemento impregnado de desaciertos.

El hecho puntual de la referencia, sucedió cuando CRAI elaboró la que sin dudas fue la mejor acción de todo el partido (de ambos equipos), la que culminó en un ensayo bajo los postes, luego de un recorrido multifacético de casi toda la cancha. Sin embargo, a instancias de uno de los jueces de touch, que le informó sobre un posible forward pass en medio del atildado trayecto, el referee decidió revertir su decisión inicial y anularlo.

Como síntesis final, es oportuno rescatar las dispares sensaciones que deparó el acotado resultado final. Para el vencedor, la satisfacción por la valía de un éxito que permitió mantener el invicto y el liderazgo en soledad.

Para el perdedor, la ambigüedad surgida de una actuación muy rescatable, ante un adversario de fuste, que apenas sirvió para la obtención de un punto bonus que difícilmente tenga injerencia en el devenir del certamen.