La verdeamarelha por primera vez no le pudo ganar a Venezuela

Redacción de El Litoral

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Télam

Los 90 minutos mostraron a dos equipos con esquemas distintos, a partir de la diferencia de jerarquía en las individualidades, aunque el balance final dejó en claro que el fútbol es fútbol y que nadie gana por el solo hecho de ser superior en los papeles.

Pero la historia comenzó con un Brasil más ambicioso y profundo, y una Venezuela más cautelosa. El equipo brasileño, con un 4-2-3-1, que a veces se convirtió en un 3-3-1-3, tuvo la posesión del balón, pero lució muy impreciso en el pase final.

Paulo Henrique Ganso, el “10” natural del seleccionado que dirige Mano Menezes, nunca encontró su lugar en la cancha y fue devorado por Franklin Lucena o Tomás Rincón. Ésa fue la apuesta del técnico de la verdeamarelha para nutrir al trío ofensivo: Robinho, Alexander Pato y Neymar.

Brasil, pese a no jugar un gran primer tiempo, dispuso de muchas chances para abrir el marcador. Robinho (1 min y 38 min), Pato (27 min y 31 min) y Neymar (45 min) contaron con sus oportunidades, pero el arquero Renny Vega, el travesaño o la falta de puntería mantuvo el cero en el tanteador.

Por su parte, Venezuela, que se paró con un clásico 4-4-2, mostró fragilidad en defensa y poco peso en ataque, pero a la vez mucha presión en la mitad de la cancha. La garra y lucha de los volantes tal vez fue el mejor atributo de los dirigidos por César Farías.

Y si sus delanteros hubiesen sido más verticales y punzantes, quizá hasta se habrían puesto en ventaja porque la dupla de centrales brasileña, Lucio y Thiago Silva, lució endeble.

La imagen final del período inicial, más allá del protagonismo de un perro que se metió en la cancha y se ganó la ovación de los 30.000 hinchas cuando promediaba la etapa, mostró a un Brasil confundido y envuelto en el juego de Venezuela, que quedó mejor parado que al principio del partido.

Un desenlace previsible

El segundo tiempo fue un poco más abierto: la vinotinto se paró más adelante, creció el juego de César González por la derecha y Juan Arango por la izquierda. Igual le faltó peso ofensivo. En tanto, Brasil ya no tuvo el manejo exclusivo de la pelota y hasta perdió peso en ataque.

Los entrenadores movieron el banco, pero sólo de nombres porque no modificaron los esquemas. Alejandro Moreno por Salomón Rondón (estuvo muy cerca de marcar de cabeza a los 13 min), por el lado venezolano, y Fred por Robinho, por el brasileño, fueron las nuevas apuestas ofensivas de Farías y Menezes, respectivamente.

El “Maestrico” González, ex Huracán y Gimnasia (26 min), y Arango (28 min) estuvieron cerca de marcar.

Brasil, con el transcurrir de los minutos, mostró serias fallas en defensa y una sorpresiva inexpresividad en ataque. De hecho, Menezes mandó a la cancha a Lucas Silva y Elano por Pato y Ramires, respectivamente, para tener más presencia en el medio.

Farías, en el juego de movimientos de piezas, lo sacó a Nicolás Fedor e ingresó a Giancarlo Maldonado y luego hizo lo mismo con César González y Giacomo Di Giorgi. Pero los cambios no modificaron en nada el resultado. Y el empate en cero estuvo bien.

Brasil, que ganó las últimas dos ediciones del torneo: Perú 2004 y Venezuela 2007 (en ambas venció a Argentina en la final) y que además se coronó en otras 6 veces (Brasil 1919, 1922, 1949 y 1989 y Bolivia 1997 y Paraguay 1999), quedó en deuda, pero tendrá la chance de revertir la imagen el sábado 9, a las 16, en Córdoba, contra el seleccionado paraguayo.

Venezuela, por su parte, contará con la oportunidad de mostrar un equipo más agresivo el mismo día, pero a las 18.30, en Salta, ante Ecuador.

 

También está en deuda. El juvenil Neymar es la gran estrella del fútbol brasileño pero ayer mostró muy poco. Junto a Messi, es candidato a convertirse en la máxima figura del torneo. Por ahora, ninguno se destacó. Foto: EFE

Renny Vega, la figura del vinotinto

El arquero del seleccionado venezolano Renny Vega, la figura de su equipo en el empate conseguido frente a Brasil, afirmó ayer que “motiva mucho” el resultado en su debut, pero precisó que el objetivo es “ganar y clasificar” a la siguiente ronda.

“Haber empatado con Brasil nos motiva mucho, pero tenemos que ir de a poco. Vinimos a ganar, no sólo a participar”, resaltó el guardavalla en rueda de prensa al término del encuentro desarrollado en el Estadio Ciudad de La Plata.

Por su parte, el defensor Gabriel Cichero, comentó: “Sufrimos, pero después nos fuimos adaptando al campo, el estilo de juego y nos vamos muy contentos por el resultado. Trabajamos al máximo antes de llegar a este partido, para enfrentar a estos jugadores rápidos, dinámicos, inteligentes. Necesitamos la clasificación para ir creciendo como grupo y ganar confianza. Ahora, tenemos que enfrentarnos a Ecuador y vamos a tratar de ganar”, subrayó.

Hicimos un muy buen primer tiempo y solamente nos faltó el gol. Generamos muchas situaciones. Eso nos deja tranquilos, más allá de que siempre es mejor ganar. Lo que tenemos que hacer ahora es tratar de corregir las cosas que hicimos mal y pensar en el partido ante Paraguay”.

Robinho

Delantero de Brasil

Apoyo para Chávez

Distintos jugadores de Venezuela le dedicaron el histórico empate ante Brasil al presidente de su país, Hugo Chávez, quien se recupera de una operación urgente por un absceso pélvico.

Chávez había vaticinado a través de su cuenta en la red Twitter: “Y ahora: ¡¡Tiembla Brasil, que allá viene La Vinotinto!! ¡¡Venceremos!!”.

Luego del empate, varios jugadores de Venezuela agradecieron el mensaje de su presidente. “Quiero mandarle todo el apoyo. Sabemos que desde Cuba las energías estaban puestas en nosotros”, dijo Grendy Perozzo.