Según un relevamiento sobre unos 600 encuestados

Ante la indisciplina, el 30 % de los docentes se siente indefenso

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Poco preparados para solucionar conflictos, los educadores coincidieron en la necesidad de que se trabaje fuertemente sobre el tema, y que se incluya en los proyectos curriculares. Una inquietante radiografía de la violencia escolar hacia el interior de las aulas.

 

Luciano Andreychuk

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El 30 % del total de unos 600 docentes y directivos encuestados en 100 escuelas de la ciudad y la región admitió sentirse “indefenso” ante la problemática de la indisciplina escolar. El conflicto y la violencia se están volviendo las amenazas más presentes del tiempo de aula en los niveles primario y medio. Ausencia de límites, violencia en los medios y los problemas familiares encabezan el top five de los temas de conversación más recurrentes. Hay un 65 % de agresiones verbales, pero también aparecen choques de personalidades (entre profesores y alumnos), presión psicológica y ataques físicos. La crisis de la familia incide de lleno en el flagelo.

Éstas son las conclusiones más importantes de un exhaustivo trabajo de investigación que viene realizando el Instituto de Investigaciones Educativas y Extensión dependiente de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF), y que pretende ser una radiografía de la violencia hacia adentro de las escuelas. El trabajo encuestó a casi 600 directivos, docentes y asesores pedagógicos -de los niveles primario y medio- de un centenar de establecimientos educativos céntricos y suburbanos de Santa Fe y de una veintena de localidades (San Justo, Rafaela y Santo Tomé, entre otras). La muestra tomó un 60 % de escuelas estatales, y un 40% de escuelas de gestión privada.

Según el trabajo, el 30 % de los docentes encuestados se siente indefenso, “sin herramientas para abordar la cuestión de la indisciplina y violencia que afecta la convivencia en el ámbito de la escuela”. Asimismo, el 39 % consideró que es prioritario abordar con especialistas el problema de la conflictividad, con lo cual “los docentes indiscutiblemente desean no esconderlo sino visibilizarlo”, sentencia el informe del trabajo. Y al 21 % de los educadores le interesa que se incluya el tema en el proyecto curricular de la institución a la que pertenecen, “lo que supone una reflexión-acción al interior de cada establecimiento educacional”, precisa el documento.

Más presente

A su vez, el 45 % de los docentes encuestados (de escuelas estatales) admitió que en sus clases se destina entre un 21 y un 40 % del tiempo escolar a atender y abordar cuestiones relacionadas con conflictos y problemas disciplinares. Ese preocupante porcentaje surge del registro y la frecuencia de los temas de conversación más reiterados en las aulas, que son la ausencia de límites, la violencia en los medios y problemas familiares de los estudiantes, entre otros. “Este dato nos lleva a ver cuán escaso es el tiempo “real” destinado estudio. La indisciplina es hoy un problema muy serio”, alertó a El Litoral el Prof. Hugo H. Pais, Director del referido Instituto de la UCSF.

Otra variable que incide en la problemática es la antigüedad docente. En las escuelas públicas relevadas, un 48 % de los maestros y profesores está por encima de los 15 años de antigüedad. “Esto nos da elementos para pensar que la formación de estos docentes se ha concretado conforme a modelos de formación implementados con posterioridad a 1985 (...)”, dice el informe. El grueso de los docentes vienen de trayectos de formación y experiencias pedagógicas ciertamente diferentes a la escuela de hoy. La actualización docente es otro dato para la reflexión.

La familia, en crisis

En relación con las manifestaciones más comunes de la indisciplina -puntualmente en el nivel medio-, se detectó que hay un 65 % de agresiones verbales (insultos, amenazas); un 18 % de aislamiento de alumnos, rechazos y presiones psicológicas, y un 13 % de ataques físicos (robos, actos vandálicos como destrozos, etc.). En su generalidad, las situaciones de violencia aparecen con más frecuencia en el recreo, pero también en la salida y entrada al colegio, y un 20 % en las clases.

La investigación permitió indagar sobre cómo son vínculos parentales de los alumnos. Aquí, otro hallazgo: En el diálogo en su relación parental, hubo un 16 % de alumnos que admitió “no sentirse a gusto” con sus padres y ser “tratados mal” en sus hogares. Un 38 % de los adolescentes se siente “normal” en sus hogares, “ni bien ni mal”, lo que revela “una percepción de los vínculos y las relaciones que no siempre reflejan un nivel de contención y diálogo en familia”, sostiene el informe. Pais añadió: “La estructura familiar está en crisis. Este es un dato central para entender las causas de la violencia escolar”.

/// EL DATO

Sobre el trabajo

La coordinación del trabajo estuvo a cargo del Instituto de Investigaciones Educativas y Extensión dependiente de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF). Se relevaron unas 100 escuelas (60 % públicas, y 40 % privadas) céntricas y periféricas de las ciudades de Santa Fe, San Justo, Rafaela, Santo Tomé, Calchaquí, San Javier, Rincón, Franck, Esperanza, San Carlos Centro Humboldt, Nelson, Grutly, Margarita, Gobernador Crespo, San Jerónimo Norte. Se encuestaron 30 directivos, 25 asesores pedagógicos, 160 docentes de primario y 384 del nivel medio. Colaboraron unos 30 ayudantes.

Definición

“Es preciso deslegitimar la violencia

y no camuflar la realidad las aulas, para que no trascienda lo que en realidad sucede en su interior” (informe de la trabajo).

Conclusiones y sugerencias

A la luz de los datos, ¿cómo enfrentar y revertir el problema de la indisciplina y la violencia en la escuela? “Con el trabajo insistimos en apoyaturas para los educadores sobre cómo abordar las relaciones interpersonales para enfrentar la situación de violencia. Es evidente que no hay contención adecuada, no hay acompañamiento ni seguimiento”, subrayó el profesor cargo del estudio.

“Todo indica que nuestros docentes de las escuelas secundarias no están preparados para enfrentar la indisciplina, no vieron contenidos sobre el tema. Y que, por eso, no cuentan con herramientas para afrontar adecuadamente situaciones de conflictividad. Entonces, la cuestión de la convivencia escolar debe ser incluida fuertemente como temática dentro de las currículas de formación docente”, agregó Pais.

Por su parte, los docentes tiene que aprender a comunicarse con los chicos, a reconocer los sentimientos y mensajes que ellos envían. “Es que los niños y adolescentes manejan hoy códigos diferentes a los de sus maestros; entonces, éstos últimos deben decodificar esos códigos juveniles para poder interactuar, y alcanzar el diálogo. Sólo así podemos cambiar el clima de aula”, resumió el académico.

“Hacia adentro de la escuela no hay tiempos de diálogo. La investigación arrojó que falta integración entre los equipos docentes, pues en hay un 37 % de relaciones regulares o malas entre los propios educadores”. Para Pais, esto también habrá que corregir.