Desgarrador testimonio del padre de los gemelos Ayala

“Me siento responsable por el fallecimiento de Uriel”

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Juan Antonio Ayala es el padre de los gemelos Thiago y Uriel. Además, tiene 4 hijos con otra mujer. Foto: Flavio Raina.

La muerte de un bebé por hipotermia y la internación de su hermano gemelo por el mismo cuadro generó conmoción en la ciudadanía. El padre dialogó con El Litoral y narró lo sucedido.

 

De la Redacción de El Litoral

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Thiago Ayala, el bebé de casi tres meses que ingresó al hospital de Niños Orlando Alassia con un cuadro de hipotermia, está estable. Los días de internación, de acuerdo con lo informado desde el servicio de Cuidados Especiales donde se encuentra alojado, dependerá de su evolución. “Ingresó con un cuadro de infección respiratorio agudo, por lo que reponerse le llevará varios días”, dijo la doctora que lo revisó esta mañana.

Cabe recordar que el pequeño Thiago tenía un hermano gemelo, Uriel, para quien la historia fue diferente: murió antes de llegar al hospital. Padecía el mismo cuadro de salud de su hermano, pero más agravado.

Desgarrador

Esta mañana, en uno de los pasillos del hospital Alassia, El Litoral pudo hablar con el padre de los gemelos. Juan Antonio Ayala se mostró triste por el deceso de uno de sus hijos y, al mismo tiempo, preocupado por la salud del otro. “Espero que se mejore. Ahora está con oxígeno”, contestó el albañil desocupado de 34 años al ser consultado sobre el estado de salud de Thiago. Luego, contó lo sucedido.

“Vivimos en un rancho de chapas en la manzana 3 de Alto Verde. Muy frío por cierto, porque está cerca del río y en una zona poco poblada. Lo armamos hace un mes, porque la relación con mi suegro no daba para más y teníamos que irnos de su casa. Ocurrió que empezamos a ser una molestia para él y entonces decidimos irnos a un lugar tranquilo”, refirió.

En la precaria construcción de Alto Verde habitaban Juan Antonio Ayala, su mujer de 22 años y cuatro menores: los gemelos Thiago y Uriel y dos nenas de 6 y 4 años, hijas de la joven madre. Todos dormían en la misma cama y no utilizaban ningún método para calefaccionar el lugar. “Lo único que tenemos es un brasero afuera, pero que no alcanza para calentar el rancho”, contó el padre.

Sobre lo sucedido en la madrugada del viernes, narró: “Los gemelos estaban con el pecho tomado, muchos mocos... Los llevamos al dispensario del barrio, donde los atendieron y nos dieron una medicación. A la madrugada, Uriel tosía demasiado. Como hacía mucho frío y el rancho era una heladera, le dije a mi mujer que le diera el pecho. Pero nos quedamos dormidos. Esa mañana, el nene estaba morado y con los ojitos semicerrados. Cuando llegamos al Alassia, el médico forense nos dijo que llevaba una hora de muerto”.

Los gemelos nacieron el 14 de abril. Y Juan Antonio Ayala se responsabiliza por el fallecimiento de uno de ellos: “Siento que la forma de toser que tenía esa madrugada era un aviso, una señal de que no se sentía bien. Pero me quedé dormido”.

Por último, el hombre dijo que si bien una asistente social se contactó para brindarle ayuda en alimentos, ropa y materiales de construcción luego de lo sucedido, ello no soluciona el problema habitacional de la familia. “Todo el mundo nos dice que no podemos volver a nuestro rancho de Alto Verde, que así no podemos vivir... Pero no tenemos otra opción”, finalizó.