México
EE.UU. reconoce que vendió armas a los cárteles de la droga
Télam
Estados Unidos tuvo que reconocer que algunas de las armas que fueron distribuidas mediante la fallida misión denominada Rápido y Furioso llegaron a manos de miembros del Cártel de Sinaloa, liderado por el mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, el narcotraficante más buscado del mundo.
La información fue confirmada por Carlos Canino, actual jefe en México de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de Estados Unidos (ATF), quien admitió que el armamento fue vendido a esa organización de gran poder, según despacho de Europa Press.
“Armamos al Cártel de Sinaloa, es repugnante”, expresó Canino, durante un testimonio revelado públicamente por el Comité de Supervisión Gubernamental sobre el operativo de la ATF que comenzó en 2009 y permitió el ingreso en México de miles de armas de manera ilegal.
Más de 2.000 armas de fuego, como AK 47 y AR-15, fueron introducidas ilegalmente en México mediante la misión estadounidense Rápido y Furioso -sin el supuesto consentimiento del gobierno mexicano- con el objetivo de hacerles un seguimiento y poder llegar al centro de los principales cárteles de la droga en esa nación azotada por la violencia.
Varias decenas de armas habrían sido vendidas a la organización que dirige “El Chapo”, uno de los criminales más buscados del planeta y considerado el capo de la droga más poderoso de los últimos años.
Según confesó Canino, “como resultado de esta investigación, el Cártel de Sinaloa pudo haber recibido tantas armas como las necesarias para armar un regimiento completo”.
Ante tales resultados, Canino considera que la operación Rápido y Furioso fue “una tormenta perfecta de idiotez”. “En mi opinión profesional, esta estrategia de investigación fue equivocada”, confesó el funcionario estadounidense.
Canino no descarta que “cientos” de personas hayan sido asesinadas con las armas suministradas por Estados Unidos, como sucedió con Brian Terry, el agente de la Patrulla Fronteriza muerto a tiros en diciembre de 2010. “Probablemente hay cientos de Brian Terry en México”, advirtió.