Artes visuales

Proposiciones visuales contrastadas

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Domingo Sahda

Días atrás fue abierta a consideración pública una exposición de pinturas en el local Estudio 24 - Galería de Arte situado en calle San Martín 3026 de nuestra ciudad. En el ámbito citado quien exhibe una particular colección de obras, el artista Fernando Rossia, reúne a las mismas con el denominador de “Relato circular”. Condensa en ellas, además del particular formato, la calidad del genuino observador de la condición humana cristalizada en imágenes que basculan entre la solapada crueldad y la ironía.

Fernando Rossia merodea en las lindes de la ilustración temática a partir de textos presupuestos, los que devienen imágenes alusivas inficcionadas de una sutil mordacidad, por momentos de presunciones y referencias melancólicas. La aparente inocencia liviana de sus juegos pictóricos, asentados en límpidos tintes cromáticos casi aterciopelados en su divagar no elude la obsesiva precisión del dato visual sostenido por un quehacer plástico de compleja resolución en cada tramo.

La pulcra pintura de concisos acentos, debajo de su aparente exactitud solapa el misterio de pesadilla encubierto en cada imagen, en cada situación figurada. El ímpetu creador preexistente está férreamente delimitado por la voluntad del creador que no deja nada librado al azar, sugiriendo caminos de lecturas que en modo alguno quedan atrapados en las brillantes superficies. Como en un juego de cajas chinas, cada descubrimiento insinúa otra instancia a seguir para atrapar lo elusivo.

Estas pinturas digitales con impresión sobre tela ponen en evidencia tajante que los novísimos procesos de realizaciones plásticas inciden en las variables posibles del “oficio” sin menoscabar en modo alguno la calidad sensible de interpelación que define a la imagen por antonomasia, con su sobrecarga de lo inasible. La calidad de excelencia pictórica no cede en ningún momento, y la pintura dista aquí de la convención de paletas y pinceles.

En la colección “Relato circular”, la aparente incontaminación de sus imágenes, esa que otorga el delicado color empleado una y otra vez como plano de soporte es sólo una máscara aséptica que sostiene con delicada firmeza compositiva miradas oblicuas, gorgueras de encajes que sostienen cabezas ocultas, manos flácidas que cuelgan inertes. Colección que define un modo de construir el cuadro, el “relato”, con personal punto de partida ajeno a modas y modos.

Lucy Parma en AG

En el local de AG/Arte, de Bv. Gálvez 1514, Lucy Parma expone una colección de pinturas directas, de particular énfasis cromático un tanto reiterado; una medida gestualidad puesta en diversos formatos. Aparece en estas pinturas la sugerencia y la evidencia de paisajes alternativos entendidos como espacio de proyección subjetiva, a modo de escenarios evocados como paisajes interiores visualizados.

En las obras a la vista, se aprecia la construcción plástica del espacio abierto, que alternativamente muestra la figuración como metáfora de contenida resolución formal simbólica, a los ámbitos que preanuncian distancias infinitas.

La preeminencia recurrente a tintes cálidos que uniformiza de cierto modo la visión del conjunto, eventualmente, se recompone con un ocasional tinte contrastado o una temerosa modulación de texturas matéricas sobre el plano.

Las pinturas en exposición, en el bien dispuesto e iluminado espacio, se recortan con nitidez y permiten una sosegada apreciación en cada tramo. Ocasionalmente, aparecen indecisiones de construcción plástica o de entonación tímbrica que no se resuelven como pasajes pictóricos sino como indefiniciones eventuales, que producen un decaimiento en la atención.

En suma, una colección homogénea de pinturas que se inscribe en el marco de un cierto expresionismo medido paso a paso, sin estallidos emocionales ni planteamiento inquietantes.

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