Crisis económica en la zona euro

Zapatero adelantó las elecciones en España

Apremiado por la presión de los mercados sobre la deuda española el presidente anunció que se realizarán el próximo 20 de noviembre.

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Télam-EFE

El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció hoy que las elecciones generales se adelantarán al 20 de noviembre, tras meses de especulaciones y una fuerte presión de los mercados sobre la deuda soberana del país.

“Si he decidido anunciar el calendario electoral es para proyectar certidumbre política y económica sobre los próximos meses”, afirmó Zapatero en una esperada conferencia de prensa en el Palacio de La Moncloa, sede del Ejecutivo español.

El presidente del gobierno adelanta cuatro meses los comicios, que estaban previstos para marzo de 2012, a pesar de que hasta ahora había defendido la necesidad de concluir su mandato precisamente para aportar “estabilidad”.

Para explicar su decisión, Zapatero argumentó que ya se “han sentado las bases de la recuperación”, en un contexto económico europeo “muy difícil”, y se amparó en los datos de desempleo conocidos hoy, que recogen una reducción de cuatro décimas de la tasa de desocupación - del 20,89% de la población activa-, para decir que la economía española seguirá mejorando.

“El rumbo está claro”, remarcó el líder socialista, antes de anunciar que “por esta razón, ha llegado el momento de señalar un calendario para las elecciones generales”.

Así indicó que los comicios se celebrarán el 20 de noviembre, una decisión que hará oficial el 26 de septiembre.

Esta semana una encuesta del prestigioso Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) desveló que con Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato los socialistas consiguieron recortar a siete puntos la ventaja que tiene el conservador Partido Popular, favorito de cara a los comicios.

A pesar de que estos datos mejoran las expectativas electorales de los socialistas, Zapatero negó que hayan influido en su decisión, que ha sido guiada por el “interés general y la responsabilidad institucional, con el objetivo de que el nuevo gobierno que salga de las urnas esté el 1º de enero al frente del país”.

La decisión de Zapatero fue adelantada por los dos principales diarios españoles, El Mundo y El País, que en los últimos meses estuvieron especulando con esta posibilidad.

El Mundo señaló que Zapatero se “plegó” finalmente a los deseos de su partido y del candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, mientras El País dice que el presidente del gobierno tomó la decisión consultándola con el aspirante a la presidencia.

El periódico del grupo Prisa publicó recientemente un editorial en el que instaba a Zapatero a adelantar las elecciones como un último acto de responsabilidad.

El adelanto de los comicios llega tras semanas de fuerte presión de los mercados sobre la deuda soberana de España, como consecuencia de las dudas que persisten sobre Grecia tras la aprobación del segundo rescate financiero para el país heleno.

Con una grave crisis económica aún en curso, que ha dejado ya casi 5 millones de desocupados, Zapatero da por concluido su ciclo político, aunque tiene previsto culminar sus últimas reformas en septiembre, antes de dejar la presidencia del gobierno a la que llegó por primera vez en 2004.

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El presidente del gobierno español aseguró que hizo el anuncio de adelantar cuatro meses los comicios, para “proyectar certidumbre política y económica sobre los próximos meses”. Foto: AGENCIA EFE

Fecha clave

Preguntado el presidente Zapatero sobre la elección de una fecha tan simbólica en España como el 20 de noviembre -día en el que murió el dictador Francisco Franco en 1975- para celebrar las elecciones, afirmó que era la más idónea por el calendario en un mes que incluye fines de semana largos con “puentes” festivos que dificultan una llamada a las urnas.

Zapatero no se presentará como cabeza de cartel de los socialistas a las próximas elecciones generales, en las que ha cedido el testigo a Alfredo Pérez Rubalcaba, un veterano dirigente del PSOE que hasta comienzos de este mes fue vicepresidente primero del gobierno, ministro del Interior y portavoz.

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