Ola de violencia en Gran Bretaña

Un muerto y masivo refuerzo policial en Londres por saqueos y disturbios

Atribuyen esta crisis al malestar social creciente en el país por el desempleo, así como también a prácticas policiales insensibles.

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Manifestantes rompen la vitrina de una joyería cerca del centro de Birmingham (Reino Unido), en el tercer día de disturbios tras choques entre manifestantes y la policía, que han calcinado edificios, vehículos y tiendas en varios barrios y han provocado saqueos.

 

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Télam-EFE

El primer ministro británico, David Cameron, anunció hoy que la policía triplicará su presencia en Londres para concentrar unos 16.000 agentes y que el Parlamento interrumpirá sus vacaciones por la ola de disturbios que sacude al país, los que ya causaron su primera víctima mortal.

Cameron calificó de “asquerosas” las escenas de edificios incendiados y de destrozos en las calles de Londres y varias otras ciudades, pero se abstuvo de ordenar medidas de represión más extremas exigidas por algunos parlamentarios, como desplegar al ejército, imponer toques de queda y hasta tirar a matar.

En sus primeras declaraciones públicas desde el inicio de los desórdenes, el premier, que suspendió sus vacaciones en Italia y llegó anoche a Londres, dijo que su gobierno conservador canceló las licencias de todos los policías y llevará a Londres refuerzos de todo el país para enfrentar la crisis.

Las autoridades anunciaron hoy la primera víctima fatal como resultado de los desórdenes, un joven de 26 años aún no identificado que murió anoche en un hospital luego de ser hallado herido de bala dentro de un auto en el barrio de Croydon, en el sur de Londres, en momentos en que la zona registraba desórdenes.

La policía dijo que al menos 525 personas fueron detenidas en todo el país, y Cameron prometió muchos más arrestos si continúan las protestas, que constituyen la peor ola de violencia en el Reino Unido desde que una serie de disturbios raciales dejó a Londres en llamas en la década de 1980.

“Haremos todo lo posible para restaurar el orden”, afirmó Cameron frente a su residencia oficial luego de reunirse con su gabinete de crisis, informó la cadena de noticias BBC.

Malestar social

Los disturbios comenzaron el sábado en Londres tras la muerte de un joven detenido por la policía, pero residentes y muchos analistas atribuyen la agitación al malestar social creciente en el Reino Unido por el desempleo, así como también a prácticas policiales insensibles y hasta al oportunismo de ladrones comunes.

La crisis constituye una gran prueba para el gobierno de coalición entre el Partido Conservador de Cameron y los centristas Liberales Demócratas, varios de cuyos miembros habían advertido hace tiempo que el duro ajuste por 130.000 millones de dólares implementado este año podría provocar inquietud social.

Sobre los jóvenes protagonistas de los saqueos, el primer ministro advirtió que “si son los suficientemente adultos para cometer delitos, también lo son para asumir las consecuencias”.

Cameron dijo que los diputados interrumpirán sus vacaciones por un día el jueves y regresarán al Parlamento a discutir la crisis.

En tanto, la policía de Londres informó hoy que al menos 69 de los cientos de detenidos fueron incriminados por los disturbios y que 14 personas resultaron heridas en Londres, entre ellas un hombre de 60 años con lesiones que comprometían su vida.

Al menos 44 policías también sufrieron lesiones.

Cameron habló luego de la tercera noche seguida de desórdenes en Londres, donde jóvenes incendiaron edificios, autos y tachos de basura, saquearon comercios y arrojaron objetos contundentes a la policía en algunos de los barrios más pobres de la ciudad, que el año próximo será sede de los Juegos Olímpicos.

Partido suspendido

En una decisión inusual, las autoridades suspendieron el partido de fútbol amistoso programado para mañana entre Inglaterra y Holanda en el estadio de Wembley, con el objetivo de evitar las grandes concentraciones de personas y poder disponer de los efectivos policiales que debían custodiar el juego.

Los disturbios, los peores en el país en varios años, se extendieron entre ayer y anoche a varias otras ciudades, entre ellas Birmingham, Liverpool, Nottingham y Bristol.

La situación continuó hoy tensa en muchos barrios de Londres, con informes de incidentes aislados y miles de comerciantes que decidieron cerrar y mandar a casa a sus empleados motu propio o advertidos por la policía de inminentes disturbios.

En el sureño barrio de Camberwell, testigos llamaron al diario The Guardian para denunciar un incendio cerca de un restaurant McDonalds, informó el periódico en su página web.

Los testigos dijeron que había algunos saqueos y que un grupo de personas se refugió en una peluquería por su seguridad.

En tanto, una comisión independiente que comenzó hoy a investigar la muerte del joven negro que desató las primeras protestas dijo que la víctima, Mark Duggan, de 29 años y padre de cuatro hijos, murió de un solo disparo policial en el pecho.

El hombre falleció en Tottenham, en el norte de Londres, luego de que la policía detuviera el taxi en el que viajaba para detenerlo, y la Comisión Independiente de Quejas Policiales dijo hoy que la “compleja investigación” de las circunstancias de su muerte podría durar entre 4 y 6 meses.

La pareja de Duggan, Semone Wilson, negó anoche que su ex novio fuera un criminal, pidió a la policía más información sobre su muerte y desestimó que las protestas estén vinculadas a su asesinato.

Elogios a la policía

La ministra de Interior, Theresa May, elogió la actuación policial y resistió llamados de parlamentarios a adoptar medidas de represión más extremas, aunque no descartó recurrir a carros hidrantes, nunca antes usados en suelo británico.

El subcomisario de la policía londinense, Steve Kavanagh, dijo que la fuerza no descarta utilizar balas de goma a partir de esta noche si siguen los disturbios.

Más temprano, parlamentarios de todos los signos políticos llamaron a May a tomar medidas más drásticas, como llamar al ejército a ayudar a la policía, ordenar toques de queda o usar carros hidrantes.

El Partido Conservador se distanció de un pedido de uno de sus diputados ante el Parlamento europeo de disparar a matar contra los alborotadores.

“Tiempo de ponerse duro. Dejen intervenir al Ejército. Disparen a saqueadores e incendiarios”, escribió en su página de Twitter el europarlamentario Roger Helmer.


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Un joven encapuchado desafía a la policía detrás de un taxi destrozado, durante los enfrentamientos vividos en el conflictivo barrio de Hackney, al este de Londres.

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Jóvenes encapuchados intentan entrar en una sucursal de Western Union en los enfrentamientos vividos en el conflictivo barrio de Hackney escenario de nuevos choques entre la policía y un grupo de jóvenes que saquearon tiendas y atacaron colectivos. Foto: AGENCIA EFE

Fotos: AGENCIA EFE

16.000

es el número

de policías que decidió desplegar por la calles de Londres el primer ministro británico, David Cameron, para intentar contener la ola de violencia de los últimos días. El mandatario anunció además hoy al Parlamento que interrumpirá su receso veraniego para discutir la crisis generada luego de tres días de disturbios en la capital británica.

ESPECIAL PARA EL LITORAL

OTRA MIRADA

El año negro de Scotland Yard

Patricia Souza - EFE

A solo un año de los Juegos Olímpicos, Scotland Yard vive la mayor crisis de su historia, sin responsable al cargo, entre acusaciones de corrupción y enfrentado a una ola de violencia callejera en Londres sin precedentes.

Los disturbios que se iniciaron el fin de semana en el barrio de Tottenham, al norte de Londres, a raíz precisamente de una protesta contra la policía, se han extendido a parte de las zonas más deprimidas de la capital, protagonizados por bandas de veinteañeros que saquean, incendian y destruyen tiendas, edificios y colectivos.

Frente a ellos, policías antidisturbios y agentes a caballo se han enfrentado en una lucha desigual, sin usar métodos expeditivos como cañones de agua, balas de goma o gases lacrimógenos, y se han mostrado hasta ahora incapaces de contener el pillaje y la violencia indiscriminada.

Hoy se desplegarán 16.000 agentes en las calles de la capital británica para tratar de restaurar el orden después de la violencia sin precedentes vivida anoche en catorce barrios, al tiempo que Scotland Yard ha debido pedir ayuda a cuerpos y policías de otras ciudades.

Toda una humillación para la veterana Policía Metropolitana de Londres, una fuerza con un total de 32.500 efectivos (de ellos 14.200 policías) y que presume de buenos métodos policiales y relaciones con la comunidad desde su nacimiento en 1829.

El comisario jefe en funciones de Scotland Yard, Tim Godwin, aseguró hoy en la cadena BBC que no hay ningún plan para desplegar al ejército ante la actual ola de “delincuencia, robo y violencia“ en la capital británica, con casi ocho millones de habitantes y una extensión de 1.600 kilómetros cuadrados en su zona metropolitana.

“Es un día triste para Londres” y “vamos a estar en las calles en un número mucho mayor” de lo habitual, dijo el responsable en funciones de la policía, uno de los principales blancos del vandalismo juvenil.

La actual crisis encuentra a Scotland Yard descabezado desde la renuncia, a mediados de julio, de su comisario jefe y su “número dos” por el escándalo de los pinchazos telefónicos de los medios de Rupert Murdoch, cuya investigación demostró sobornos extendidos a policías para lograr exclusivas.

Sin sustituto aún en el puesto de máximo responsable, es Tim Godwin quien ocupa el cargo de comisario jefe en funciones y quien da la cara estos días.

Los problemas de Scotland Yard se producen a menos de un año de que, el 27 de julio de 2012, Londres inaugure los 30 Juegos Olímpicos, que plantean un extraordinario reto de seguridad para un país que mantiene un nivel de alerta terrorista “severo”.