Sectores
Producción industrial estable
Aún por debajo de los índices de 2010, las manufacturas crecen, lideradas por la metalmecánica. La inversión productiva sigue siendo el problema central.
Félix Canale
En junio, la actividad industrial disminuyó ligeramente frente a mayo (0,1 %) pero
mantiene un ritmo de crecimiento interanual de 9,3 %, según el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina. Con este resultado, la producción acumuló durante el primer semestre del año un promedio similar (9,3 %). En igual lapso de 2010, el promedio del crecimiento manufacturero había sido de 12,4 por ciento, pero comparado con la caída registrada en 2009.
La expansión continuó mostrando tasas de crecimiento dispares y una relativa concentración, indica la UIA, donde los sectores de mayor tracción (capital intensivos) fueron el automotor, la metalmecánica y los metales básicos, que explicaron en conjunto cerca de 68 % del crecimiento total.
Nuevamente, las fábricas automotrices lideraron el crecimiento, con una variación interanual de 23,8 % y alcanzando una nueva marca histórica de producción mensual (80 mil vehículos). En tanto, la industria metalmecánica mostró un crecimiento de 15%, acelerándose con respecto al promedio de los últimos 6 meses que fue de 11,2 %, y el sector siderúrgico sostuvo su crecimiento con un incremento de 11,8 por ciento.
Con respecto a la actividad metalmecánica, la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), indicó que con los resultados de junio el rubro promedió un 11 % de crecimiento en el primer semestre del año. Este comportamiento se produjo con una utilización de la capacidad instalada promedio del 77 %, nueve puntos más que el registrado en 2010.
Las inversiones
De la observación de los resultados (ver gráfico) surge que el promedio general tiende a amesetarse por debajo del 10 por ciento. Con respecto a esta tendencia, Orlando J. Ferreres observa que “la meseta da cuenta de que podría haberse alcanzado un nivel de producción máximo dadas las condiciones imperantes. La escasa inversión productiva impide una expansión de la capacidad de producción de la industria. A su vez, el faltante energético también condiciona su normal funcionamiento. Esto dificultaría, también en los meses venideros, la evolución de la actividad manufacturera”.
Ante la consulta de El Litoral, Milagros Gismondi, economista jefe del Estudio OJF, explicó que no es que la inversión no exista, sino que se mantiene estancada con relación a los volúmenes de 2010. Del total de inversión productiva del año pasado, 60 % se orientó hacia la construcción, automóviles y bienes electrónicos, en tanto el resto de la industria (incluyendo minas y canteras y maquinaria agrícola) recibió el 40 por ciento. En lo que va de 2011, esos porcentajes no han variado sustancialmente, en tanto la demanda crece por sobre los promedios del año pasado.
Las dificultades para acrecentar las inversiones también fueron reconocidas la semana pasada por el viceministro de Economía, Roberto Feletti, en declaraciones a medios mendocinos. “Una agenda pendiente es la inversión. Aunque estaremos, a fin de año, llegando al 23,8 % del PBI, se necesita más para crear más consumo y mercado interno”, dijo.
En la segunda mitad de 2010, en conversación con este diario, Gismondi había advertido: “Nosotros decimos que la actual tasa de inversión no es suficiente para continuar con una expansión sostenida. China, que crece en torno al 10 por ciento anual, tiene un inversión de 45 % del PBI. Si nosotros tenemos una inversión del 22 ó 23 por ciento, es muy difícil que podamos igualar las tasas chinas. Se puede dar en algún momento, pero no es sustentable. Antes de la crisis de 2008, la inversión se encontraba casi en 25 por ciento del PBI, y aún así era baja para sostener un crecimiento al 8 por ciento”.
Los otros
Siguiendo el informe de la UIA, emerge que en tanto el promedio del total de la industria tiende a amesetarse, el grupo que la entidad llama “resto de sectores industriales” registró un sostenido avance en los últimos tres meses, alcanzando en junio un incremento de 5,5 %, que es casi la mitad del promedio general de 9,3 %, luego de la escasa participación registrada en marzo (1 %) que fue el más bajo desde julio de 2010.
Según algunos analistas, esta recuperación podría estar relacionada con la inyección crediticia del Fondo del Bicentenario. Hasta junio, según comunicaciones oficiales, esa línea de crédito estatal ya había aprobado proyectos por 3.165 millones de pesos, destinadas a 153 empresas, de las cuales el 61 por ciento son Pymes.
Al observar el destino de esos préstamos, en líneas generales coinciden con los rubros que componen “el resto de la industria”. Oficialmente, los montos se distribuyeron de la siguiente forma: automotriz 565 millones de pesos; laboratorios 387,8; avícola 351,9; logística 202,4; autopartista 175,5; carne porcina 175; biocombustibles 148,4 y textil 108 millones.