Tuberculosis y VIH: una preocupante combinación

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Existe un compromiso de trabajar para conseguir que 2015 se puedan reducir las muertes por tuberculosis en personas que viven con el VIH en un 50%.

La tuberculosis es la principal causa de muerte entre las personas que viven con el VIH. Por este motivo, los países de las Américas encaran acciones para mejorar su detección y tratamiento.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FUENTE. OPS/OMS. FOTO. EL LITORAL.

El Programa Regional de Tuberculosis de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y el grupo Regional de Tratamiento de VIH de ese organismo internacional organizaron en julio pasado la reunión “Expandiendo la Implementación de Actividades de Colaboración TB/VIH en las Región de las Américas”, realizada en la ciudad de Panamá.

La actividad tenía como objetivo examinar el estado actual de la coinfección por el VIH y la tuberculosis (TB/VIH) en América Latina y el Caribe (ALC), compartir las experiencias locales y regionales y las mejores prácticas para una mayor movilización de recursos y promover la implementación de actividades colaborativas sobre tuberculosis y VIH.

Los presentes redactaron el denominado Llamado de Acción de Panamá para Ampliar las Actividades de Colaboración TB/VIH, en el que destacaron cuáles son las medidas que los gobiernos de esta región deben implementar.

Pero ¿por qué incrementar los esfuerzos para combatir la tuberculosis?. Según se explicó, es la principal causa de muerte entre las personas que viven con el VIH, y por eso se debe mejorar la detección, la prevención, el acceso al diagnóstico y el tratamiento de la tuberculosis y de la tuberculosis resistente a los fármacos y el acceso a la terapia antirretroviral, a través de mejorar las prestaciones integradas de servicios de VIH y tuberculosis, en línea con el Plan Mundial para detener a la Tuberculosis, 2011-2015. Estos países también se habían comprometido -para el año 2015- a trabajar para reducir las muertes por tuberculosis en personas que viven con el VIH en un 50%.

Sin embargo, advirtieron que “observamos con preocupación en la región de ALC que la epidemia del VIH no ha sido controlada, ya que existen 120.000 nuevas infecciones estimadas y una cobertura estimada de tratamiento antirretroviral (TARV) de 50% de las personas que lo necesitan. Por eso, la tuberculosis continúa siendo un problema de salud pública, con 216.000 casos en 2009. En 2009, solamente el 41% de las personas con TB tuvieron acceso a la prueba de VIH, y se notificaron aproximadamente 15.000 casos de coinfección”.

QUÉ HACER

Estos países acordaron que para mejorar las actividades de colaboración TB/VIH se deben encarar las siguientes acciones, entre otras: promover y establecer mecanismos de cooperación formal entre los programas nacionales de tuberculosis y VIH, donde la sociedad civil y las comunidades afectadas deberían ser socios esenciales; dar alta prioridad a las intervenciones basadas en la evidencia frente a la coinfección TB/VIH dentro de los planes nacionales de salud; adaptar los modelos de atención de TB/VIH, en el contexto de cada país, para asegurar el TARV temprano y un seguimiento adecuado; mejorar el acceso a la prueba del VIH en los individuos con tuberculosis y la detección de la tuberculosis y la terapia preventiva con isoniazida (TPI) en personas con VIH.

Se debe fortalecer el sistema de salud para garantizar la integración de los servicios TB/VIH, el acceso a los servicios de diagnóstico, la logística adecuada para el suministro continuo de medicamentos, las políticas eficaces de control de infecciones y los sistemas confiables de vigilancia para medir el impacto de las acciones desarrolladas; o promover activamente la participación de las poblaciones afectadas a través de políticas tales como la Carta del Paciente con los derechos y responsabilidades para el cuidado de la tuberculosis y el principio de mayor participación de las personas que viven con el VIH/sida.

COMPROMISOS

Por último, se comprometieron a promover la colaboración entre los programas de TB y VIH, la sociedad civil, las instituciones académicas y otros socios para ampliar las actividades de colaboración TB/VIH, armonizadas en el contexto de país; incorporar a la sociedad civil en el seguimiento de las actividades nacionales y los logros, el aumento de actividades de sensibilización y educación y el activismo para romper el silencio político, económico y programático relacionado con la coinfección TB/VIH en la región.

También trabajarán para abogar -desde la sociedad civil- la inclusión en la agenda política del fortalecimiento de la salud pública y los sistemas de servicios sociales con un enfoque no discriminatorio, de determinantes sociales, de respeto por los derechos humanos, con perspectiva de igualdad de género y que respete la diversidad.

Asimismo, promoverán el empoderamiento de las personas con TB/VIH y las comunidades promoviendo el acceso a los servicios, la retención y la adherencia, especialmente en las poblaciones en situación de vulnerabilidad; y abogar por un aumento de investigaciones sociales, básicas y operativas y en la mejoría de la vigilancia de la tuberculosis y del VIH para apoyar políticas basadas en evidencia y prácticas.

Poblaciones vulnerables

En toda la Región de las Américas y el Caribe, la presencia de TB/VIH se asocia a determinantes sociales que dificultan el acceso a los servicios de salud y a un seguimiento adecuado, afectando en forma desproporcionada a poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad. Estos determinantes afectan la retención y la adherencia al tratamiento de la tuberculosis y al tratamiento con antirretrovirales, lo que aumenta el riesgo de resistencia a los fármacos para la tuberculosis y el VIH. Además, se advirtió que la sociedad civil y las comunidades afectadas tienen poca participación en la planificación y la toma de decisiones a nivel nacional. Todavía existen en los países prácticas no alineadas con las recomendaciones internacionales basadas en la evidencia.