Editorial

Las denuncias de Sergio Schoklender

Al señor Sergio Schoklender y a su hermano Pablo se los investiga por presunta administración fraudulenta de los fondos públicos entregados por el Estado a la Fundación Madres de Plaza de Mayo para la construcción de casas destinadas a personas de pocos recursos. A tales efectos, a la institución mencionada se le entregó 765 millones de pesos, de los cuales se sospecha que no ha rendido cuentas.

Las responsabilidades incluyen no sólo a los hermanos Schoklender, sino que se hacen extensivas a otros funcionarios, empezando por la propia titular de Madres, la señora Hebe de Bonafini. Para una justicia proba e independiente este debería ser uno de los temas centrales del juicio. Sin embargo, no parecen ser estas las preocupaciones del juez Norberto Oyarbide, cuya exasperante lentitud en la causa ha dado lugar a que los humoristas la comparen con la del célebre general Allais, el militar convocado para reprimir a los “carapintadas” en 1987 y que nunca se hizo presente debido a la lentitud de sus desplazamientos.

La morosidad de un juez denunciado en diferentes ocasiones por sus compromisos con el oficialismo, afecta a la Justicia y a las Madres de Plaza de Mayo, institución que debería ser la primera en estar interesada en que estas sospechas de corrupción se esclarezcan con la mayor rapidez. Esta exasperante lentitud abre espacio a previsibles sospechas políticas, entre las que deben mencionarse la intención de postergar las principales indagatorias para después de las elecciones presidenciales previstas para el 23 de octubre.

El promotor de esta denuncia ha sido el propio Sergio Schoklender, quien preocupado porque Oyarbide no lo indagaba amenazó con convocar a una conferencia de prensa, aunque luego decidió suspenderla para otorgarle una entrevista exclusiva a la revista “Noticias”, oportunidad en la que hizo una serie de denuncias, entre las que merecen destacarse las realizadas contra la señora de Bonafini, quien -según sus palabras- tendría cuentas abiertas en Europa a su nombre y a nombre de Madres.

Sergio Schoklender también denunció al Secretario de Obras Públicas, José López, por pedir coimas para liberar fondos de los planes de vivienda. Por último sostuvo que el Ministro Aníbal Fernández manipula al juez Oyarbide y que la Fundación financió las campañas electorales de Amado Boudou, Cristina de Kirchner y el Subsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala.

Todas estas acusaciones deberán probarse, pero a quien le corresponde investigar es al juez Oyarbide cuya parsimonia en la causa es además de irritativa absolutamente sospechosa, sobre todo porque se trata de un juez que ya despertó serias aprensiones cuando sobreseyó al matrimonio Kirchner por enriquecimiento ilícito. Como para contribuir a suscitar más sospechas, el magistrado no sólo demora las indagatorias sino que acepta como querellante a la Fundación Madres de Plaza de Mayo.