Ítalo Calvino: posmodernismo, ironía, dialoguismo

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Ítalo Calvino. Foto: Archivo El Litoral

María del Carmen Villaverde de Nessier

Partiendo del concepto de posmodernidad, por el que se transita entre el cierre o el fin del modernismo y la “silueta” nueva de un sistema que parece comenzar a gestarse, habría que hablar de dos paradigmas referenciales, el del modernismo en sí y el que surge: posmodernismo, del que no es fácil tomar distancia para caracterizarlo objetivamente, tal el caso de Calvino, por estar metido él precisamente en ese cambio. Aquí, en este puente, en este pasaje crucial de su vida, con mayor tendencia a lo nuevo, se centran El barón rampante y Si una noche de invierno un viajero, novelas de Italo Calvino, aunque con limitaciones ya que su obra en este momento de su producción, está vinculada a una fuerte oposición a las estructuras vigentes, a la importancia que le da a la autonomía total del discurso (textualismo) a los inter y suprarrelatos, a la crítica filosófica de la historia social, a la lectura en sí misma, a la muerte de las ideologías y a la evidente separación social de las generaciones desde lo espacio-temporal.

Así dice Ihab Hassan: “...estas obras, expresan una obsesión epistemológica con los fragmentos olas fracturas de cada etapa y el correspondiente compromiso ideológico con las minorías.”

Estos rasgos se advierten claramente en estas obras de Calvino, destacándose en: Si una noche de invierno un viajero, con manifiesta transgresión en los niveles de narración y tendencia hacia lo irracional y simbólico.

En la obra: El barón rampante, como en El caballero inexistente, se advierte la “contaminación” de la sociedad, una contaminación proveniente del mundo de lo fabuloso y lo absurdo propios de la realidad en la que está inserto el autor examinando el lugar que el intelectual ocupa en ella.

El barón rampante es el “alter ego” del autor y propone allí la idea de la literatura como mensaje político y social advirtiéndose su postura respecto de las ideas preconcebidas y de las imposiciones intelectuales buscando un lector atento, capaz de percibir más de un nivel de lectura.

Ve en sí, que el mismo universo lingüístico suplanta la realidad aumentando su complicidad y la del lector. Crea entonces un desconcierto en el lector empírico para hacerlo conciente de su posición frente al relato en cuanto a la búsqueda de una historia concluyente, organizada y concreta.

Es que en Calvino la narración puede crear mundos pero no puede destruir lo irreverente y absurdo de la realidad, intentando entonces sacar la máscara de los mecanismos comunes a la base de todas las narraciones populares.

Son estas dos obras un ejemplo de literatura posmoderna con sus llamativas estrategias textuales que aportan un cambio en la concepción propia del mundo tradicional. Obras cuya lectura puede marcarte por el sólo hecho de ser literatura y/o por el claro sentido ficcional y simbólico de las historias

En el caso de El barón rampante es una historia ideal para leer desde la edad de sentirse con toda la capacidad humana necesaria para entrar en rebeldía con algunos aspectos del mundo cotidiano, siempre con la ajustada canalización y análisis conveniente.

Las dos son obras para leer también como adulto, un adulto que indagará sobre los condicionamientos de la vida muchas veces abruptamente impuestos.