llegan cartas

Conectar igualdad, ¡qué paradoja!

Elsa Isabel Gonella.

DNI. 6.198.378.

Señores directores: Leí en el diario El Litoral del 27/8/11 la convocatoria para participar en el programa “Conectar igualdad” a través de un concurso de iniciativas innovadoras que contemplen el uso de herramientas de TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en proyectos comunitarios, culturales, artísticos y otros, destinado a alumnos de escuelas secundarias y de educación especial de gestión pública de todo el país, que permitirá a las escuelas ganadoras y a sus respectivos alumnos obtener importantes premios. Podrán participar los alumnos que ya recibieron sus netbooks como los que aún no la tengan, gozando, además, los grupos de concursantes de un sistema de tutorías que guiarán y supervisarán los bocetos que se envíen vía e-mail al Portal Educ.ar, garantizando un seguimiento personalizado y acode a los requisitos del concurso.

Dicho programa “Conectar igualdad” es una iniciativa que busca recuperar y valorizar la escuela pública con el fin de reducir las brechas digitales, educativas y sociales en la Argentina.

¿Cómo puede un concurso recibir este nombre (“Conectar Igualdad”) cuando está excluyendo a millares de alumnos que asisten a las escuelas de gestión privada —que también son públicas—, “que no cobran cuotas” y que no tienen opción de acceder a este evento ni a esas tecnologías?

Este tipo de escuelas, que están diseminadas por todo el país y “paradójicamente” ubicadas en las periferias de los centros urbanos, casi separadas del resto, no reciben fondos para pagar luz, teléfono y otros servicios... ¿Cómo van a poder comprar computadoras para formar una sala de informática? ¿Con qué recursos van a pagar Internet? ¿Cómo les va a obsequiar una netbook a cada uno de sus alumnos?

No señores, una “Sala de Informática”, en estas escuelas, se arma con lo que a otros les sobra (y que la mayoría de las veces no sirven) y, además, ¿con qué dinero se pagarán los repuestos o reparaciones?

¡Por favor, por lo menos pongan otro título, que no golpee tanto a docentes que hemos trabajado toda una vida y que aún lo seguimos haciendo a pesar de todas estas desventajas que sufren en estas escuelas!

Tal vez sea más exacto llamarlo: “Concretar la desigualdad”.