Otra jornada de emociones
Éxitos de Gales, Inglaterra y Francia
El samoano Kahn Fotuali’i abre a sus backs, durante el intenso, deslucido y equilibrado partido disputado hoy ante Gales. Los Manu Samoa no lograron mantener la ventaja del primer tiempo y cayeron ante los europeos.
Foto: EFE
Los Dragones Rojos vencieron a Samoa; el Rose Team a Georgia y Les Bleus a Canadá. Mañana habrá jornada de descanso para los veinte participantes.
César Miño
Tal como se preveía, las horas comprendidas entre la medianoche pasada y el inicio de la mañana de hoy, de acuerdo al uso horario argentino, depararon nuevas emociones y resultados que, en general estuvieron dentro de la lógica emergente de la VII Rugby World Cup que hasta el 23 de octubre venidero se desarrollará en Nueva Zelanda.
Suerte galesa
El primero de los partidos, disputado en Hamilton, proyectó un ajustadísimo triunfo de Gales ante Samoa por 17 a 10, luego de un trámite en el que la equidad fue el rasgo distintivo.
Con la presión de conocer la importancia que el cotejo tendría para el devenir del Grupo D (sin dudas, el más difícil de la fase clasificatoria el certamen), galeses y samoanos salieron con un repertorio en el que las precauciones estuvieron a la orden del día.
De ese modo, con marcada supremacía de las defensas, el juego no tuvo demasiada continuidad. En ese contexto, el primer tiempo se cerró con un merecido 10 a 6 en favor del equipo del Pacífico Sur, que aferrándose a su cada vez más ordenada disposición colectiva y a algunos retazos de la potencia ofensiva que los distingue desde siempre, lograron una escueta pero merecida ventaja.
El complemento mostró cierto predominio europeo en cuanto al control de la pelota, pese a que no hubo demasiadas situaciones propicias como para revertir el marcador. Sin embargo, en un lapso de apenas un par de minutos, dos situaciones fortuitas volcaron el festejo final hacia los Dragones Rojos, que tras la caída inicial ante los Springboks (16 a 17), respiraron profundamente el reconfortante aire de la campiña neozelandesa, al sentirse aún candidatos a acceder a la segunda fase. Más aún, cuando los rivales que aún le restan, son los más endebles del grupo: Namibia y Fiji.
Por su parte, los Manu Samoa, ven seriamente complicadas sus chances. Quizás, por no haber podido refrendar en el momento más adecuado (hoy), la evolución alcanzada en los últimos tiempos; principalmente en lo que hace a su estructura colectiva de juego, elemento que su suma a su tradicional capacidad ofensiva individual, que paradójicamente hoy estuvo en un punto demasiado bajo.
Contundencia inglesa
Apelando fundamentalmente a su capacidad de definición, Inglaterra derrotó a Georgia por 41 a 10, dando un paso clave hacia su futura clasificación para los cuartos de final desde el Grupo B del certamen que tiene lugar en territorio maorí.
Tras la “Batalla de Dunedin”, en la que se impuso a Los Pumas por 13 a 9, el Rose Team disfrutó de un éxito tan cómodo como deslucido, en la ciudad más “escocesa” de Nueva Zelanda, de la que se despedirá el sábado 24 ante Rumania. Ese será el paso previo al cierre de instancia, previsto para el 1º de octubre en Auckland, ante Escocia.
Más allá de lo que expresan los guarismos definitivos, “Los Creadores” no la pasaron nada bien ante el rudimentario elenco georgiano, que desperdició no pocas oportunidades de sumar, debido a la pésima puntería de su pateador, que acertó solo uno de siete kicks a los postes.
Volviendo al mixado inglés que se presentó esta madrugada, vale indicar que se había impuesto al cabo de los cuarenta minutos iniciales por 17 a 10. Luego, en el complemento, la efectividad pudo más que la irregularidad, haciendo posible que el pleito quedase claramente definido.
Sin brillar, Inglaterra encontró mayor tranquilidad. No sólo en materia de resultados, sino también de cuestiones extradeportivas que habían sido especialmente utilizadas por medios sensacionalistas londinenses, aludiendo sobre una posible situación “non sancta” de Mike Tindall, esposo de una de las nietas de la Reina Isabel II.
Capacidad francesa
El cierre de la jornada de hoy proyectó desde la ciudad de Napier, una inobjetable victoria de Francia ante Canadá por 46 a 19, en el marco del Grupo A de la competición, en la que justamente se encuentra el representativo anfitrión: los All Blacks, que lideran junto a los galos.
Condicionados por las adversas condiciones climáticas, el encuentro se desarrollo en medio de imperfecciones mutuas y en medio de un previsible duelo de pateadores; más allá que fueron los Coqs los que siempre arriesgaron en busca de reencontrarse con -al menos una parte- de su juego de pelota viva y desplegada.
Tras un parcial favorable por 19 a 10, las dificultades para Les Bleus no fueron pocas: a punto tal, que el cuatro try, que otorgó el siempre útil punto bonus, llegó en el tramo final del partido.
De este modo, tras el deslucido triunfo ante Japón por 47 a 21 en el debut, Francia “acomodó” un tanto sus lógicas pretensiones de pasar sin ronda. Sin que le sobre mucho, pero con la certeza que al atrapante match del sábado venidero en el Eden Park ante Nueva Zelanda llegarán precedidos por resultados que sustentan sus chances de alcanzar ese objetivo.
Más aún, cuando luego sólo restará el cierre ante Tonga, previsto para el primer día del mes venidero en Wellington.