En Venecia presentó dos películas

Kate Winslet, una actriz todo terreno

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Al estreno de Carnage, la película en la que fue dirigida por Roman Polanski, Kate asistió con los actores John C. Reilly y Christoph Waltz, compañeros de elenco. Foto: EFE.

En los últimos tiempos, la talentosa actriz británica viene desarrollando una intensa actividad.

 

De la redacción de El Litoral

La actriz Kate Winslet se ha multiplicado como nadie en el último Festival de Venecia, donde ha presentado dos películas y una miniserie de televisión y no ha parado de hacer promoción y de pasearse por la alfombra roja. ¿Cómo lo logra? Porque asegura ser “multitasking”.

“Puedo cambiar de una cosa a otra así”, dice chasqueando los dedos una expresiva Winslet en una entrevista con EFE en Venecia.

Vestida enteramente de negro y con su melena rubia recogida, Winslet no parece sentirse cansada por una promoción interminable, que interrumpe de vez en cuando para fumarse un cigarrillo.

Porque todo forma parte de una profesión que la apasiona. “Actuar es tan maravilloso y formar parte de este mundo loco es un privilegio”. Aunque reconoce que tiene momentos en los que piensa que no va a conseguir hacer bien su trabajo y en los que sólo quiere “dejarlo todo” e irse con sus hijos. “Pero eso le pasa a todo el mundo”, agrega.

Un trabajo en el que vuelca sus experiencias personales y las de las personas que la rodean, algo necesario para su profesión.

Por eso considera vital haber tenido una vida llena de experiencias interesantes y le parece absurdo cuando le preguntan si eliminaría algo de su pasado: “No hay nada que borrar en mi vida. Todo lo que me ha pasado me ha hecho como soy”.

Con Polanski

“La experiencia de vida es cómo crecemos y aprendemos”, agrega esta actriz nacida en Reading (Inglaterra) en 1975.

Y todo aquello por lo que ha pasado se refleja en papeles como los que la han llevado a Venecia. Es el caso de “Carnage” (“Un dios salvaje“), la película que Roman Polanski ha presentado a competición y en la que está acompañada por Jodie Foster, Christoph Waltz y John C. Reilly.

Cuando recibió la llamada del realizador franco-polaco, su primera reacción fue: “Es Roman Polanski ¡Oh, Dios mío!”, relata vocalizando exageradamente. “Es un sueño para cualquier actriz trabajar con alguien como Roman”, aunque, para ella, la decisión sobre si trabaja o no en un proyecto es una combinación de muchas cosas.

En este caso, le encantó la historia, que califica de “absolutamente cómica”. Y consideró que podía entenderla y sentirse relacionada con ella en muchas formas, porque es madre y ha pasado por ese tipo de problemas de discusiones entre escolares. “Es un asunto que me divierte mucho”, asegura.

Pero también quería estar por “trabajar con Jodie, John y Christoph”, y porque había visto la obra de teatro en la que se basa la película (“Un dios salvaje”, de Yasmina Reza) en Broadway y la encontró “absolutamente brillante y con unos actores increíbles”.

“Hope Davis interpretaba mi personaje y estaba simplemente espectacular”. Todo esto hacía que “Carnage” supusiera un reto para ella como actriz y le diera la suficiente motivación para entrar en el proyecto.

Una historia de un enfrentamiento entre dos parejas a causa de la pelea entre sus hijos, de 11 años, que se desarrolla en un salón, lo que supuso uno de los desafíos de su trabajo. “El hecho de que fuera extremadamente claustrofóbico y que tuviéramos que mantener la historia viva durante hora y media cuatro personas en una habitación, eso era muy muy difícil”, explica, aunque cree que lo más complicado fue mostrar la tremenda evolución de su personaje en un tiempo muy corto.

Nancy “empieza extremadamente recta y vemos al final que está vomitando, borracha, gritando, nada de lo que hubieras esperado de ese personaje”, cuenta la actriz.

La dureza exigente

Un personaje complicado pero menos que el de la miniserie “Mildred Pierce” (Alma en suplicio), por el que ha recibido una de las veintidós nominaciones que se ha llevado este trabajo para los premios Emmy.

“Mildred es lo más duro que he hecho desde ‘Titanic’ en términos de duración, porque es el papel más largo que he hecho, 16 semanas, 5 horas de filme. Era todo el papel, estaba en cada escena, todo le pasaba a ella o alrededor de ella”. Un papel “extremadamente exigente”, en el aspecto físico y como mujer: “Teníamos hasta doce páginas de guión al día -en cine suelen ser cuatro o cinco- y yo tenía que estar todo el tiempo hablando. Fue muy muy difícil para mí”.

Un rol secundario

Menos que su papel secundario en “Contagion” (Contagio), de Steven Sodebergh, presentada en Venecia fuera de concurso.

Pero tiene “grandes recuerdos” de cada uno de estos trabajos: “Puedo hablar de cada uno de ellos con gran felicidad y convicción. Lo pasé muy bien rodando con Haynes, Sodebergh y Polanski. Me siento afortunada de haber trabajado con estos tres destacados directores y no hay mucha gente en el mundo que pueda decir esto”, afirma sonriente.

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En el festival veneciano Kate presentó dos filmes y una serie de televisión. La crítica especializada alabó sus trabajos interpretativos. Foto: EFE