Al margen de la crónica

Para combatir la incontinencia

La compañía nacional de ferrocariles de Holanda (NS) acaba de lanzar una solución contundente para los viajeros con problemas de incontinencia o necesidad perentoria de evacuar a bordo: el ‘equipo urinario de emergencia‘ para los vagones de cercanías que no cuentan con WC, una idea que no gusta a todos, especialmente a las viajeras.

El equipo portátil denominado “urinario de emergencia” está pensado para los trenes de cercanías, conocidos en Holanda como “Sprinters” y que no disponen de baños, dado que realizan trayectos cortos de unos treinta minutos de media.

Según la legislación holandesa, si el trayecto es menor a media hora no hay obligación de que los trenes cuenten con equipos completos de baño o aseo. No obstante, al hilo de esta iniciativa, el Parlamento holandés ha recordado que, como tarde en 2025, todos los trenes, de corto y largo recorrido, deben contar con aseos.

El problema es que en los últimos meses la dirección de los ferrocarriles holandeses ha recibido un aluvión de críticas de viajeros que ha tenido que bajarse antes de tiempo, al no poder satisfacer sus necesidades a bordo.

La idea es que si algún viajero siente una necesidad urgente de evacuar puede pedir al revisor que le proporcione (gratuitamente) un “set urinario”, una especie de pañal especial para realizar las necesidades.

El revisor les indicará entonces dónde se encuentra una “cabina vacía” dentro del convoy para que puedan aliviarse, lejos de ojos indiscretos.

El sindicato de maquinistas de Holanda, VVMC, considera que la idea es simplemente “espantosa”. “Cuando me lo contaron, simplemente, pensé, ¿están de broma?”, cuenta Wim Eilert, conductor de trenes de cercanías.

Lo peor de todo es que los maquinistas se sienten ofendidos: “Dejar que la gente orine en el lugar de trabajo de otra persona (la cabina del maquinista) es simplemente ofensivo, además de poco higiénico”, subraya.

El “set”, fabricado en Estados Unidos, tiene un curioso nombre: “TravelJohn” y su caja es más que explicativa: tres siluetas, un niño, una mujer y un hombre adultos realizan un gesto que ilustra su necesidad perentoria.

El “equipo de incontinencia” podrá dejarse en el mismo tren y será posteriormente recogido por el equipo de limpiezas al final del trayecto.

El problema radica, en realidad, en la argumentación de la NS, que hace un par de años decidió comprar modernos trenes articulados ligeros pero sin espacio alguno para baños. La explicación era que “en un viaje corto no hay necesidad de atender esa exigencia”.

La NS se ahorró varios millones de euros que cuestan los WC especiales de los trenes (o aviones) con sus sistemas de succión y aspiración de desechos. Pero lo que en principio iba a ser una medida de ahorro, se convirtió en una pesadilla, pues, a la postre, casi seguramente la dirección de la empresa deberá invertir en los baños.