Participación del Conicet

Proteger al ganado de la aftosa

El rebrote de aftosa en Paraguay hace que las autoridades de nuestro país aumenten la protección del ganado bovino. La Argentina, a través de la Red Interinstitucional de Investigaciones de Desarrollo de Fiebre Aftosa -Ridfa-, ya da respuestas a la situación.

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Esta vez la alarma surgió desde Paraguay. Pero la Argentina adoptó inmediatamente medidas para curarse en salud. Foto: Archivo El Litoral

Conicet Bs. As. - Conicet Santa Fe - El Litoral

La aftosa es una enfermedad viral contagiosa que afecta al ganado bovino, ovino, caprino y porcino, así como a jabalíes, llamas y vicuñas, entre otros, pero que no constituye zoonosis; en otras palabras, no afecta al ser humano. El contagio se inicia cuando un animal susceptible inhala el “aerosol” producido por la respiración de un animal enfermo cercano. Y que en un país vecino haya un rebrote de aftosa siempre despierta alertas para proteger al ganado, parte fundamental de la economía argentina. Máxime, cuando la información con la que se cuenta alude a un foco que comenzó tiempo atrás, con la propagación de contagio que ello implica. Si bien los animales infectados están a unos 300 km de Asunción, las provincias argentinas que limitan con el Paraguay establecieron, hace años, un sistema de alta vigilancia de vacunación y revacunación intensiva ya que, como la frontera es seca, los bovinos pueden pasar con más facilidad de la que se cree.

En nuestro país

Hace muchos años que la Argentina controló y erradicó el rebrote ocurrido en 2001. Lo hizo aplicando medidas sanitarias y una excelente vacuna de industria nacional. Aquí se desarrolló una importante tecnología en el ámbito del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) para controlar la vacuna, su proceso productivo, la calidad final de la misma y la vacunación. De hecho, el laboratorio Biogénesis-Bagó incubó la vacuna en el Cevan/Conicet. “Si bien en Paraguay han cumplido con la vacunación y revacunación, en apariencia no está funcionando bien porque el virus muta y la vacuna no lo puede contrarrestar”, explica el Dr. José La Torre, investigador del Conicet y director del Instituto de Ciencia y Tecnología “Dr. César Milstein”, dependiente del citado organismo y sito en la ciudad de Buenos Aires. Algunas de las líneas de investigación del Instituto son: Fiebre hemorrágica argentina; Desarrollo de una vacuna para hepatitis “A” utilizando cepas locales; Tecnologías para control de vacunas virales; Programa de vigilancia de influenza aviar; Producción de biofármacos en plantas.

Actividades de la Ridfa

A diario, las autoridades de los organismos que la conforman trabajan en la caracterización de los virus y en establecer cuál es la relación del virus para saber si la vacuna es capaz de protegerlo. La Argentina puede, y de hecho lo está haciendo, identificar la cepa y analizarla en comparación con la vacuna existente para elaborar una vacuna con la cepa del virus que, en apariencia, mutó. “Lo más auspicioso es que una nueva vacuna se puede desarrollar en dos o tres meses”, concluye La Torre. Mientras tanto, solo hay que aplicar medidas de contención.

La Red Interinstitucional de Investigaciones de Desarrollo de Fiebre Aftosa -Ridfa-, está integrada por la Red el Centro de Virología Animal (Cevan-Conicet), el Centro de Investigación en Ciencias Veterinarias y Agronómicas del INTA, la Dirección del Laboratorio y Control Técnico del Senasa y la empresa Biogénesis.

*Por Isabel Cittadini (Comunicación Institucional y Prensa del Conicet Bs. As.). Adaptó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/Conicet Santa Fe).