Asumió ayer y anticipó vocación de diálogo con el gobierno

El rafaelino Ferrero es el nuevo presidente de CRA

Es un reconocido tambero del centro provincial que presidió la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe. Propuso “un nuevo diálogo con un nuevo gobierno”.

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El rafaelino Rubén Ferrero, dos veces titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe, comanda ahora ahora a CRA, representativa entidad que nuclea a productores de todo el país. Foto: Flavio Raina

 

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El rafaelino Rubén Ferrero asumió ayer como nuevo presidente de Confederaciones

Rurales Argentinas. “Los productores quieren previsibilidad; vamos a tratar de entablar con el nuevo gobierno un nuevo diálogo, donde llevaremos nuestras propuestas, esperando que sean tenidas en cuenta para lograr el consenso”.

El ex titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe) advirtió que “la imposición no sirve, y sin dudas ha sido negativo para el país”. El directivo y productor rafaelino tuvo una extensa trayectoria ligada en primer término a la Sociedad Rural de Rafaela como vocal, secretario y presidente en dos oportunidades; en Carsfe ocupó cargos como vocal, secretario y presidente en dos períodos; su último mandato finalizó en junio pasado.

El flamante presidente de CRA tiene 50 años y es abogado recibido en la Universidad Nacional del Litoral. Además de ejercer su profesión, es productor tambero de la zona centro de Santa Fe.

“La responsabilidad de presidir CRA es grande. Se conformó una mesa ejecutiva, después de un trabajo de consenso, con la intención de que sea federal. Está formada por dirigentes de Entre ríos, Tucumán, Corrientes, Chubut y Santa Cruz, por nombrar algunas provincias. “Está todo el país representado. “Nuestra idea es atender a todos los requerimiento de todas las regiones del país”, concluyó.

Relevancia institucional

Ferrero fue secretario de CRA de 2005 a 2007 y ahora debe reemplazar al frente de la entidad a Juan Carlos Goya, que ejercía interinamente el cargo en reemplazo de Mario Llambías, quien renunció para postularse como candidato a diputado por Buenos Aires desde la lista de la Coalición Cívica.

CRA es una asociación civil gremial fundada en 1943. Entidad federativa de tercer grado, representa a más de 300 sociedades rurales de base con presencia n todo el país, y a su vez a 14 confederaciones y federaciones. En total reúne a unos 109 mil productores.

Según su propia definición institucional, representa, dentro del panorama gremial del campo argentino, “una organización federal de profunda raigambre democrática, en la que encuentran su más cabal expresión todas las voces de la producción en su diversidad geográfica como en sus distintas variantes productivas”.

La entidad representa “tanto productores pequeños, medianos o grandes”. En el escenario de la mesa de enlace, se distingue por su injerencia en los segmentos medios de los productores rurales, a diferencia de los grandes actores históricos reunidos en la SRA, y los cooperativistas y pequeños o medianos productores nucleados en FAA y Coninagro.

El flamante presidente de CRA tiene 50 años y es abogado recibido en la Universidad Nacional del Litoral. Además de ejercer su profesión, es productor tambero de la zona centro de Santa Fe.


“Histórica” visita de la presidenta a Coninagro

El gerente general de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Daniel Assef, anticipó hoy que si la presidenta Cristina Fernández concurre mañana a la invitación que le hizo la entidad, le pedirán que se destrabe la comercialización de granos.

Assef afirmó que es “muy probable” que la presidenta vaya a Coninagro, en lo que sería la primera reunión de la jefa de Estado con dirigentes agrarios desde fines de 2008, tras el largo conflicto entre el gobierno y el campo.

“Tenemos que ver cómo destrabar estos inconvenientes de comercialización, pudiendo explicar y dejando tranquilos a todos los argentinos de que no va a faltar trigo para fabricar pan”, aseguró el gerente de Coninagro.

Destacó que, entre otros temas a conversar mañana, le explicarán a la presidenta la necesidad de “destrabar situaciones y poder comercializar. No con sentido de protesta, sino de propuesta”, afirmó Assef, quien destacó que en la última semana, la entidad presentó “un documento titulado ‘El Campo y la Política’, con propuestas para la Nación, desde la educación y la pobreza, hasta la comercialización de carnes, granos y leche”.

En ese sentido, señaló que “hay muchos productores que todavía no pueden comercializar parte de su producción”. Explicó que “es una invitación que se hizo hace un tiempo atrás antes de las elecciones primarias”, y puntualizó que “se había invitado a todos los candidatos a presidente”. Precisó que “ya estuvieron en Coninagro Eduardo Duhalde (justicialismo disidente), Ricardo Alfonsín (radicalismo) y Hermes Binner (socialismo). Ahora, aceptó la invitación la presidenta, y según nos dijo el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, mañana al mediodía estaría viniendo”, afirmó el dirigente agrario. Consideró que la presencia de Cristina en Coninagro “es muy interesante como síntoma”, y recordó que “la última reunión con la jefa de Estado fue a fines de 2008”.

/// OPINIÓN

Señales

Néstor Fenoglio

Si la presidenta va mañana a Coninagro habrá sumado un nuevo gesto de acercamiento hacia el campo, con el cual el kirchnerismo tuvo una feroz batalla que marcó decisivamente a ambas partes. Si no concurre, no cambia el importante giro que se ha venido verificando desde el gobierno nacional y también desde las entidades del campo: hay señales de distensión, pequeños y cuidados guiños, indicios de que se puede plantear una situación más racional, más sensata.

La presidenta ha empezado a cambiar su discurso y a reconocer públicamente la importancia y la incidencia del sector -antes ninguneado- y no ha ahorrado elogios para el espíritu de empresa y la constante innovación que caracteriza al campo argentino, que le da además los mejores dólares a su gestión, coparticipación de por medio.

También el campo, las entidades que representan al sector, ha dado muestras concretas de que quiere otra relación.

En este acercamiento, que ha tenido episodios, capítulos aquí y allá -muchos en nuestro territorio provincial-, hay que reconocerle algún mérito a Julián Domínguez. Porque si en su momento fue prolijamente esquivado hasta por el mismo gobierno dejándole un papel testimonial, sobre todo en los momentos álgidos del conflicto con el campo (privilegiando la “línea dura”, por ejemplo con Moreno), ha ganado ahora preciosos espacios a partir de un estilo componedor.

Y así como Santa Fe fue testigo del principal encono después de la 125, con acaso la manifestación opositora más grande que recibió el kirchnerismo en el monumento a la Bandera, también fue repetido escenario de los tanteos primero y los contactos después entre el gobierno y el campo, siempre con Domínguez como mascarón de proa. Pasó en la Bolsa de Comercio de Rosario, pasó en Venado Tuerto.

Es que todos trabajan ya con la certeza de la continuidad por cuatro años del modelo y los actores que antes se gritaban ahora se prueban su traje más conciliador.

En el caso de CRA, que reúne a las confederaciones rurales de todo el país, el rafaelino Ferrero anticipó que impulsará tanto como pueda el diálogo con el gobierno. Ferrero, hombre de convicciones pero también impronta negociadora, es ideal para este momento de la relación entre campo y gobierno.

Mucho más si Cristina, cumplida su eventual reelección, elige -como se escucha repetidamente por allí- al también rafaelino Omar Perotti para el cargo de ministro de la Agricultura que hoy ocupa Domínguez. Hay señales claras de ambas partes, hay gestos y hay acciones. Ojalá también en breve, políticas que nos permitan avanzar.

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