llegan cartas

Autopista

Oscar Luis Ascorti.

DNI. 10.566.999.

Señores directores: Gracias a Dios la puedo transitar.

El relato de los hechos son verídicos. Corrían los años sesenta y Santa Fe concretó la primer autopista en el interior del país: Santa Fe-Rosario, y el comentario era que en poco tiempo se comenzaba con la autopista Santa Fe-Córdoba.

Vivíamos en El Trébol y normalmente viajábamos a Santa Fe y Córdoba por razones familiares y laborales. En el trayecto lo escuchaba a mi padre decir: en cualquier momento se larga. Y así fue. Por los años setenta, en el cruce de la ruta 13 y 19 existía una estación de servicio, parada obligada para el descanso, y un buen día cerró sus puertas y se empezó su demolición. Quedó así como una tapera. Luego comenzamos a ver que todo lo nuevo en materia de energía se corría unos metros del alambrado y, bueno, pensábamos que se estaba adelantando la obra.

Mi padre falleció en los ochenta; no la pudo transitar. En los noventa se privatizó, y otra vez el rumor: ya vas a ver ahora, la empresa va hacer lo que el Estado no hizo: la autopista, banquinas lindas y árboles podados. y el “cruce de la muerte”, 34 y 19 va a ser con doble mano y puente, mil metros de autopista después de más de mil muertes por accidentes y silencio. Se agrandó la calzada unos centímetros, y nada. Eso sí; más accidentes, dos mil sin noticias y en 2007 salió el sol y el préstamo llegó.

En 2008 comenzaron los trabajos. Si contamos los años para su ejecución -cincuenta aproximadamente- pregunto: ¿la repavimentación de la otra mano demorará lo mismo? ¿Tendremos que circular por la mano nueva únicamente como mano de ida y vuelta? ¿Tendremos que esperar otro centenario más, porque al concesionario, si no se lo controla seguirá plantando árboles, cortando los yuyos, y rascando el pavimento nuevo para arreglar los baches de la otra mano?