El fin de semana tomaron la Rocinha

Brasil planea liberar las favelas antes del Mundial de 2014

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Blindados de la Infantería de Marina ingresa a la favela Rocinha este fin de semana. Foto: EFE

De la Redaccion de El Litoral

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DPA

Con el exitoso operativo de ocupación de tres favelas de Río de Janeiro concretado el domingo sin un disparo, la gobernación del estado avanzó en su plan de liberar las zonas de la ciudad dominadas por el narcotráfico hasta el Mundial de fútbol de Brasil 2014 y de los Juegos Olímpicos de Río 2016.

La favela Rocinha, la más grande de Río, y las vecinas barriadas de Vidigal y Chácara do Céu, son blanco hoy de intensas búsquedas por parte de la policía que intenta hallar a delincuentes buscados y decomisar drogas y armas, para abrir paso a la instalación de la décimonovena Unidad de Policía Pacificadora (UPP) en barriadas de Río.

La pacificación de favelas antes dominadas por narcotraficantes alcanzó hasta ahora a todas las comunidades vecinas al famoso estadio de Maracaná -que será escenario de la final del Mundial de Brasil y del torneo de fútbol de los Juegos de Río- y también a barriadas de los barrios turísticos de Copacabana e Ipanema.

Este domingo, con la ocupación de Rocinha, Vidigal y Chácara do Céu, el operativo alcanzó el elegante barrio Sao Conrado, que conecta la zona sur de Río con Barra da Tijuca, que será el “corazón” de los Juegos Olímpicos de Río, lo que fue festejado hoy por el comité organizador de la cita.

En una nota oficial divulgada ayer, el comité Río 2016 destaca que “los históricos sucesos de este domingo refuerzan el compromiso asumido por Brasil de realizar los Juegos de 2016 -así como los eventos de prueba a partir de 2015- en un ambiente de total seguridad para participantes, turistas y residentes”.

“Además, representan un avance importante del estado de Río de Janeiro rumbo a uno de los principales objetivos de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos Río 2016, que es el de generar transformaciones positivas en la ciudad, que dejen un legado sostenible de bienestar social para la población local y para las futuras generaciones”, destacó el comunicado.

Primeros pasos

La gobernación de Río asegura que la recuperación de áreas dominadas por narcotraficantes refleja un proyecto de largo plazo de las autoridades locales, que buscan poner fin a la existencia de un “poder paralelo” en áreas pobres donde el Estado se mantuvo ausente durante décadas.

“Estamos cambiando un paradigma y liberando esas comunidades del yugo del narcotráfico”, afirmó el secretario de Seguridad Pública de Río, José Mariano Beltrame.

Según Beltrame, la UPP de Rocinha movilizará a unos 900 agentes y será instalada después de que las fuerzas de ocupación hayan concluido las búsquedas de armas, drogas y delincuentes y hayan conquistado la confianza de la comunidad.

“Tenemos que permanecer y demostrar a los habitantes que la policía no saldrá, y así conquistar credibilidad. Con la presencia permanente de la policía, la comunidad pasa a creerle más a la policía, y ello crea un círculo virtuoso”, expresó.

El primer paso fue dado ayer, cuando llegaron a Rocinha funcionarios del servicio de limpieza pública y reanudaron la recogida de basura en la comunidad, mientras que 50 técnicos de la Compañía Estadual de Aguas y Alcantarillado iniciaron obras para mejorar el suministro de agua para la comunidad.

Según el secretario de Conservación y Servicios Públicos, Carlos Roberto Osorio, a partir del miércoles Rocinha podrá disfrutar de todos los servicios de la Municipalidad.

Los habitantes de la barriada mantenían hoy una actitud mezcla de esperanza y sospecha frente a la ocupación policial: “Todavía siento desconfianza, ojalá se concreten las mejorías. El pueblo de acá se lo merece”, dijo al portal G1 un comerciante que pidió no ser identificado.

Al mismo tiempo, la Secretaría de Seguridad Pública divulgó hoy un balance de los primeros resultados del operativo bautizado “Choque de Paz”.

Hasta ayer habían sido decomisados dos automóviles de lujo, 75 motocicletas, más de 300 kilos de droga -marihuana, cocaína, crack y éxtasis-, y una gran cantidad de armas -entre ellas 15 fusiles, una subametralladora, 20 pistolas, tres granadas y 61 bombas artesanales-, además de 16.000 unidades de munición.