Egipto

La Junta Militar reconoce “muchas violaciones” de derechos humanos

Acusaron a la policía de haberlas realizado desde el pasado sábado, cuando comenzó la revuelta. Las Fuerzas Armadas prometieron garantizar las elecciones legislativas.

La Junta Militar reconoce “muchas violaciones” de derechos humanos

 

Un manifestante egipcio ondea la bandera nacional durante los enfrentamientos de la plaza Tahrir de El Cairo. Foto: EFE

De la Redaccion de El Litoral

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EFE

La Junta Militar de Egipto aseguró hoy que garantizará la seguridad de los comicios legislativos que comenzarán el próximo lunes y admitió que la policía ha cometido violaciones de derechos humanos contra los manifestantes.

El miembro del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, general Mohamed Mojtar al Mula, dijo en una rueda de prensa para presentar los comicios parlamentarios que el país está preparado para llevarlos a cabo y que garantizará la seguridad del proceso.

“Ha habido muchas violaciones”, reconoció el general, en alusión a los choques que desde el pasado sábado tienen lugar en El Cairo y otras ciudades de Egipto entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes, que han causado al menos 33 muertos y miles de heridos.

Mojtar al Mula negó, sin embargo, que la policía haya disparado munición real contra las manifestantes en la plaza cairota de Tahrir y sus alrededores, a pesar de que el Ministerio de Sanidad confirmó ayer que algunas de las víctimas presentaban heridas de bala.

“Egipto no es Tahrir ni la calle Mohamed Mahmud”, explicó el representante de la Junta Militar, en referencia a los miles de manifestantes que piden en esa plaza cairota y en las calles adyacentes la renuncia de los militares al poder.

Poco después, no obstante, Al Mula matizó que en Tahrir, epicentro de la revolución que obligó a renunciar el pasado 11 de febrero al presidente Hosni Mubarak, “hay muchos jóvenes patriotas egipcios que han jugado y jugarán un rol muy importante”, al tiempo que dijo que se puede sentir allí “el pulso de las calles”.

“Al principio, la policía persiguió con gases lacrimógenos y porras a algunos de los que atacaban el Ministerio, luego fueron a Tahrir y aquello fue una violación”, admitió el general, que mostró su esperanza en que los manifestantes permitan que las elecciones se desarrollen con éxito.

Otro de los generales presentes en la conferencia, Mamduh Shahin, enfatizó que no retrasarán las elecciones, tal y como anunció hace dos días el jefe de la Junta Militar, mariscal Husein Tantaui, en un discurso televisivo.

“Es nuestra última palabra”, destacó Shahin.

Durante la rueda de prensa, Al Mula señaló que la policía no está atacando a los manifestantes actualmente en el centro de El Cairo y que en su lugar está protegiendo la sede del Ministerio del Interior “de los intentos de ataque que vienen de fuera”.

Por último, el alto mando militar reafirmó la posibilidad de realizar un referéndum popular si el pueblo quiere que la Junta Militar entregue el poder de forma inmediata, tal y como había esgrimido Tantaui, pero no dio más detalles al respecto y sólo respondió con ambigüedades a las preguntas insistentes de los periodistas sobre esa cuestión.

Por su parte, el presidente de la comisión electoral encargada de preparar los comicios, Abdelmuiz Ibrahim, reiteró que no habrá observadores internacionales puesto que, argumentó, “el pueblo egipcio no los necesita”.

Rebaja

La agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s (S&P) rebajó hoy la nota crediticia soberana de Egipto a largo plazo en moneda local y extranjera de BB- a B+ con perspectiva negativa, al tiempo que mantiene en B la de medio plazo. En un comunicado, la agencia justificó su decisión en que el “débil perfil económico y político” de este país se está “deteriorando aún más”. “A esto hay que añadir los recientes enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, que empezaron el 20 de noviembre de 2011 y han resultado en una pérdida significativa de vidas”, señala S&P en la nota.

Renunció el presidente de Yemen

El presidente yemenita Ali Abdullah Saleh, aceptó formalmente renunciar tras 33 años en el poder y nueve meses de revuelta opositora, con lo que se convirtió en un nuevo gobernante que cae producto de la ola de protestas conocida como “primavera árabe”.

En presencia del rey Abdullah de Arabia Saudita, Saleh firmó en Riad un acuerdo de transición que contempla su renuncia, la cesión del poder en el plazo de un mes a su vicepresidente, Abed Rabbo Mansur Hadi, y la celebración de elecciones presidenciales dentro de los siguientes 90 días.

El presidente renunciante se manifestó dispuesto a “cooperar con el nuevo gobierno y la oposición” para “reconstruir el país” y pidió al Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que preparó el acuerdo de transición, que “continúe apoyando y controlando” la aplicación del plan.

El mandatario lamentó las consecuencias de la revuelta en su contra, que comenzó en febrero pasado y rayó varias veces con la guerra civil, incluyendo combates entre el Ejército y la mayor confederación de tribus que dejaron cientos de muertos tan sólo en Sanaá, la capital del país del sur de la Península Arábiga.

“El desacuerdo de estos últimos meses tuvo un gran impacto sobre Yemen, sobre su cultura, desarrollo, política, lo que llevó a una amenaza a la unidad nacional y destruyó lo que se había construido en los últimos años”, dijo Saleh, citado por la cadena de TV árabe Al Jazira, que transmitió el evento en vivo.

Con su dimisión, Saleh se convirtió en un nuevo gobernante en tener que dejar el poder por la ola de revueltas de la primavera árabe, que en enero pasado condujo a la caída del presidente de Túnez y un mes más tarde a Hosni Mubarak, de Egipto.

El acuerdo, propuesto por el CCG, garantiza la amnistía a Saleh y su familia a cambio de su renuncia y garantiza el llamado a elecciones presidenciales en un plazo de 90 días.

En tres oportunidades Saleh se había negado a último momento a firmar el documento, por el que dejaba su cargo al vicepresidente.

Saleh viajará a Nueva York donde recibirá tratamiento médico por las graves heridas que sufrió el pasado 3 de junio en un ataque de tribus opositoras contra el palacio presidencial en Sanaá, que provocó la muerte de varios de sus escoltas y dejó heridos a varios miembros de su gobierno.

Siria

Al menos quince personas murieron o resultaron heridas en los choques registrados hoy entre soldados desertores y fuerzas leales al régimen de Bachar al Asad en la zona de Rastan, en el centro de Siria, confirmó a Efe el miembro del opositor Consejo Nacional de Transición sirio Omar Edelbe. Los enfrentamientos estallaron cuando las fuerzas de seguridad y los matones del régimen o “shabiha” dispararon desde blindados militares hacia una zona donde viven muchos activistas y soldados desertores, señalaron los opositores Comités de Coordinación Local. Siria es escenario desde el pasado marzo de una revuelta contra Al Asad que se ha saldado con más de 3.500 muertos, según las últimas cifras de la ONU.