Un viejo reclamo

En la ciudad hay que reemplazar 550 tapas de bocas de tormenta

En la Municipalidad estiman que el faltante de las losas es el 10 % del total -hay 5.500 relevadas- y esperan “tener todo regularizado en 2012”. El martes comenzaron a construirse las primeras quince.

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Una entre tantas. La destrucción de esta boca de tormenta, ubicada en Belgrano y Santiago del Estero, es notoria. Con el reciente cambio de sentido circulatorio se colocó un semáforo justo al lado, pero nadie arregló esta tapa.

Foto: Pablo Aguirre

 

Ignacio Andreychuk

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Por vandalismo o abandono, las tapas de las bocas de tormenta de Santa Fe se encuentran en mal estado. Algunas representan un peligro latente para caminantes; otras ponen en riesgo a los conductores. Lo cierto es que recién ahora comenzará el reemplazo gradual de las 550 losas que están dañadas o faltan.

La propuesta demoró en aplicarse, sin embargo significa un buen aporte desde varios ángulos: el trabajo de fabricación estará a cargo de Bachi Premoldeados, un emprendimiento tipo cooperativo autogestionado. La primera tanda que solicitó el municipio santafesino es de quince tapas para los puntos más críticos.

“Hay muchas esquinas del norte de la ciudad en las cuales faltan las tapas. Este año tuvimos un incremento en las sustracciones de estos materiales, sobre todo de las que tienen un marco de hierro fundido. Evidentemente hay un mercado negro que las paga bien”, aseguraron a El Litoral desde la Secretaría de Recursos Hídricos.

El relevamiento que hizo la Municipalidad indica que en la ciudad hay 5.500 bocas de tormenta. Al mismo tiempo, se estima que el 10 % (unas 550) se encuentra en mal estado, por vandalismo o descuido. “Con este primer pedido vamos a suplir los lugares más comprometidos. Las losas que solicitamos a Bachi de prueba nos dieron buenos resultados”, señaló la misma fuente.

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En acción. Los integrantes de la cooperativa Bachi empezaron el martes con la fabricación de las losas de hormigón armado. Son siete personas de Santa Rosa de Lima y Villa Oculta, que apuestan a diario por el emprendimiento.

Foto: Amancio Alem

Características

Las tapas que comenzaron a fabricarse hace dos días en la planta de esta cooperativa -Mendoza 4299- son de hormigón armado y miden 1,06 m. de largo por 0,65 cm. de ancho y 0,7 cm. de espesor. La idea es que sean de un material que no sea rentable para su comercialización.

En su momento, la Asociación Civil Canoa, junto con el Centro de Investigación y Desarrollo para la Construcción y la Vivienda (Cecovi) de la UTN Santa Fe impulsaron este proyecto de la fábrica comunitaria para trabajar paralelamente a través del Programa de Mejoramiento Barrial (Promeba) del barrio Santa Rosa de Lima.

Así se originó Bachi Premoldeados, que hoy cuenta con siete integrantes pertenecientes a esa barriada y a Villa Oculta. “El municipio encargó una tanda inicial de losas con la intención de que el convenio continúe para seguir abasteciendo la demanda de la ciudad”, comentó Sandra Gallo, integrante de Canoa y coordinadora del proyecto Cooperativa de Premoldeado en Santa Rosa de Lima.

Daniel Cardozo es uno de los integrantes de Bachi Premoldeado. Dijo que “todos trabajan por igual, sin diferencias”, al mismo tiempo que garantizó la durabilidad de las losas por la “calidad que tienen los elementos”. “Finalmente llegamos a un acuerdo por las tapas. Se requerían moldes diferentes para reemplazar las que están rotas o donde actualmente no hay”, concluyó.

Una opción a futuro que también analizan desde el municipio es “trabajar con la gente de Vialidad en la posibilidad de fijar con una echada de brea las tapas de bocas de tormenta que estén sueltas y contengan material comercializable (hierro), haciéndolo prolijo como para intentar que no sean vandalizadas”.


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Ramas para alertar. Los vecinos de Gorriti y Larguía suelen colocar grandes ramas de árboles para advertir a los transeúntes que allí falta la tapa de la boca de tormenta. El mayor peligro es a la noche, porque la iluminación es escasa.

Foto: Julián Monzón

Repercusiones en España

En la edición del martes 27 de septiembre, El Litoral publicó una nota referida al deterioro y robo de las tapas de bocas de tormenta. El artículo contó con un relevamiento propio y otro que hizo un lector del diario, quien envió una nómina de más de 50 esquinas con inconvenientes en la cobertura del ingreso a las alcantarillas.

Desde España, la empresa Bupre (www.bupre.es) se interesó en la publicación y envió información sobre un producto que desarrollan para varios municipios y comunas de ese país a partir de los reiterados robos y daños que se registraron en las tapas de las bocas de tormenta.

“Ha quedado demostrado que en estos tiempos de crisis los robos de elementos de fundición, como tapas de alcantarilla y rejillas de sumideros, de la vía pública suponen un quebradero de cabeza para empresas y ayuntamientos”, señaló Diego López, de Bupre, en contacto con El Litoral.

Esta empresa española desarrolló tapas antivandálicas fabricadas en hormigón de alta resistencia, que cumplen la norma UNE-EN-124. “El producto está llamado a acabar con las clásicas tapas de fundición. Además de resultar más resistentes, con una vida útil aproximada de 100 años y una posibilidad de personalización (cierres, asas, etc.), no tienen ningún atractivo para los ‘amigos de lo ajeno’”, agregó López.

Algunos municipios de ese país que tomaron la decisión de cambiar progresivamente las tapas de alcantarillas son Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Burgos, Badajoz y Segovia.