Se inauguró en 1889

Techos caídos, humedad y falta de mantenimiento en el Registro Civil

La repartición pública tiene serios problemas en la estructura del viejo edificio, de más de 100 años. Los desechos y las plumas de las palomas agravan el problema. Empleados reclaman obras para evitar riesgos.

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Derrumbe. El techo de la galería del primer piso se desprendió hace un tiempo. El paso por el lugar está interrumpido con una cinta plástica atada a lo que parece un mástil.

Fotos: Guillermo Di Salvatore

 

De la Redacción de El Litoral

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El paso del tiempo, el escaso mantenimiento y la exigencia diaria de la repartición pública parecen vencer al edificio del Registro Civil ubicado en calle San Luis 2950. En una recorrida que realizó El Litoral por el edificio, luego de recibir numerosos reclamos de empleados y visitantes, se pudo constatar la falta de cuidado y la precariedad de las instalaciones.

“Las condiciones edilicias son pésimas”, dijo al pasar un empleado cuando este medio lo consultó sobre el tiempo que llevaba caído un toldo colocado en uno de los patios centrales. “Hace mucho que está así pero también andá para aquel lado y fijate”, contestó y recomendó señalando un pasillo. En el medio del corredor, hay un enorme ropero de madera abandonado con olor a viejo ocupado por telas de araña. Una enorme y antigua caja fuerte descansa en el final de una de las galerías rodeada de chatarra.

Además, hay desechos y plumas de palomas por todos lados. Vuelan, se cuelan y anidan en cualquier espacio que encuentran en el edificio por más pequeño que sea.

En general, el aspecto descuidado se replica por toda la construcción: los revoques se desprenden, lo mismo que la pintura, hay humedad en las paredes y el techo vencido en la galería del primer piso dejó caer una parte de la placa de yeso y a pocos metros, otro sector parece correr la misma suerte en el corto plazo.

La cocina del edificio ya no cumple esa función y se convirtió en un depósito para los elementos de limpieza. “Nosotros no podemos hablar, pero den una vuelta y enseguida se van a dar cuenta”, dijo otra empleada, remitiéndose a la evidencia.

Gestiones que no avanzan

Para realizar la correspondiente consulta por el estado del lugar, El Litoral intentó durante toda la mañana, aunque sin éxito, comunicarse con el director del Registro Civil, Leandro Trangoni.

Por su parte, empleados del organismo que solicitaron que no se publique su nombre, señalaron que el deterioro que presenta el edificio “es igual al de todos los edificios de la administración pública de la provincia”, a la vez afirmaron que “se realizan arreglos con fondos propios en muchos sectores que no se ven”.

Asimismo, reconocieron la falta de mantenimiento, de incorporación de tecnología y de recursos humanos.

Sobre los problemas estructurales más importantes, afirmaron que “hay varios expedientes iniciados para realizar los arreglos, porque algunos representan un riesgo para los empleados y las personas que concurren, aunque todavía no hubo respuesta, no está el dinero”.

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Deterioro. Algunos de los escalones de mármol están desprendidos y el ascensor para la silla de rueda no funciona, según señalaron los empleados del organismo. Además, hay humedad en las paredes, y se desprenden tanto el revoque como la pintura.

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Abandono. Unas cortinas colocadas en uno de los patios del registro están caídas y rotas. En una de las esquinas del techo del primer piso la placa de yeso amenaza con desprenderse.

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Descuidos. Los acondicionadores de aire expulsan el agua que generan sobre los pasillos formando charcos. Por el edificio circula, además de los empleados, una multitud que concurre a realizar trámites y gestionar documentación.