EDITORIAL

Déficit provincial

El gobierno santafesino ha necesitado de una medida extraordinaria para cumplir con pagos ordinarios. Para sueldos y medio aguinaldo, la Casa Gris debió emitir un decreto que altera las partidas presupuestadas.

La decisión fue tomada ad referendum de la Legislatura, es decir, bajo la condición de que para cumplir con los extremos legales vigentes, el decreto fuera -posteriormente a su ejecución- refrendado por las Cámaras.

El presupuesto de 2012 fue sancionado hace apenas unas semanas, pero por la excepcional medida, ya ha perdido su equilibrio entre gastos y recursos. La decisión se presenta como una “ampliación de una partida presupuestaria”. Es un rojo de 1.405 millones de pesos.

El gobierno de Antonio Bonfatti puede completar los pagos salariales de ese modo, de acuerdo con el estado financiero que ha dejado la gestión de su antecesor, Hermes Binner.

Por estos días, el tema será debatido en la Cámara de Diputados. La de Senadores ya ha dado su aval, de manera unánime, pero la oposición ha marcado que la provincia ha retrocedido. Que el equilibrio de sus cuentas fiscales hoy presenta un déficit inédito, una deuda flotante que puede terminar por dañar pagos a proveedores, causar atrasos en la obra pública o complicar la situación de alguna de las empresas estatales que prestan servicios públicos (auxiliadas con fondos del Tesoro).

El oficialismo, entre tanto, ha respondido que el presupuesto 2011 fue aprobado sin que se incluyera la política de actualización salarial del año que termina. Recordó que en febrero hubo una negociación paritaria que incrementó los haberes y que la consecuencia fue que se necesitarán 3.600 millones extra. Así, subrayó que la mayor parte (el 61%) de los gastos corrientes no previstos se cubrieron con más recaudación, pero que se requiere trasladar esa cuenta al Presupuesto de 2012. En otras palabras, el próximo ejercicio antes de comenzar su ejecución, ya tiene un déficit, algo impensado en el momento de su aprobación legislativa.

También los legisladores radicales y socialistas manifestaron que Santa Fe tiene niveles de endeudamiento y un déficit muy bajos en comparación con otras provincias. Y que la Nación, contra lo que ocurre con otros estados provinciales, no remite el financiamiento del déficit de la Caja de Jubilaciones, lo que le resta a las arcas santafesinas 674 millones de pesos, algo de lo que el PJ prefiere no hablar. Ambos argumentos son válidos, pero insuficientes.

Más allá de las desmesuras en las argumentaciones de una y otra posición, todo indica que la madurez política se habrá impuesto y será refrendado por la Legislatura el decreto mencionado. Su efecto es sólo admitir que existe un déficit, no crearlo.

Ése es el punto que debe mirar el gobierno provincial: no se trata de ver cómo saldar los pagos, sino cómo mejorar la salud económica del Estado. Si en verdad -como dice la oposición- los gastos corrientes crecen al 44% y los recursos lo hacen al 34%, el problema puede agudizarse.