llegan cartas

El avión sobre la Vittori, IV

Roberto Casabianca.

DNI: 6.250.460.

Señores directores: En su carta original el autor de “El avión sobre la Vittori” mencionó inexactitudes que no pudo refutar en su nueva nota del 16 de diciembre ppdo. Es cierto en lo que refiere a: “los encuadramientos militares y los bombardeos a la Plaza de Mayo, colmada de civiles indefensos en 1956”, y ahora en esta última los “vuelos de la muerte”. Ambos hechos me repugnan de la misma manera que a él. Quisiera decirle que el avión de la avenida Vittori no existía en 1956 y que es una aeronave de entrenamiento para pilotos cazadores que a lo sumo admiten dos tripulantes, por lo que muy difícilmente puedan haber pasado los pilotos que menciona en la segunda nota. Si hubiese alguna objeción al piloto que se honra ¿se le hubiesen entregado las condecoraciones Cruz “La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate” (Insisto la más alta condecoración otorgada por nuestro país), la Medalla “Del Gobierno y del Pueblo de la Provincia de Santa Fe” y la “Medalla del Congreso de la Nación a los Veteranos de Guerra”? No, seguramente no. A partir de estas consideraciones sigo sosteniendo la importancia de lo que entiendo como un monumento a tantos hechos heroicos producidos en Malvinas como también lo entienden los Combatientes que lo inauguraron y conservan con especial aprecio. Por lo expuesto para mi está terminada la discusión.

Sin embargo quisiera agregar para terminar que el olvido es la principal derrota y todos los gobiernos desde 1982 en adelante, excepto el actual, intentaron la desmalvinización, pero mientras exista la memoria jamás habrá olvido y la sangre de nuestros soldados no habrá sido derramada en vano.

Para finalizar voy a tomar expresiones del periodista de la Agencia Oficial Télam Francisco Pestanha, quien dijo en Santa Fe “la idea de desmalvinizar contribuye a un sentimiento de inferioridad de creernos incapaces de realizar grandes causas nacionales y aceptar que Argentina inició una aventura bélica sin repara que el origen del problema data de 1833, cuando la piratería inglesa invadió nuestras islas”. En base a eso propuso el término contrario Remalvinizar y en esa línea consideró que el tema Malvinas es un eslabón más de una cadena de procesos y acontecimientos sociales altamente significativos para nuestro país, que desde el poder se ha querido ocultar bajo un manto de opacidad.