Cuádruple crimen

Dictan preventiva a Martínez como partícipe necesario

El juez de Garantías platense Guillermo Atencio dictó hoy la prisión preventiva del karateca Osvaldo Martínez como partícipe necesario de los homicidios de tres mujeres y una niña, en La Plata.

Télam

Fuentes judiciales informaron que Atencio aceptó el pedido de prisión preventiva de Martínez requerido la semana pasada por el fiscal Alvaro Garganta, aunque en lugar de considerarlo coautor de la masacre, le atribuyó una participación necesaria.

Según la resolución, a la que accedió Télam, para Atencio “el imputado ha estado en el escenario de los hechos”.

Para el juez, la noche del 26 de noviembre, “dos personas del sexo masculino -una no identificada- ingresaron sin violencia (...) y con la colaboración del primero, mediante la utilización de armas blancas y elementos contundentes, el restante ocasionó la muerte de Bárbara Santos haciendo lo propio, con el fin de procurar la impunidad, con Susana de Bártole, Micaela Galle Santos y Marisol Pereyra”.

“Considero su cooperación (la de Martínez) indispensable en razón de que el trato que mantenía con el grupo familiar que resultase víctima permite concluir que su presencia y no otra es lo que justifica hoy que el ingreso a la vivienda fuera posible sin que se ejerciera violencia”, afirma el magistrado.

Para considerar a Martínez “partícipe primario” de los delitos de homicidio y homicidio calificado en concurso real, destaca la “mendacidad” en la que incurrió el detenido en su declaración lo que hace inferir que “existe una verdad distinta que oculta”.

Detalla que mientras el karateca declaró que estaba en su casa la noche del crimen, “el llamado que él reconoce haber efectuado (a Bárbara) fue captado por la antena ubicada en las inmediaciones de la intersección formada por el Camino Belgrano entre calle 514 y 515 de esta ciudad”.

Declaró que al día siguiente estaba en su casa y recibió un llamado de su hermano pero esto “se contrapone con el informe del VAIC que lo ubica por antenas emplazadas en lugares diferentes”.

Poco creíble

Atencio consideró además poco creíble que Martínez explicara que esa madrugada “salió de su domicilio con el fin de ingresar al mismo su automóvil”, cuando un vecino “vio al encartado descender de su automóvil para abrir el portón de su garage” ya que este testimonio “coloca a la versión del encartado por afuera del modo normal en que las cosas suceden cotidianamente”.

“No resulta razonable que quien, encontrándose en el interior de su vivienda, para ingresar su automóvil primero ascienda al mismo para inmediatamente descender a los fines de proceder a la apertura del lugar en el que pretendía introducirlo”, remarcó.

El juez sostuvo que “la motivación que pudiese haberlo llevado (a Martínez) a provocar las muertes (...) únicamente puede razonablemente atribuirse a evitar que se supiera lo ocurrido y quienes fueran los autores”.

Otro de las pruebas que llevaron a Atencio a dictar la preventiva fue “la posesiva celotipia con el que el imputado llevaba adelante la relación sentimental con su pareja”.

Celos

El juez transcribe ocho testimonios de amigas de las víctimas que detallan los celos de Martínez hacia su novia, Bárbara.

“Con el transcurrir del tiempo él (Martínez) se tornó posesivo, la trataba como un objeto... supe por Bárbara que la llegó a insultar tratándola de trola... los fines de semana no la dejaba hacer nada”, recordó Sofía Micaela Faes, en un testimonio.

Otra amiga, Tatiana Faes, declaró: “Por un tiempo le prohibió a Bárbara que vaya a mi casa porque mi hermana no estaba de novio y decía que la iba a llevar por un mal camino”.

Gimena Zelada reveló: “Dos o tres días antes del hecho ella me comentó que no quería irse a vivir con él a Berisso”.

“No le gustaba que saliera sola y en ocasión de una reunión con los compañeros de trabajo Bárbara le había dicho al novio que había solamente mujeres porque a él no le gustaba, era muy celoso”, declaró María Marta Brochetto.

La misma recuerda que en oportunidad de reunirse en casa de Bárbara para comer una pizzas, el karateca llegó tarde y se enojó de que hubieran empezado a comer sin esperarlo.

“Se quedó sin hablar con nadie, en la cocina solo y ella (Bárbara) fue a tratar de hablar con él pero él no le dirigió la palabra (...) Bárbara estaba cansada de esta situación tenía intenciones de ahorrar dinero para alquilar algo e irse a vivir con Mica”, precisó Brochetto.

Noche de sábado

Para el juez, de estos testimonios “fluye con suficiente claridad no sólo la confesada desconfianza de su pareja sino el asedio motivado por la circunstancia de que aquella, en los últimos días sábados, evitara su compañía tal como en la noche en que los hechos acaecieran habría ocurrido”.

Atencio fundamentó esto en el testimonio de otra amiga de las víctimas, Graciela Vega, quien afirmó que escuchó “cuando hablaban Sofía y Bárbara que iban a salir ellas también el sábado a la noche, no dijeron a dónde iban a ir”.

El juez también citó el informe psiquiátrico que afirmó que “la cotidianeidad con Bárbara le demandaba control sobre ésta y posesividad”.

Fue clave además para el dictado de la preventiva la declaración y el reconocimiento en rueda del remisero Marcelo Tagliaferro; y el testimonio de José Fabián Lencina que declaró haber presenciado el diálogo entre el remisero y el hombre que recibió a Marisol.

Finalmente, Atencio valoró el informe del cotejo de ADN que, si bien dio negativo para el karateca, “conduce a la convicción de que el imputado no actuó solo, otra persona más de sexo masculino actuó en el luctuoso hecho”.