Un problema recurrente en el norte

El valor de las estadísticas

Como el problema del particular sistema de los bajos submeridionales es la falta de agua, no el exceso, las decisiones a tomar ameritan un equilibrio de la ecuación costo beneficio, retención escurrimiento y la sustentabilidad en el tiempo.

El valor de las estadísticas

El Canal sobre la Ruta Nº 95, demuestra la excesiva falta de lluvias en toda la región.

Foto: Eloy Rodríguez

Eloy Rodríguez

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La información imprescindible para realizar cualquier obra hídrica en este medio agreste, debería ser la interpretación de la repitencia de los ciclos húmedos y secos; la característica del suelo; la guisa de escurrimiento y la recuperación de los acuíferos.

Un histograma pluviométrico de los últimos 103 años, de datos brindados por Estancia La Delia, desde 1908 a 1943, por dicho establecimiento más Estancia Santa Lucía y el INTA, desde 1943 a la fecha, puede dilucidar la extensión en el tiempo de la reiteración de los ciclos ya dichos, aclarando que las cifras corresponden al centro-norte del Departamento 9 de Julio, ya que el sur del mismo es el límite norte de la región pampeana, pudiéndose considerar a la localidad de Logroño como extremo de la misma.

Si las medias pluviométricas para un período seco son de 750 mm, con una máxima de entre 800 y 900 mm. y una mínima de entre 400 y 500 mm y para una estadía húmeda son de 950 mm., con máximas de entre 1.200 y 1.300 mm. y mínimas ubicadas entre 650 y 750 mm, se puede decir que se ha ingresado en un período árido, de 15 a 16 años, iniciado en 2004-2008, fundamentalmente este último, (similar al de 1942-1957), que dejó un déficit de 2.000 mm, aunque los ciclos de la naturaleza nunca son perfectos (19 años de 1908 a 1927, también secos). Luego vinieron 26 años híper húmedos (1973 a 1999) con precipitaciones anuales que superaron la media histórica (836 mm.).

Para la recuperación de los acuíferos y de la humedad profunda de los suelos hacen falta varios registros anuales superiores a 750/800 mm, con lluvias mensuales y consecutiva y no un par de grandes precipitaciones, que en general escurren más de lo que penetran, más aún con la anarquía de canales existentes.

Sin lluvias durante el invierno

Otras de las características de este clima subtropical con estación seca son, justamente, la falta de precipitaciones durante el invierno. Para que las lluvias caídas sean positivas las mismas tendrían que acontecer entre setiembre y marzo, ya que las lluvias producidas en diciembre-enero-febrero están sujetas a la elevada evaporación por las altas temperaturas reinantes.

Por ejemplo, en lo que va del año 2012, en enero llovieron 139 Mm y en febrero 74 Mm., lluvias tardías, escasas y sometidas a la acción inmediata de temperaturas que oscilaron en los 40º.

Todos los cultivos se encuentran en un estado de estrés hídrico. La soja perdió su primera cosecha y no se ha vuelto a sembrar debido a la falta de agua. El maíz y el sorgo se están secando y los productores ya han adoptado picarlo para destinarlos a forraje.

Con respecto a la ganadería comenzó a producirse la muerte de animales y el éxodo de algunos productores y el stock de casi 1 millón de cabezas, existentes antes del año 2008, disminuyó a 600 mil, producto de la sequía, las muertes y las malas ventas, obligando al productor a fletear el transporte de agua para el brebaje de sus animales.

registro de lluvias.pdf