La presentó Fiscalía Municipal

Denuncia penal por el corte de ayer en el Puente Oroño

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Reclamo de la CCC. El corte de ayer duró varias horas y complicó la circulación a partir del mediodía.

Foto: Amancio Alem

El piquete fue encabezado por la Corriente Clasista y Combativa (CCC). La Municipalidad pidió restablecer la circulación e investigar si hubo delito penal. Preocupa la reiteración de los cortes en los accesos claves de la ciudad.

 

De la Redacción de El Litoral

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El corte total que realizó ayer la Corriente Clasista y Combativa (CCC) sobre el puente Oroño fue denunciado penalmente por la Fiscalía Municipal. Ante el Juzgado Federal, se solicitó el restablecimiento inmediato de la normal circulación en la Ruta 168, a la altura de la Fuente de la Cordialidad.

El piquete se extendió desde ayer al mediodía hasta las 16.30 y ocasionó un caos vehicular en el acceso este a la ciudad. Los camioneros y los colectiveros sufrieron la peor parte, ya que no podían utilizar la colectora que desemboca en el puente Colgante y quedaron varados durante horas.

No es la primera vez que la Municipalidad denuncia un piquete. El secretario general de Gobierno del municipio, Carlos Pereira, explicó: “No es la primera acción judicial que presentamos. A lo largo de este año, hemos tenido una política muy clara en cuanto a situaciones dañosas o que impliquen amenazas en movilizaciones. Cuando se han cortado vías únicas, hemos hecho la denuncia”.

El funcionario aclaró que el gobierno local “no tiene una política de persecución a los reclamos sociales”, pero remarcó que hay un límite: “los derechos del otro”. Además, dijo que hay que preservar el patrimonio público y el bloqueo de vías únicas de circulación, “en las que los ciudadanos quedan varados como rehenes”, aseguró.

La denuncia

En el escrito presentado por Fiscalía se argumentó que “los hechos indicados resultarían pasibles prima facie de ser encuadrados en diversas disposiciones del Código Penal”, por ejemplo el delito de entorpecimiento del transporte y comunicaciones, y delitos contra la libertad.

En la denuncia presentada por “la eventual comisión de delito de acción pública (artículo 71 del Código Penal)” se describe que los piquetes “impiden el tránsito por el corredor bioceánico, ya que se encuentra cortada la circulación tanto por el Puente Oroño como por el Puente Colgante, accesos de vital importancia para la ciudad de Santa Fe”.

Al respecto, se remarcó que “la situación reviste especial gravedad, resultando indispensable que las autoridades competentes adopten las medidas necesarias para garantizar la circulación y efectuar las investigaciones correspondientes ante eventuales conductas que podrían ser encuadradas en el Código Penal”.

El corte se levantó alrededor de las 16.30, cuando los manifestantes fueron atendidos por funcionarios de la provincia y el municipio, con quienes acordaron mantener una reunión el próximo lunes en el Ministerio de Desarrollo Social.

Llamado a la sensatez

Consultado acerca de la reiteración de los cortes en accesos clave a la ciudad, como la Ruta 168 y la autopista a Rosario, Pereira expresó: “Algunas organizaciones descubrieron que logran más visibilidad y efectividad cortando el Puente Oroño, porque causan un daño muy grande a una cantidad de vecinos”.

En este sentido expresó su preocupación, ya que “no hay vías alternativas de circulación y el daño es realmente grave”. Asimismo, manifestó su inquietud porque en los piquetes “se usan a los niños como escudos”. “Si ayer la Justicia hubiese resuelto un desalojo, no sé si la policía hubiese podido actuar. El corte de ayer se levantó porque estuvimos toda la jornada con acciones de mediación”.

Finalmente, al funcionario consideró que “el Estado en su conjunto -el municipio, las fuerzas policiales, la justicia, la provincia- tiene que actuar para defender los derechos del conjunto de la sociedad: a manifestarse, pero también a circular”. Y pidió a las organizaciones que reclamen con sensatez “sin afectar la circulación de los vecinos”.

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Embotellamiento. Los piquetes en la 168 y en el viaducto Oroño generan largas demoras en el tránsito en avenida Alem y en otros sectores de la ciudad.

Foto: Luis CetrarO

/// opinión

Se necesitan reglas claras

José Curiotto

Los ingresos a la ciudad de Santa Fe se convirtieron en escenario de los más diversos reclamos sociales. Algunos comprensibles. Otros, que se parecen demasiado al chantaje.

La reincidencia de piquetes en los accesos se transformó en un problema en sí mismo, más allá de quiénes los realicen o cuáles sean los motivos invocados.

Éstas parecen ser las reglas de juego imperantes. Un status quo novedoso en el que todo aquel que se lo propone tiene la potestad de decidir en qué momento aislar a la ciudad y provocar el caos, sin que nadie adopte alguna medida para evitarlo.

La Municipalidad realizó ayer una denuncia ante la Justicia Federal porque el escenario del piquete era una ruta de jurisdicción nacional. Pocos días antes, otra denuncia fue presentada en la Justicia de la provincia por una manifestación en el domicilio particular del intendente.

Sin embargo, los jueces, tanto federales como provinciales, son renuentes a intervenir en este tipo de situaciones. Nadie quiere pagar el costo político que puede acarrear la restitución del orden.

Más aún, en la mayoría de los casos los piquetes son anunciados con días de anticipación, pero no se adoptan las medidas adecuadas para prevenirlos.

La ciudad debe evitar que los cortes de tránsito en los accesos se conviertan en una constante. No importa si los protagonistas son vecinos de un barrio, representantes del campo, de agrupaciones sociales o de cualquier otro sector.

Frente a este escenario, resulta indispensable que el municipio, la Justicia (federal y provincial) y el gobierno de la provincia se sienten en una mesa para establecer normas claras.

El ciudadano común debe saber con precisión qué está permitido, cuáles son los límites, quiénes deben intervenir en cada caso y de qué manera hacerlo.

En estos momentos no hay certezas sobre cuáles son las reglas de juego, quién tiene la autoridad y la obligación de hacerlas cumplir. Esta situación genera, inevitablemente, un enorme desgaste para la ciudad, para el gobierno y, sobre todo, para el común de los ciudadanos.

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Un verano plagado de piquetes y protestas

9 de enero. Los carreros cortaron el Puente Oroño y generaron largas demoras en el tránsito. Reclamaban para que avancen las causas judiciales por maltrato animal y para que devuelvan los caballos retenidos.

19 de enero. Los carreros impidieron la circulación por ambas manos de la autopista, en el ingreso a Santa Fe. Santo Tomé fue un caos por el desvío del tránsito.

16 de febrero. Movimientos, Instituciones y Agrupaciones (MIA) hizo un piquete frente a la Municipalidad. Reclamaron por puestos de trabajo, aumento de la asignación de las tarjetas sociales y viviendas. Fueron recibidos por las autoridades, pero como no les convenció el planteo, cortaron el Puente Oroño.

24 de febrero. MIA cortó la autopista a Rosario, Blas Parera y Gorostiaga, Blas Parera y Teniente Loza, Salta y 1º de mayo (frente al Municipio), Mendoza y Circunvalación oeste.

28 de febrero. Dirigentes de Movimientos, Instituciones y Agrupaciones (MIA) se manifestaron frente a la casa del intendente, José Corral, en barrio Candioti. Desde la Municipalidad se radicó una denuncia policial.

5 de marzo. Empleados de Naranpol cortaron la ruta 168 a la altura de la fuente de la Cordialidad por el conflicto que atraviesa la empresa desde hace meses.

8 de marzo. La Corriente Clasista y Combativa cortó el Puente Oroño. Por otra parte, beneficiarios de planes sociales cortaron Perón e Iturraspe por la falta de pago de los subsidios.