En medio de la tormenta

Se derrumbó una parte de un edificio y destrozó una casa

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Susto y conmoción. La familia dormía y, de pronto, se cayeron los techos. “Salimos corriendo a buscar al nene más chico, que quedó atrapado”, contaron los padres.

Foto: Mauricio Garín

Las paredes se desplomaron de la obra en construcción y rompieron los techos de dos dormitorios, que quedaron en ruinas. Cuatro chicos duermen allí, pero sólo uno estaba en la habitación y salvó su vida.

 

De la Redacción de El Litoral

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“Mami, ¿podemos dormir acá que está más fresco?”. El pasar a la pieza de los padres fue lo que salvó la vida de dos adolescentes. Un estruendo irrumpió en la casa de una familia (prefirió no dar a conocer su apellido), en calle Vera al 3300, producto del derrumbe de las paredes externas de los pisos 10 y 11 de un edificio en construcción.

Eran las 5.15 cuando cedieron los techos de dos habitaciones. En una de las piezas dormía un nene, quien alcanzó a meterse debajo de la cama y luego fue rescatado por su padre de entre los escombros. “Un horror. Por suerte todos nos salvamos, pero las nenas pudieron quedar aplastadas si no se iban a dormir con nosotros”, dijo su mamá, visiblemente alterada, en diálogo con El Litoral.

La obra en construcción —a mitad de cuadra, sobre la vereda sur— está bajo la dirección de los arquitectos Juan Cusinato y Sergio Russo. Al cierre de esta edición, Cusinato concurrió a la vivienda de la familia afectada para “dispensarse por lo sucedido” y “ver los daños ocasionados”, comentó a este diario.

Detalles

La destrucción alcanzó dos dormitorios (que quedaron en ruinas), un pasillo y estropeó parte del comedor, galería y baño. Son cuatro los hijos, distribuidos en esas dos habitaciones: el mayor (20 años) no estaba en la casa; el menor (14) pudo protegerse del derrumbe y no sufrió heridas, mientras que las adolescentes (17 y 16) se cambiaron de pieza “porque tenían calor”.

Según el relato de los familiares, primero se escuchó el viento fuerte, luego unas piedritas que cayeron al techo y, de repente, casi un trueno adentro de la casa. “Nos asustamos mucho. Fue un ruido increíble. Gracias a Dios que no nos cayó encima”, sostuvo.

Los dueños de la casa están representados por el Dr. César Rojas. Esta mañana, el abogado comentó a El Litoral que “no es la primera vez que hay un derrumbe sobre la vivienda. Ya en octubre del año pasado, se desplomó una pared del octavo piso causando daños en la casa, por eso se solicitó la colocación de una bandeja protectora, que es obligatoria en toda obra. Los responsables de la obra tendrán que hacerse cargo”, indicó.

Tras el siniestro, Edificaciones Privadas de la Municipalidad ordenó la inmediata paralización de la obra. Mirta Blaskow, la titular de esa repartición, dijo que el edificio en construcción tiene la debida habilitación. “Igualmente, hasta que no estén las condiciones no se podrá continuar”, señaló la funcionaria.

Aún se desconocen las causas del derrumbe. Las paredes no estaban recién levantadas, según los dueños de la casa afectada. Y la caída se produjo en forma coincidente con los fuertes vientos de entre 40 y 50 kilómetros por hora que se registraron anoche en la ciudad.